22.7.22

La depresión NO es causada por niveles bajos de serotonina



Los niveles bajos de serotonina no causan depresión, según una importante revisión dirigida por la doctora Joanna Moncrieff y publicada el 20 de julio de 2022 en la prestigiosa revista Molecular Psyquiatry. La falsa creencia de que la depresión se basa en un desequilibrio químico no tiene base científica y ha sido difundida a lo largo de los años por el aparato de marketing de las empresas farmacéuticas.

Los hallazgos históricos del equipo dirigido por la doctora Joanna Moncrieff ponen en tela de juicio la dependencia cada vez mayor de la sociedad de los antidepresivos como la fluoxetina (Prozac), el citalopram (Cipramil) y la sertralina (Lustral).

Millones de pacientes toman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), diseñados para aumentar los niveles de la sustancia química que los hace "sentirse bien".

Los investigadores del University College London argumentan, sin embargo, que "no hay evidencia convincente" de que la depresión sea causada por un desequilibrio de la sustancia química.

Un académico involucrado en el estudio describió los hallazgos como "reveladores" y que "todo lo que creía saber se ha puesto patas arriba".

El estudio ha sido publicado este 20 de julio de 2022 en la revista Molecular Psychiatry, que publica trabajos destinados a dilucidar los mecanismos biológicos subyacentes a los trastornos psiquiátricos y su tratamiento. El énfasis está en los estudios en la interfaz de la investigación preclínica y clínica, incluidos los estudios a nivel celular, molecular, integrador, clínico, de imágenes y psicofarmacológico. Clasificada entre las 10 mejores revistas de psiquiatría, su objetivo es dilucidar los mecanismos biológicos que subyacen a los trastornos psiquiátricos y su tratamiento.

Con una reputación internacional por la investigación de alto impacto en psiquiatría y neurociencias, Molecular Psychiatry pone énfasis en los estudios en la interfaz de la investigación preclínica y clínica, incluidos los estudios a nivel celular, molecular, integrador, clínico, de imágenes y psicofarmacológico.

JOANNA MONCRIEFF

La autora principal del estudio es la profesora Joanna Moncrieff, psiquiatra, dijo: "La popularidad de la teoría del 'desequilibrio químico' ha coincidido con un gran aumento en el uso de antidepresivos."

Joanna Moncrieff es una psiquiatra y académica británica. Es profesora de Psiquiatría Crítica y Social en el University College London y figura destacada en la Red de Psiquiatría Crítica . Es una destacada crítica del modelo psicofarmacológico moderno de los trastornos mentales y el tratamiento farmacológico, y del papel de la industria farmacéutica. Ha escrito artículos, libros y blogs sobre el uso y el uso excesivo del tratamiento de drogas para problemas de salud mental, el mecanismo de acción de las drogas psiquiátricas, sus efectos subjetivos y psicoactivos, la historia del tratamiento de drogas y la evidencia de sus beneficios y perjuicios. También escribe sobre la historia .y la política de la psiquiatría en general. Sus libros más conocidos son El mito de la cura química y Las píldoras más amargas .

Moncrieff dice que "miles de personas sufren los efectos secundarios de los antidepresivos, incluidos los efectos graves de abstinencia que pueden ocurrir cuando las personas intentan suspenderlos, pero las tasas de prescripción siguen aumentando." 

Los pacientes deprimidos con frecuencia se ven afectados por síntomas de abstinencia paralizantes cuando intentan dejar las píldoras. 

“Creemos que esta situación se debe en parte a la falsa creencia de que la depresión se debe a un desequilibrio químico."

'Ya es hora de informar al público de que esta creencia no se basa en la ciencia'.

Agregó: "Podemos decir con seguridad que después de una gran cantidad de investigación realizada durante varias décadas, no hay evidencia convincente de que la depresión sea causada por anomalías de la serotonina, particularmente por niveles más bajos o actividad reducida de la serotonina".

“No entendemos qué le están haciendo exactamente los antidepresivos al cerebro. Dar a las personas este tipo de información errónea les impide tomar una decisión informada sobre si tomar antidepresivos o no".

Los estudios utilizados en la revisión involucraron a cientos de miles de personas de varios países.  

Descubrieron que no había  diferencia en los niveles de serotonina entre las personas diagnosticadas con depresión y las personas sanas, a pesar de que las encuestas sugerían que hasta el 95 por ciento del público creía que este era el caso.  

La reducción artificial de los niveles de serotonina en voluntarios sanos tampoco los llevó a desarrollar depresión.

Y a largo plazo, los potentes ISRS pueden tener el efecto contrario al previsto.

El coautor de la investigación, el Dr. Mark Horowitz, dijo: "Me habían enseñado que la depresión era causada por niveles bajos de serotonina en mi formación en psiquiatría e incluso se lo había enseñado a los estudiantes en mis propias conferencias". 

'Estar involucrado en esta investigación fue revelador y se siente como si todo lo que pensaba que sabía se volviera al revés'.


PINCHE AQUÍ PARA LEER EL ESTUDIO PUBLICADO EN MOLECULAR PSYCHIATRY

16.6.22

La otra pandemia de ansiedad y depresión


Este ensayo recoge las consecuencias del terror Covid.

En lo que se refiere a las "enfermedades mentales", la campaña de guerra psicológica desatada desde finales de 2019 sobre la población mundial con la excusa del Covid ha dado los resultados probablemente esperados por sus planificadores. 

Desde el inicio de la plandemia de terror, el estrés por las amenazas sanitarias, las consecuencias económicas, el deterioro de la salud, la pérdida de seres queridos, apoyo social y las turbaciones emocionales se han incrementado en la población de todos los países en los que se han realizado mediciones con los instrumentos de diagnóstico estándar. 

Un estudio internacional publicado en octubre de 2021 en la revista The Lancet (publicación con solera y muy vinculada a la industria farmacéutica) estima que los casos de depresión mayor y trastorno de ansiedad en el mundo han aumentado un 28% y un 26%, respectivamente, durante la pandemia. Esto significa que en 2020 se produjeron 53 millones de trastornos depresivos y 76 millones de diagnósticos de ansiedad más de los esperables. Los grupos de población más afectados por esta avalancha han sido las mujeres y la gente joven, según los investigadores. El estudio de The Lancet realizó un metaanálisis con datos de prevalencia de depresión y ansiedad en 203 países del mundo durante 2020, cifra el impacto de la pandemia de covid: los diagnósticos de depresión y ansiedad crecen más de un 25% en todo el mundo, aunque no de forma homogénea. 

La ola de terrorismo mediático sobre el Covid creó la "tormenta perfecta" que catalizó el sufrimiento y el descontrol de las personas y desató todo tipo de malestares difícilmente catalogables, diferenciables y cuantificables. 

En el caso de España, la Encuesta de Salud Mental efectuada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en febrero de 2021 arrojó una catarata de síntomas físicos experimentados por la población: cansancio (51,9%), insomnio 41,9%), dolor de cabeza (38,7%), de espalda (37,9%), de articulaciones (33,1%) y palpitaciones (22,7%). Las expresiones emocionales manifestadas con frecuencia fueron: desesperanza con respecto al futuro (24,9%), alta preocupación por muchas cosas sin poder controlarla (24,5%), inquietud (22,1%), agobio y estrés (21,8%), mucha tristeza o depresión (19,8%), soledad (17,2%), mucha ansiedad o miedo (15,7%), irritabilidad, ira, enfado o agresividad (13,8%).

El resultado de toda esta ola de psiquiatrización de la vida cotidiana ha sido un incremento de la prescripción de psicofármacos. Según diferentes estudios, en el 78% de los casos la salud mental se ha visto realmente afectado, con una prevalencia principalmente de trastornos depresivos (15.97%), ansiedad (15,15%), insomnio (23,87%), estrés postraumático (22%) y angustia psicológica (13,29%).

Así, ante la falta de medios de ayuda como terapia semanal o frecuente, la sociedad española ha optado por acudir a diferentes fármacos, sobre todo, los psicolécticos –los que engloban ansiolíticos, hipnóticos y antipsicóticos–.

La falta de asistencia psicológica y la pandemia silenciosa ha provocado que, según datos del Ministerio de Sanidad del gobierno de España, el consumo de psicoléticos represente un crecimiento asombroso del 7% en 2021, respecto a 2020. Contrasta de lejos con la cifra de crecimiento que se puede observar entre diciembre de 2010 y noviembre de 2020, la cual se situó en el 4,81%. Es decir, que en tan solo un año se ha incrementado casi el doble que en una década. 

En este sentido, entre los meses de diciembre de 2020 y noviembre de 2021, la población española consumió hasta 106.140 unidades por día de psicolécticos, lo cual se traduce en el 9,05% del total de fármacos consumidos. Según los mismos datos del Ministerio de Sanidad, Andalucía lidera el podio con 16.946.084 envases facturados por el Sistema Nacional de Salud (SNS), seguida de Cataluña con 12.672.403 y la Comunidad de Madrid (11.808.626). 

A nivel nacional, esta escandalosa cifra aumenta hasta los 90.144.429 envases facturados. Si a Andalucía, Madrid y Cataluña se suma la Comunidad Valenciana (10.010.299), entre las 4 representan el 57% del total en España. Además, el mayor crecimiento interanual corresponde a Andalucía con un 10,67%, desde los 15.312.711 facturados en 2020 hasta los 16.946.084 de 2021. 

Los médicos recetaron 54 millones de cajas de ansiolíticos y 45,1 millones de antidepresivos entre enero y noviembre de 2021, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad de España. Más de 180 millones de cajas entre 2020 y 2021. En cuanto a los psicolépticos- fármacos que deprimen la actividad mental, relajan el estado de alerta y amortiguan el tono emocional- se recetaron 85 millones de envases en ese periodo.


Para descargar pinche en mi página de autor en Amazon:


 La otra pandemia de ansiedad y depresión

9.5.22

Dictadura sanitaria y SALUD PARA TODOS

"Los caminos hacia la falta de libertad son muchos. En uno de ellos los indicadores llevan la inscripción: SALUD PARA TODOS.” 


"¿Cómo puede la búsqueda de la salud derivar en una pérdida de libertad? ¿Acaso no es la salud una condición necesaria para la libertad? ¿Es un hombre libre y moribundo más feliz que un esclavo sano?"


Petr Skrabanek (1940-1994) fue un médico y profesor universitario, nacido en Bohemia y posteriormente asentado en Irlanda en el Trinity College de Dublín. 

Creador, junto con James McCormick, del término “escepticemia”, se caracterizó por su crítica implacable de los aspectos más especulativos de la epidemiología, especialmente de la medicina preventiva basada en la "riesgología", que exagera o distorsiona la detección y control de los factores de riesgo individuales.
 
Conoció la represión soviética luego del experimento de un socialismo con rostro humano en Checoslovaquia y eso le dio una perspectiva inédita de la salud pública en los dos sistemas que se enfrentaron durante la Guerra Fría.


Reconoce la mayor importancia a los factores sociales y al azar (lo que él denomina “lotería biológica”) en la génesis de las enfermedades. No niega el papel de los estilos de vida individuales en la enfermedad, pero apela a la libertad individual como valor supremo y rechaza la intromisión del estado en el comportamiento de las personas, sobre todo a través de la medicina coercitiva. 


“Puesto que la vida es una enfermedad universal, hereditaria, de transmisión sexual e incurable, que en todos los casos termina con la muerte, el vivirla plenamente exige que se mantenga un equilibrio entre los riesgos que son razonables y los que no lo son.” 



(Sofismas y desatinos en medicina. Ptr Skrabanek, J. McCormick)


"La medicina actual (1990) consiste en tratar efectos secundarios de medicamentos que no son necesarios".


"El objetivo de buena parte de la medicina no es curar, sino conseguir enfermos crónicos".


"Los médicos y los sistemas sanitarios son el brazo armado de la mafia farmacéutica".


"Las tres grandes industrias del mundo, la de la guerra, el narcotráfico y la farmacéutica comparten resultados: matan".




El proceso de psiquiatrización y medicalización de la vida cotidiana y el sufrimiento humano ha llegado al paroxismo con la plandemia de terror del Covid iniciada en 2020.


La obligación de los ciudadanos de mantenerse "sanos", para que en el momento de requerir los cuidados del sistema sanitario, estén libres de culpa, o de pecado, por haber llevado un estilo de vida “sano e irreprochable” se ha convertido en ley y mandato forzoso de vacunación, confinamiento, cuarentena, mascarilla, etc. 


Todo un ejemplo monstruoso de medicina coercitiva y de intromisión de la burocracia sanitaria y el Estado en la vida de los ciudadanos.


Se le ha hecho creer a la gente que su futuro estará libre de enfermedades y limitaciones si, a pesar de no sentirse enfermos, se someten regularmente al control de los sanitarios y cambian sus hábitos y comportamientos. Cuando es de sobra conocido que el control directo que un individuo puede ejercer sobre su salud personal es muy pequeño si se compara con el que ejercen los factores hereditarios, el medio ambiente y el azar. 


En lo que se refiere a la llamada "salud mental", se va cumpliendo la profecía anunciada por los profetas de la Organización Mundial de la la Salud (OMS) que anunciaban a principios del milenio (2001) "enfermos mentales" a granel para esta década. 


Y pronosticaban que la depresión será en el 2030 una de las tres primeras causas de discapacidad de entre todas las enfermedades catalogadas en el CIE-11, y según los relajados patrones del Manual de Diagnóstico de Enfermedades Mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA).


Había estudios que afirmaban que el 38% de los europeos ya padecía un trastorno del estado del ánimo o de ansiedad, ya sea de carácter leve, moderado o grave (Wittchen et al., 2011). De entre estos, los Desórdenes Emocionales (DE) tales como trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y somatizaciones, eran ya los más prevalentes en la Atención Primaria (AP) española, colapsando la consultas de medicina de primaria en 2011 (Cano-Vindel, 2011a).


Muy pronto no quedarán personas sanas en el planeta, según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la OMS y el DSM-5 de la APA...

4.4.22

Hacia una mejor versión de nosotros mismos

Salir de las garras de la ansiedad y la depresión implica un PLAN.

Es un PLAN DE VIDA. Se trata de cambiar los comportamientos ansiosos y depresivos entrando a fondo en las bases que los sustentan y sustituirlos.

Los comportamientos ansiosos y depresivos se basan en METAPROGRAMAS que se alimentan de creencias, valores, identidad, experiencia y entornos específicos familiares, educativos y religiosos. Esos metaprogramas pudieron servirnos en el pasado, pero ahora actúan como factores limitantes y es urgente actualizarlos para que sirvan a nuestras condiciones actuales. Nos quedaremos con algunos, por supuesto.

La revisión de todo ese proceso de superación de creencias LIMITANTES sobre nosotros mismos, el mundo y los demás que nos impiden avanzar conduce normalmente a un REENCUADRE de la vida que  nos coloca en una situación nueva y mejorada para enfrentar los problemas de la existencia.

Obviamente, los problemas no desaparecerán. Lo que cambia es nuestra actitud hacia los problemas y nuestra madurez emocional.

En el diseño del PLAN es necesario prefigurar el ESTADO DESEADO, la finalidad del proceso. Eso implica diseñar cómo queremos ser, cómo nos queremos ver, qué vamos a sentir, qué vamos a escuchar, etc.

Definir esa meta es crucial. Es preciso hacerlo con detalle y comprobar si es lo que queremos. Sobre todo, hay que anticipar cómo nuestro cambio influirá en los demás y en el entorno.  A veces descubrimos que esa versión mejorada de nosotros mismos no siempre es bien recibida...

Una vez definido el ESTADO DESEADO es necesario remover las interferencias. Especialmente responder con claridad y sinceridad a dos preguntas: ¿REALMENTE QUEREMOS CAMBIAR? y ¿QUÉ BENEFICIOS OBTENEMOS DE NUESTRO ACTUAL COMPORTAMIENTO ANSIOSO Y DEPRESIVO?

Mientras clarificamos todo eso, es buena idea realizar el trabajo de movilización energético a través de disciplinas como el Chi Kung, al que me gusta denominar MEDITACIÓN EN MOVIMIENTO. Se trata de que cuerpo y mente trabajen en conjunto para canalizar la energía y dejar que fluya sin interferencias. Y ayudaremos al NERVIO VAGO a que realice su trabajo de regulación emocional y física. O dicho en lenguaje del Chi Kung: equilibrar el canal central del DanTian.

Al mismo tiempo, la eliminación de los psicofármacos es imprescindible. Los psicofármacos bloquean los procesos mentales y fisiológicos necesarios para que se produzca el REENCUADRE y la ALINEACIÓN DE NIVELES NEUROLÓGICOS que buscamos.

Los psicofármacos promueven la pasividad, el estancamiento energético, el victimismo, la dependencia y la cronificación de la ansiedad y la depresión.

Los que estén muy enganchados pueden sustituir los psicofármacos por hierbas medicinales tradicionales para la ansiedad y la depresión, de efectividad probada a lo largo de los siglos tanto en occidente como en oriente, hoy menospreciadas y tachadas de yerbatería por FARMAFIA.

Prefiero ser tajante en decirlo: este trabajo energético y de reencuadre vital no funciona si se ingieren psicofármacos.

En resumen, salir de la ansiedad y la depresión implica un plan y mucho trabajo. Hay que moverse y actuar para avanzar.

DISEÑA UN PLAN, MUÉVETE Y ACTÚA. 

Y BUSCA UN MENTOR...

29.3.22

Las cuatro creencias que cronifican la ansiedad y la depresión e impiden su superación


Lo que la gente cree sobre su ansiedad o depresión se constituye en un sistema de creencias que puede ser limitante o facilitador para superar el estado. Poco caso se le hace a este aspecto que suele ser crucial para salir de las garras de la ansiedad y la depresión o para hundirse más en el pantano.

Entre las creencias limitantes hay cuatro que frenan prácticamente la posibilidad de superar la situación. Son ellas:

- La creencia de que los los psicofármacos son imprescindibles o curan la ansiedad y la depresión.

- La creencia de que hay que aprender a vivir con la ansiedad y la depresión.

- La creencia de que la ansiedad y la depresión son trastornos y enfermedades mentales y que los que las padecen están enfermos.

- Y la creencia de que la ansiedad y la depresión son asuntos de médicos, psiquiatras y psicólogos.

Además de ser rotundamente falsas, estas cuatro creencias son las responsables de que la ansiedad y la depresión se extiendan año tras año, se cronifiquen en el tiempo, incapaciten a los que las padecen por mucho tiempo y que se desarrollen comorbilidades y enfermedades diversas como efecto secundarios de los psicofármacos.

Y lo que es peor, los psicofármacos producen anestesia emocional, falta de concentración, mareos y debilidad general y bloquean los procesos mentales de la atención, pensamiento crítico y voluntad que son cruciales para el procesamiento de lo que nos ocurre.

Al estar dopado, el ansioso o depresivo no puede usar sus propios recursos de experiencia y procesamiento de los datos de su situación.

Al creer que están enfermos y que tienen que aprender a vivir con la ansiedad y la depresión, adoptan una actitud pasiva, resignada y victimista que conduce al estancamiento.

Al creer que su problema es un asunto sanitario, asunto de médicos, los ansiosos y depresivos se privan de muchos tratamientos que existen y está probado que funcionan.

Estas cuatro creencias se difunden sistemáticamente desde el sistema sanitario, los medios de comunicación y redes sociales y desde los aparatos de marketing de las empresas farmacéuticas.

14.2.22

El equilibrio del nervio vago es esencial para una vida plena y satisfactoria

El nervio vago es una de las maravillas de la evolución humana. Forma parte del sistema nervioso y su función es la de regular las funciones corporales básicas. 

Mientras estamos ocupados realizando nuestras tareas, el corazón late, los pulmones inspiran y expiran, la sangre circula por el organismo oxigenando las células y retirando los residuos, y el hígado filtrará esa sangre. Y así, sin cesar se realizan todas las funciones corporales sin control consciente. 

Esa proeza la realiza el Sistema Nervioso Autónomo. Antes de la aparición del cerebro cortical, el cuerpo humano evolucionó para sobrevivir y funcionar sin necesidad de la conciencia y la voluntad, movido por los resortes instintivos. Y el nervio vago es el regulador de toda esa actividad.

El sistema nervioso autónomo consta de dos ramas que, controladas automáticamente, intervienen en esta supervivencia:

El simpático aumenta la frecuencia cardíaca y la frecuencia de la respiración, envía flujo sanguíneo hacia los músculos y dilata las pupilas. Al hacerlo, nos permite luchar contra los estresores o “huir” y alejarnos de ellos.

El parasimpático permite relajarnos y recuperarnos de la tensión de las tareas cotidianas, y reduce la frecuencia cardíaca y la respiratoria para que respiremos de forma más profunda y plena y entremos en modo reposo. Su control depende del nervio vago, crucial para la salud.

El nervio vago es el nervio más extenso del cuerpo.

Da sensibilidad al oído, permite que tragues la comida, controla las vías respiratorias y tus cuerdas vocales, controla la respiración, la frecuencia cardíaca, mantiene la presión arterial óptima, las funciones del hígado, activa la vesícula biliar, controla el hambre y la saciedad, los niveles en sangre de azúcar e insulina, la función motora del intestino, la actividad del sistema inmunitario, la inflamación intestinal, o transmite la información del conjunto de las bacterias intestinales, del microbioma.

Se puede decir que el equilibrio del nervio vago es imprescindible para una vida plena y satisfactoria.

Su desequilibrio crónico nos conduce a la enfermedad y la disfunción. Cuando los niveles de estrés permanecen demasiado elevados durante demasiado tiempo, el sistema parasimpático pierde la capacidad de funcionar.

También puede suceder lo contrario, ya que la sobreactivación del sistema parasimpático puede ralentizar la capacidad de afrontar potenciales estresores. El cuerpo, bajo constantes niveles de estrés, produce elevados niveles de inflamación y no tiene la oportunidad de recuperarse.

Como nuestro sistema nervioso no sabe distinguir entre el estresor real o el estresor de origen emocional, reacciona igual ante el peligro real como ante el peligro imaginado. 

Hoy se conoce bien el mecanismo que se dispara cuando creemos inminente una situación que nos desagrada. Nuestro cerebro "enciende" dos regiones (amígdala e hipocampo) que nos obligan a "vivir" ó "revivir" aquella circunstancia, aunque en realidad no esté sucediendo. El cerebro se anticipa y nuestros miedos se hacen "realidad". 

Ésta es la base del estrés y la ansiedad.

Esto  muestra lo poderoso que puede ser temer que algo suceda. Puede llegar a generar "recuerdos" que no deberían existir.

Los científicos han observado a través de imágenes obtenidas por resonancia magnética funcional que la amígdala (parte del encéfalo encargada de recibir las señales de peligro potencial y que ayudan al organismo a prepararse para protegerse) y el hipocampo (parte relacionada con la memoria y el aprendizaje) se activan cuando una persona está anticipándose a una situación que teme. De esta forma, la persona siente la situación desagradable que teme sin que haya ocurrido.

De tal manera que el sólo pensar en la situación, con todas o parte de sus características (submodalidades visuales, auditivas o kinestésicas), activa los centros cerebrales encargados de manejar las emociones, desata las respuestas bioquímicas con neurotransmisores y reproduce en el cuerpo las reacciones somáticas como si la situación estuviera realmente sucediendo.

Se puede decir que el equilibrio del nervio vago es imprescindible para una vida plena y satisfactoria.

Y podemos aprender a regularlo con la dirección adecuada, mediante una serie de ejercicios y técnicas usadas desde siempre y que forman parte del conocimiento ancestral de oriente y occidente.

Su desequilibrio crónico nos conduce a la enfermedad y la disfunción. Cuando los niveles de estrés permanecen demasiado elevados durante demasiado tiempo, el sistema parasimpático pierde la capacidad de funcionar.

También puede suceder lo contrario, ya que la sobreactivación del sistema parasimpático puede ralentizar la capacidad de afrontar potenciales estresores. El cuerpo, bajo constantes niveles de estrés, produce elevados niveles de inflamación y no tiene la oportunidad de recuperarse.

8.2.22

Remite el ensayo general del Gobierno Global


Ahora que el corona timo empieza a amainar es hora de hacer balance y recoger las enseñanzas de la plandemia. Hemos comprobado que la Nueva Normalidad que nos quieren imponer los globalistas y plutócratas de Davos es un asco. 

Y ya sabíamos que la Vieja Normalidad tan ansiada por muchos era bastante mejorable

Sobre las miserias de la vieja normalidad se ha edificado la nueva. Hemos comprobado que no hay hueso sano. El sistema judicial abandonó su papel de custodio de los derechos fundamentales y dio el visto bueno a toda clase de medidas dictatoriales. Las fuerzas de seguridad se dedicaron a imponer medidas de fuerza contra los ciudadanos. Los medios de comunicación mercenarios divulgaron toda clase de mentiras y pasaron la factura.

La casta médica y la burocracia sanitaria se cubrieron de gloria y enseñaron su rostro de brazo armado de la industria farmacéutica. Y de paso, pusieron en evidencia las carencias del sistema de salud. La burocracia escolar mostró su miseria pedagógica y humana y se dedicó a torturar niños inocentes imponiendo castigos medievales en las escuelas. Y la casta política y el numeroso funcionariado se dedicaron a ejecutar el plan de Davos y seguir cobrando, mientras una población asustada obedecía normas absurdas sin apenas cuestionarlas. Mientras tanto, la Corona adornaba muy bien las portadas del Hola... Y el clero católico esparcía incienso y miraba al cielo...

Ansiar la vuelta al pasado indica que poco hemos aprendido, sin mencionar que es una ilusión. Los plutócratas de Davos han exhibido su músculo y tienen en el bote a políticos, reyes, jueces, policías, médicos, maestros, periodistas y funcionarios, etc.

La plandemia del Covid  ha sido el ensayo general del Gobierno Global, cuyo programa es la Agenda 2030. Gobierno que nadie ha elegido. Esos plutócratas son los que deciden quiénes son los elegidos para jugar en el tablero de la política electoral. Porque al final da lo mismo que usted vote por Sánchez, por Casado, por Iglesias o Yolanda Díaz, etc. Todos suscriben y cumplen el programa globalitario (global y totalitario) de la Agenda 2030. 

Pronto vendrán nuevos confinamientos y restricciones con la excusa del Cuento Climático o cualquier otro pretexto...

Los que estamos escaldados de revoluciones y salvadores de la humanidad sabemos que la salida está en la desobediencia tranquila y en la formación de pequeños núcleos que se organicen para practicar un estilo de vida diferente, empezando por las familias.

ALGO SE MUEVE

La agresiva campaña mundial de vacunación, el recorte de derechos fundamentales que la acompaña y la merma económica para grandes sectores de la población que han traído los confinamientos, cierres de empresas y la destrucción de tejido económico están impulsando el desarrollo de formas de vida alternativas y paralelas en los países desarrollados.

La evidencia de los efectos secundarios de los fármacos experimentales inoculados a cientos de millones de personas empieza a abrir los ojos de amplios sectores de la población mundial, cegados hasta ahora por el miedo y la campaña de intoxicación mediática que han sufrido a lo largo de años.

El abandono de las escuelas públicas en Estados Unidos, la vuelta a la medicina tradicional, el rechazo a la tiranía médico farmacéutica, el desarrollo de economías colaborativas y de autoconsumo, el ahorro en cryptomonedas y la desobediencia o la evasión de las medidas y protocolos impuestos por la plandemia se extienden por todo el mundo, aunque de manera desigual en  los distintos países y regiones.

Muchos empiezan a buscar trabajos en los que no los obliguen a inocularse, mudarse a lugares más sanos socialmente y con gente que comparta sus valores, encontrar escuelas que no torturen a sus hijos con protocolos absurdos y no los ideologicen con la tontería progresista de moda.

Muchos buscan y encuentran médicos que no estén comprados por las farmacéuticas, pasan más tiempo con sus hijos y cónyuges, sostienen empresas no cómplices de la dictadura sanitaria... Consumen contenidos que comparten sus valores, apagan la televisión y abandonan Facebook, Twiter, y desmontan el corrosivo sistema de control mental y social que ha edificado la dictadura sanitaria... Y eso se está haciendo en pequeña escala en muchas partes del mundo desarrollado.

No es fácil. Se trata simplemente de decidir si somos LIBRES Y QUÉ QUEREMOS HACER CON NUESTRA LIBERTAD. Libres para trabajar sin ser forzados a inyectarnos un fármaco que no queremos en nuestro cuerpo. Libres para opinar sin que nos censuren, persigan o aislen. Libres para que nuestros hijos se instruyan en escuelas que les enseñen cosas útiles y no les impongan protocolos absurdos... Libres para montárnoslo como nos gusta.

Podemos empezar liberando a nuestra familia de la tiranía sanitaria... El resto vendrá después. No tenemos vocación de salvadores ni de redentores...

Somos más de lo que parece. Y la mayoría trabaja en silencio y sin aspavientos.


3.2.22

Generando inmunidad psíquica y fortaleza mental

Actualmente entiendo mi labor de MENTOR como guía de un permanente proceso de crecimiento y cambio en un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo. 


El de Mentor es un trabajo antíquísimo que existe en todas las culturas desde hace miles de años.

La mentoría es esencialmente una relación de desarrollo personal en la cual una persona más experimentada o con mayor conocimiento ayuda a otra menos experimentada o con menor conocimiento. 

En los tiempos que corren es preciso obtener inmunidad psíquica y fortaleza mental frente a las adversidades de la vida. Inmunidad para no sentirse impotente, vencido, temeroso de un futuro incierto y prisionero de una vida sin sentido. 

Volver a fijar los objetivos a lograr, realinear los niveles neurológicos, dotan la vida de dirección y sentido... y son la mejor prevención contra la ansiedad y la depresión. Y esto es cierto tanto para las personas como para los sistemas familiares, sociales o las empresas.

Creo que centrarnos en lo que tenemos que cambiar y planificar cómo, es una tarea crucial para todos y cada uno de nosotros. Y esto tiene que traducirse en objetivos concretos. Esperar que desde el Estado o desde las alturas se revelen las soluciones a nuestros problemas es simple y cómodo pensamiento mágico. 

Creo que no se trata de un problema médico o psicológico. 

Gestionar el cambio, detectar y superar nuestras limitaciones y avanzar como personas es una trabajo constante y evolutivo que va mucho más allá de la psiquiatría o la psicología. De ahí que nosotros no tenemos "pacientes". Tenemos clientes a los que prestamos un servicio de mentoría. 

Creo que el proceso de psiquiatrización de la vida cotidiana debe cesar...


31.1.22

Una intervención NO SANITARIA Y SIN FÁRMACOS para la ANSIEDAD y la DEPRESIÓN

 



Os explico brevemente lo que hacemos en nuestros talleres y en las consultas. Somos pioneros en España desde hace años en un radical cambio no sanitario y sin fármacos en el abordaje de la ansiedad y la depresión.

Os invito a PARTICIPAR en nuestros talleres y venir a nuestras consultas...
Aprenderéis a detectar, analizar, procesar y regular los factores internos y externos que os generan ansiedad y depresión.


Formamos parte de un movimiento en escala mundial que se aleja de la medicalización del sufrimiento humano y de la psiquiatrización de los problemas de la vida cotidiana.

 Descartamos totalmente los psicofármacos porque no solucionan nada y sólo anestesian emocionalmente. Y lo que es peor, bloquean la actividad mental e impiden que se desarrollen los procesos de análisis, aprendizaje y activación de la voluntad y la atención que son cruciales para que superemos los problemas de la vida. Además, cronifican la situación, crean dependencia y tienen graves efectos secundarios.

Por supuesto, hay gente que prefiere anestesiarse con estas y otras drogas, alcohol, programas del corazón, etc, etc, etc, antes que enfrentarse a los problemas de la vida cotidiana.

La angustia por la situación económica, por la salud, los divorcios, despidos, separaciones, muertes de seres queridos, enfermedades graves, agitación por exámenes finales y oposiciones, catástrofes, etc, siempre han existido. Antes los llamábamos "problemas de la vida" y las congojas que traían consigo no eran consideradas como enfermedad. 

La conversión de las emociones humanas en enfermedades mentales o trastornos y la prescripción de psicofármacos es otro negocio más que ya cuesta muchos miles de millones a los sistemas sanitarios alrededor del mundo...

Muchas de esas angustiosas situaciones vitales  se pueden atender por vías no sanitarias y sin prescripción de fármacos... Entregando a las personas las herramientas prácticas necesarias para autogestionar sus emociones o procurarles medios para que sobrevivan...

Nuestra estrategia de intervención NO SANITARIA Y SIN FÁRMACOS para la ansiedad y la depresión abarca los procesos mentales cruciales de las personas y aplica procedimientos y técnicas que son comunes a muchas disciplinas.

 Incluye manejo de la incertidumbre, control de estímulos internos y externos, técnicas de modelado, autocontrol, gestión del estrés, flexibilidad en la dirección de la atención, afrontamiento y regulación de emociones.

Aplicamos también muchas técnicas de la PNL, como el reencuadre, cambio de estado, cambio de historia personal, reimpronta, resolución de conflictos, estrategias de exposición, activación de conductas...Así como estrategias motivacionales y manejo de crisis, entre otros...

Desarrollamos habilidades interpersonales, flexibilidad cognitiva y reevaluación, modificación o abordaje de creencias, técnicas de defusión y distanciamiento, aceptación, valores... 

Y también técnicas de respiración y relajación de las artes marciales orientales.

Al participar en nuestros talleres o en las consultas regulares nuestros clientes aprenden a detectar, analizar, procesar y regular los factores internos y externos que les generan ansiedad y depresión.

Nuestra estrategia de intervención NO SANITARIA  Y SIN FÁRMACOS se enfoca en varios procesos diferentes, y es probable que cualquier proceso en particular cambie a través de varios métodos posibles.

Puede ser que varios procesos se organicen en una jerarquía en la que algunos pueden subsumirse dentro de otros. Por ejemplo, puede ser que la reevaluación y modificación de las creencias limitadoras evolucione hacia un REENCUADRE GENERAL de la vida...

Con esta expansión de la visión y la participación del cliente y al poner mayor énfasis en los procesos de cambio y su influencia en la conducta, generamos una actitud activa y proactiva que busca integrar la gama completa de procesos biológicos, mentales y sociales en el cambio de comportamiento. 

El impacto de redirigir la atención a los procesos de cambio fortalece el esplendor y el renacimiento de las personas en su totalidad.  Y para ello es crucial darle sentido y dirección a la vida y la fortaleza mental y física para afrontar un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo.

En definitiva, nos alejamos de la medicalización del sufrimiento humano y de la psiquiatrización de los problemas de la vida cotidiana. 

Practicamos intervenciones personalizadas y de precisión. 

Al centrarnos en los procesos individuales de cambio focalizamos la intervención en la persona y los sistemas en los que se desenvuelve. Preparamos intervenciones a la medida de las personas concretas. Desechamos los protocolos estandarizados...

Os invito a PARTICIPAR en nuestros talleres y venir a nuestras consultas...
Aprenderéis a detectar, analizar, procesar y regular los factores internos y externos que os generan ansiedad y depresión.

El futuro es vuestro. Recuerda que tienes dentro de ti los recursos para salir adelante. Confía en tus propias fuerzas. No te anestesies, despierta y toma las riendas de tu vida.

24.1.22

Las pastillas no curan la ansiedad y la depresión, sólo anestesian emocionalmente


No hay un solo estudio en pacientes diagnosticados de esquizofrenia que haya demostrado un exceso de dopamina ni un estudio en pacientes depresivos que haya encontrado un déficit de serotonina. La idea circula como si fuera cierta y tiene mucho que ver en ello el cuantioso gasto en marketing de la industria farmacéutica. 


Pero sigue sin estar probado que la hipótesis neuroquímica sea cierta...

Desde el éxito de marketing del mítico Prozac en los años 80 del siglo XX se ha popularizado la idea de la explicación biologicista del trastorno mental y del desequilibrio neuroquímico como causa de los diferentes cuadros clínicos que se presentan. Como los fármacos neurolépticos bloqueaban la transmisión de dopamina y los antidepresivos tricíclicos inhibían la recaptación de serotonina o noradrenalina, se formuló la hipótesis de que la esquizofrenia podía ser debida a un exceso de dopamina y la depresión a un déficit de serotonina. Y esta ha sido desde hace más de treinta años la hipótesis que explica el éxito comercial de los llamados ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina).

El problema es que esta hipótesis nunca se ha demostrado. No hay un solo estudio en pacientes diagnosticados de esquizofrenia que haya demostrado un exceso de dopamina ni un estudio en pacientes depresivos que haya encontrado un déficit de serotonina. La idea circula como si fuera cierta y tiene mucho que ver en ello el cuantioso gasto en marketing de la industria farmacéutica. 

Pero sigue sin estar probado que la hipótesis neuroquímica sea cierta...

Un ISRS puede ayudar a una persona con síntomas depresivos y ansiedad intensa no porque vaya a corregir ningún déficit de serotonina misterioso e inalcanzable a las pruebas científicas, sino porque el bloqueo en la recaptación de serotonina acaba provocando una cierta anestesia emocional que, en ese contexto, puede ser útil puntualmente para la persona. Pero los efectos secundarios no compensan tal beneficio momentáneo.

Y tal vez sea hora ya de ir dejando a un lado tal hipótesis. Reputados psiquiatras como Thomas Szas y Joanna Moncrieff han planteado hace ya mucho tiempo el cambio del modelo centrado en los fármacos, imperante en psiquiatría. Postular que la ansiedad y la depresión son solamente procesos bioquímicos es científicamente falso y humanamente peligroso.

En España y en el mundo la ansiedad y la depresión tienen que ver mucho con el desempleo, el divorcio, la pobreza, las dificultades económicas y la crisis en los valores e ideales, etc.  Y últimamente, con el terror al Covid.

¿Qué sentido tiene prescribir antidepresivos o ansiolíticos a personas aprisionadas en difíciles peripecias vitales, con problemas económicos, desahuciados, con hijos a su cargo, maltratados o viviendo un duelo? ¿De qué les sirve? ... ¿Van a mejorar mientras estén en precarias situaciones materiales? ¿Van a mejorar mientras no lleven a cabo su liberador trabajo de duelo? ¿De qué les sirve permanecer bajo anestesia emocional?

El drama es que estos diagnosticados en su mayoría no reciben ningún otro apoyo además del psicofármaco durante largos períodos. La gran mayoría (dos de cada tres) de las personas con ansiedad y depresión son diagnosticadas y tratadas en Atención Primaria. Y el "tratamiento" se basa en la prescripción de psicofármacos y psicotrópicos (más del 60% de los casos tratados), sobre todo ansiolíticos o benzodiacepinas, cuyo consumo aumenta a pasos agigantados, a pesar de que son esencialmente ineficaces y desarrollan adicción en una buena parte de los casos. Con el añadido de que los efectos secundarios son la causa de accidentes de tráfico y de caídas y roturas de cadera en personas mayores.

Esto es ampliamente conocido en todos los sistemas de salud europeos desde hace años. Y las guías de práctica clínica como la del  National Institute for Health and Care Excellence del Reino Unido (NICE, 2011) recomiendan las terapias psicológicas, de información y educación emocional, entrenamiento de habilidades sobre el manejo del estrés y las emociones, etc, como tratamiento sustitutivo del psicofármaco.

Pero en España menos de 1% de los diagnosticados con trastorno de ansiedad activo en el último año ha recibido tratamiento sin fármacos. En el caso de los diagnosticados con depresión la cifra sube al 5%, pero sigue siendo irrisoria. España es el segundo país de la OCDE en consumo de benzodiacepinas y en 2018 la tasa de consumo de tranquilizantes, antidepresivos y somníferos alcanzó las 169,7 dosis diarias por 1000 habitantes (OECD, 2021). 

Cuatro de cada diez pastillas ansiolíticas tomadas en España en 2020 eran lorazepam, uno de los fármacos más conocidos junto con el alprazolam o el diazepam. (OCDE, 2021)

Un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes señala a España como el país del mundo con mayor consumo legal de benzodiacepinas. (JIFE,ONU,2021)

El caso es que se ha creado una ola de diagnósticos de ansiedad y depresión generados por la campaña de terror que acompañó al Covid. Y se ha incrementado el número de suicidios...

También con la crisis económica de 2008 aumentaron los casos de depresión en Atención Primaria en España en un 19% entre 2006 y 2010 (Gili et al., 2014). Con la plandemia de terror del Covid ya se han duplicado los trastornos de ansiedad, la depresión, las somatizaciones y los trastornos de sueño. Y es probable que la crisis económica que trae la plandemia del Covid incremente aún más el problema a lo largo del tiempo, ya que un tercio de la población española vive ya bajo el umbral de pobreza. 

Según nuestros estándares, las personas están en riesgo de pobreza al vivir con unos ingresos inferiores al 60% de renta mediana. En España, supone tener una renta inferior a los 739 euros al mes en un hogar formado por una sola persona o 1.552 euros mensuales en un hogar formado por dos adultos y dos niños. 

Antes de la plandemia de terror del Covid, los costos de la Atención Primaria se destinaban en un 50%a los llamados "trastornos mentales comunes", es decir, a los trastornos emocionales...

¿Habrá que diagnosticar como ansiosos y depresivos y prescribirles psicofármacos mediante una entrevista telefónica a todos los que manifiesten malestares diversos de tipo de emocional por estar en situación estadística de pobreza?

La psiquiatrización de la vida cotidiana sólo beneficia a la industria farmacéutica, a ciertas universidades y centros de investigación, a un buen número de psiquiatras, psicólogos y maestros, a ciertas editoriales especializadas y a los políticos interesados en estigmatizar y anestesiar emocionalmente a cada vez más ciudadanos descontentos, enojados y pauperizados.

Los psicofármacos no sólo no ayudan a resolver el problema, sino que lo cronifican, generan una legión de discapacitados y causan sobrecoste en gasto farmacéutico. Como recoge la cuantiosa literatura clínica existente, el tratamiento con psicofármacos, tiende a la cronicidad, la comorbilidad y la discapacidad, disminuyendo la calidad de vida.

Es simplemente absurdo y criminal seguir por ese camino.

20.1.22

Mi intervención como Mentor en un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo

A lo largo de los años me han preguntado muchas veces en qué consiste mi trabajo como MENTOR.

La respuesta ha cambiado a lo largo del tiempo, ya que cómo persona y como profesional no soy el mismo que era cuando me inicié en el coaching en el año 2001. Por aquellos tiempos estaba buscando reorientar mi vida y dejé de lado la labor de periodista y agente de prensa que ya no satisfacía mi anhelo de autorrealización.

Actualmente entiendo mi labor de MENTOR como guía de un permanente proceso de crecimiento y cambio en un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo. 

El de Mentor es un trabajo antíquísimo que existe en todas las culturas desde hace miles de años.

La mentoría es esencialmente una relación de desarrollo personal en la cual una persona más experimentada o con mayor conocimiento ayuda a otra menos experimentada o con menor conocimiento. 

Las raíces de la mentoría pueden trazarse hasta la antigüedad. La palabra fue inspirada por el personaje de Mentor en la Odisea de Homero. La diosa Atenea toma su apariencia para guiar al joven Telémaco en su tiempo de dificultad.

Existen sistemas de mentoría históricamente significativos, incluyendo el gurú, los ancianos, el discipulado practicado por el judaísmo rabínico y la iglesia cristiana, y el sistema de maestro-aprendiz dentro de los gremios medievales.

Inmunidad mental y psíquica y psiquiatrización de la vida cotidiana

En los tiempos que corren es preciso obtener inmunidad psíquica y mental frente a las adversidades de la vida. Inmunidad para no sentirse impotente, vencido, temeroso de un futuro incierto y prisionero de una vida sin sentido. Volver a fijar los objetivos a lograr, realinear los niveles neurológicos, dotan la vida de dirección y sentido... y son la mejor prevención contra la ansiedad y la depresión. Y esto es cierto tanto para las personas como para los sistemas familiares, sociales o las empresas.

Creo que centrarnos en lo que tenemos que cambiar y planificar cómo, es una tarea crucial para todos y cada uno de nosotros. Y esto tiene que traducirse en objetivos concretos. Esperar que desde el Estado o desde las alturas se revelen las soluciones a nuestros problemas es simple y cómodo pensamiento mágico. 

Creo que no se trata de un problema médico o psicológico. Gestionar el cambio, detectar y superar nuestras limitaciones y avanzar como personas es una trabajo constante y evolutivo que va mucho más allá de la psiquiatría o la psicología. De ahí que nosotros no tenemos "pacientes". Tenemos clientes a los que prestamos un servicio de mentoría. 

Creo que el proceso de psiquiatrización de la vida cotidiana debe cesar...

Se va cumpliendo la profecía anunciada por los profetas de la Organización Mundial de la la Salud (OMS) que anunciaban a principios del milenio (2001) "enfermos mentales" a granel para esta década, y pronosticaban que la depresión será en el 2030 una de las tres primeras causas de discapacidad de entre todas las enfermedades catalogadas en el CIE-11, y según los relajados patrones del Manual de Diagnóstico de Enfermedades Mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA).

Había estudios que afirmaban que el 38% de los europeos ya padecía un trastorno del estado del ánimo o de ansiedad, ya sea de carácter leve, moderado o grave (Wittchen et al., 2011). De entre estos, los Desórdenes Emocionales (DE) tales como trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y somatizaciones, eran ya los más prevalentes en la Atención Primaria (AP) española, colapsando la consultas de medicina de primaria en 2011 (Cano-Vindel, 2011a).

Muy pronto no quedarán personas sanas en el planeta, según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la OMS y el DSM-5 de la APA, ya que los clásicos tímidos de toda la vida padecerían ahora de "Fobia Social" y los antiguos niños trastos y revoltosos serían presas del "Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad" (TDAH), que conceptualiza a niños con problemas y sufrimientos indudables como personas con cerebros supuestamente alterados que requieren de forma indefinida medicamentos que para nada han demostrado su eficacia a largo plazo y cuyos efectos secundarios pueden ser preocupantes. 

Se inventan el TDAH del adulto (de reciente aparición), o la famosa "ansiedad social", que cambió el nombre de la timidez con sustanciosos beneficios para los dueños de la paroxetina, o se baja el umbral de otros trastornos hasta acabar diagnosticando de bipolar a cualquier persona que pasa algunos días más acelerado de lo debido, sin prestar la menor atención al contexto.

De tal manera que los que trabajan mucho son workahólicos; los que cuidan al extremo su alimentación, padecen de ortorexia; los que dedican mucho tiempo al gimnasio sufren vigorexia; los asiduos de la cirugía estética son esteticohólicos; los enganchados a los videojuegos padecen ciberdependencia; los emigrantes que viajan constantemente de un sitio a otro sufren el Síndrome de Ulises... y así por el estilo.

Y las tribulaciones de una vida llena de incertidumbre, inseguridad laboral y salarios escasos, parejas sin vocación de permanencia, ancianos solitarios o abandonados a su suerte, vidas vacías y sin sentido, pobreza crítica, dificultades económicas y demás terrores de la vida cotidiana se traducen en Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), Depresión, Depresión Mayor y otras etiquetas.

Creo que muchos de esos problemas vitales y sociales no tienen solución en el ámbito sanitario, no tienen que ver con lo psicopatológico y pueden ser abordados mucho mejor a través de disciplinas como el mentoring o el coaching, por ejemplo.

Creo firmemente que ayudar a la gente a descubrir la dirección y sentido de su vida es la clave de mi trabajo como Mentor. Proveer la inmunidad psíquica y mental para transitar airoso por estos tiempos de incertidumbre y alejar a mis clientes de la ansiedad y la depresión, el miedo, el limbo, la desesperación...

La otra llave en la que creemos está en el esfuerzo colectivo y la solidaridad. Nadie se salva solo. Nadie tiene la verdad absoluta. Escuchar a los otros y asumir que por muy amplios que sean nuestros puntos de vista son siempre parciales, es una buena manera de construir explicaciones colectivas y salidas comunes a las crisis personales y sociales. 

Mentoría y PNL

Practico la Programación Neurolinguística (PNL) desde el año 2001 (desarrollada por el anglicista y lingüista John Grinder y el Master en psicología teórica Richard Bandler). Y hemos incorporado a nuestro arsenal de intervenciones la hipnosis ericksoniana, desarrollada por el psiquiatra e hipnoterapeuta Milton Erickson, modelada por los nombrados Bandler y Grinder.

Creemos que todo comportamiento tiene una intención positiva y que las personas tienen todos los recursos necesarios para hacer los cambios que se proponen, sean estos remediativos, generativos o evolutivos.

Creemos que hay que hacer otra cosa si lo que hacemos hasta ahora no funciona y creemos en la prevención de las repercusiones del cambio.

Usamos la PNL como un método educativo. Y enseñamos a la gente a usar su propia cabeza, a conocer la estructura de su experiencia subjetiva y a modificarla usando herramientas y técnicas específicas que permitirán acercarse a los objetivos que se propongan.

El objetivo de la PNL es ser útil, aumentar las opciones y puede ser utilizada por cualquier persona, independientemente de su filosofía o creencias.

PNL e hipnosis ericksoniana tienen en su base base varias creencias 

similares, tales como: la comunicación por medio del síntoma; el aprovechamiento de la utilización hipnótica de lo que trae la persona a las sesiones; la fe en los sistemas, y por lo tanto, en la familia; la creencia de que el mentor o terapeuta debe ser el elemento más flexible del sistema, acomodándose a los requerimientos de los consultantes.

El sistema familia

Incorporamos también sesiones de pareja y familiares a las intervenciones con nuestros clientes que a primera vista presentan un problema individual, basados en la creencia de que si bien el estímulo para el cambio proviene de la intervención individual, su elaboración involucra al sistema entero de relaciones significativas del cliente.

El objetivo de incluir trabajo con la familia del cliente es ayudarle a modificar sus formas de relacionarse de modo que logre una disminución de su malestar, situándose el mentor como un supervisor y entrenador, monitoreando el efecto de los episodios significativos y ayudándoles a desarrollar sus competencias relacionales . 

El hecho de realizar en primer lugar intervenciones individuales ayuda al cliente a prepararse para luego sostener diálogos con quienes forman parte de sus sistema relacional afectivo y así alcanzar una mejor elaboración de las problemáticas que les aquejan.

Un beneficio que se obtiene de la realización de sesiones de pareja junto con intervenciones individuales es brindar la oportunidad de que el cliente hable de sí mismo y sus problemas en un ambiente contenido y protector, en una forma nueva; abriendo la posibilidad de reconciliación con su objeto relacional primario. Se brinda también la posibilidad de enriquecer la comprensión a través de una mayor información, aclarar malos entendidos, posibilitar reconciliaciones, monitorear la evolución de la intervención y favorecer el encuentro emocional entre los miembros de la familia.

Creemos que nuestras intervenciones son un servicio que se brinda a un cliente, por lo tanto el mentor es responsable de ayudarlo a obtener los resultados que espera, ya que está pagando por dicho servicio. 

Creemos que el objetivo general de la intervención es el alivio de los síntomas o la resolución de los problemas que presenta el cliente.

Desde este punto de vista, aplicamos las técnicas que sean necesarias para que el cliente logre sus objetivos.

Creemos que una de las grandes herramientas en las intervenciones es el cambio a través de la influencia interpersonal y la observación. 

Creemos en el cambio progresivo. No aspiramos a controlar todo el proceso de cambio del cliente, sólo lo iniciamos para que posteriormente éste siga su camino. Es por eso que se valoran positivamente todos los cambios iniciados por el propio cliente o la familia, tales como el retomar actividades que se habían dejado de lado, o hacer cambios para compartir como familia.

Creemos en establecer contacto con el paciente. Esto implica aceptar las propias explicaciones y comprensiones que el paciente tiene sobre su problemática, atender a sus palabras, esquemas de valores y cómo enfrentan los conflictos. Es por eso que se aceptan las teorías del cliente respecto a la generación de su sintomatología y se trabaja a partir de ellas.

Esperamos a que el propio cliente esté listo para conversar sus problemáticas con diferentes miembros de la familia, citándolos solamente cuando el cliente se siente cómodo con la idea de compartir con ellos su espacio.

Creamos situaciones en las que personas puedan darse cuenta de su propia capacidad: se motiva al cliente para que inicie cambios fuera de sesión, pero no se le fuerza a realizar acciones que no le acomoden. Cuando se requiere que un cambio ocurra, se prepara el escenario y a los clientes para acompañarlos a producir los cambios necesarios.

Esta forma de intervenir trae implícita que confiamos en que las personas tienen las capacidades para comportarse de manera diferente, sólo necesitan descubrirlas y entrenarlas para cada problema, sin recurrir a recetas, buscando la forma de tratar cada problema de forma diferente con la premisa de que el objetivo final es resolver el evento crítico que llevó a la familia o cliente a pedir ayuda.

Lo que guía el avance del cliente no son las ideas preconcebidas respecto al tratamiento de los problemas que pueda tener el mentor, sino las necesidades de los clientes. 

Los objetivos de la intervención los establece el cliente. A partir de la lectura de estas necesidades el mentor busca o crea herramientas para aplicar con el objetivo último de ayudar a aliviar el sufrimiento del cliente.

En cuanto a la evaluación de resultados, el principal indicador de que la intervención está siendo exitosa – o que, definitivamente, el problema fue resuelto - es que el cliente considere que su problema se ha resuelto.

15.1.22

El rebaño ya está amaestrado y baila al son que tocan los que mandan


La gestión de la propaganda y la desinformación a lo largo de la plandemia es la primera aplicación en escala planetaria de la Ventana de Overton y de la Gestión Estratégica de la Percepción (perception management).


No sólo se han inoculado sustancias desconocidas y tóxicas en cientos de millones de personas alrededor del mundo, sino que se han anclado metaprogramas que fijan el sistema de creencias limitantes básicas que permitirán seguir manipulando a la gente con los objetivos de la Agenda 2030.


Los metaprogramas son en Programación Neurolingüística (PNL) el software que dirige nuestros pensamientos, decisiones y acciones. Un anclaje es una respuesta condicionada a un estímulo. La ventana de Overton es una técnica que consiste en una secuencia de acciones que logran que una idea en principio inaceptable termine siendo asumida individual y socialmente.

Los datos de la situación han llevado a los que mandan a cambiar el relato de la plandemia.

La situación económica empeora. La economía no aguanta más confinamientos y toques de queda.

De manera que la "gripalización" de la plandemia pudiera ser la manera de normalizar la situación y permitir que siga la vacunación sin situaciones de emergencia.

Y en España comienza la temporada electoral. En Castilla y León, por ejemplo, no hay terrorismo sanitario, ni restricciones. Nadie quiere incomodar a los votantes...

La gente ya traga el discurso oficial sin que sea necesario declarar el Estado de Emergencia. La ventana de Overton ha funcionado. Aceptan la pérdida de derechos y libertades, se confinan por propia iniciativa, compran el test que da positivo a cualquier coronavirus de la gripe de siempre y así impulsan el crecimiento de la ola, se ponen el bozal a toda hora y asumen que se tendrán que pinchar todas las veces que haga falta. 

El metaprograma "confía en tu médico, en la ciencia, los expertos, en la tele y en los datos oficiales; el gobierno lo hace todo por tu bien; no te fíes y aléjate del relato negacionista y conspiranoico" ya está anclado en la mente del rebaño. 

El metaprograma "obedece, sufre en silencio y si te cuesta, llama a tu médico para que te prescriba un anestésico emocional... rebelarse es cosa de enfermos mentales y desadaptados" está también instalado.

El metaprograma sobre el cambio climático ya ha sido instalado en España, según revelan todas las encuestas. El 81% de los españoles está a favor de "medidas gubernamentales más estrictas que impongan cambios en el comportamiento de las personas para hacer frente a la emergencia climática" similares a las ya adoptadas durante la pandemia por el covid-19. 

Así lo ha recogido el Banco Europeo de Inversiones en la primera parte de su estudio de 2021 en el que se tratan cuestiones relevantes en cuanto al cambio climático y sus consecuencias, algo que el 82% de los españoles considera como "el mayor reto al que se enfrenta la sociedad en el siglo XXI". 

Este sistema de creencias servirá a los que mandan para sus próximos objetivos: electrificacion forzosa del sistema de transporte, aceptación de los alimentos transgénicos y sucedáneos de la carne para salvar el planeta, subida de la electricidad por el cambio climático, las nucleares ahora son verdes, etc, etc, etc,... La cantinela de la Agenda 2030.

De ahí que ya no haga falta la VACUNACIÓN FORZOSA... Lo que les permite decir a los que mandan que todo es voluntario, ellos sólo recomiendan y así la casta política y las burocracias sanitaria y escolar eluden las responsabilidades civiles y penales de los daños causados por los pinchazos.

La NUEVA NORMALIDAD consiste en aceptar como habitual y natural lo que hace dos años era excepcional e inaceptable. Otra escalofriante aplicación exitosa de la ventana de Overton. Y una diabólica gestión estratégica de la percepción del rebaño.

Los que no tragamos seguiremos a lo nuestro y viviremos al margen de este manicomio.

Llegó la hora de las sociedades paralelas.

10.1.22

El negocio del miedo con el Terror Covid produce el máximo histórico de suicidios en España

La ola de terror Covid es la causa de que en en 2020 se produjera el máximo histórico de suicidios en España. Con 3.941 muertes por esta causa, aumentan un 7,4% respecto a 2019. A falta de conocer los datos de 2021 que apuntan a que serán aterradores...








Con el miedo al Covid se ha logrado aterrorizar en corto tiempo a una buena parte de la población mundial mucho más que con años de profecías apocalípticas sobre los efectos del cambio climático. Y sabemos bien que el miedo a la enfermedad, la vejez y la muerte están en la base emocional de todas las sociedades humanas.

Según el informe que elabora anualmente el Observatorio del Suicidio en España de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, en base a los datos de las Estadísticas de Defunción por Causa de Muerte publicados por el INE, en 2020 fallecieron por suicidio 3.941 personas en España, con una media de casi 11 personas al día; un 74% de ellas varones (2.938) y un 26% mujeres (1.011). Así, 2020 se convierte en el año con más suicidios registrado en la historia de España desde que se tienen datos (año 1906).

Estas cifras suponen un aumento de 270 defunciones respecto a 2019 (un 7,4% más), de las que 159 corresponden a hombres (un incremento del 5,7%) y 111 a mujeres (un aumento del 12,3%).

Es la primera vez en España que se superan las mil muertes por suicidio en mujeres. También es la primera vez que España alcanza 14 suicidios de menores de 15 años (7 niños y 7 niñas), duplicando los casos de 2019. Además, el suicidio en personas mayores de 80 años ha aumentado un 20%. 

El suicidio es la principal causa de muerte no natural en España, produciendo 2,7 veces las provocadas por accidentes de tráfico, 13,6 veces más que los homicidios y casi 90 veces más que la violencia de género.

Con 300 muertes por esta causa, el suicidio es, después de los tumores (330 defunciones) la principal causa de muerte entre la juventud española (15 a 29 años). Los datos de 2021 deben ser aterradores...

EL NEGOCIO DEL MIEDO

El miedo a una catástrofe biológica y al desastre que produciría el cambio climático han desplazado al principal causante del pánico colectivo durante la guerra fría: el holocausto nuclear. 

Desde hace décadas somos bombardeados con profecías, películas, libros, documentales, sobre la llegada de bacterias invencibles, virus inteligentes, deshielo de los polos, inundaciones, tsunamis, etc, etc, etc. 

Con el miedo al Covid se ha logrado aterrorizar en corto tiempo a una buena parte de la población mundial mucho más que con años de profecías apocalípticas sobre los efectos del cambio climático. Y sabemos bien que el miedo a la enfermedad, la vejez y la muerte están en la base emocional de todas las sociedades humanas.

Los que propician desde el poder estas campañas de terror colectivo conocen bien el mecanismo mediante el cual cuando creemos inminente una situación que nos desagrada. Nuestro cerebro "enciende" dos regiones (amígdala e hipocampo) que nos obligan a "revivir" aquella circunstancia, aunque en realidad no esté sucediendo. El cerebro se anticipa y nuestros miedos se hacen "realidad". Ésta es la base del estrés y la ansiedad.

Esto  muestra lo poderoso que puede ser temer que algo suceda. Puede llegar a generar "recuerdos" que no deberían existir.

Los científicos han observado a través de imágenes obtenidas por resonancia magnética funcional que la amígdala (parte del encéfalo encargada de recibir las señales de peligro potencial y que ayudan al organismo a prepararse para protegerse) y el hipocampo (parte relacionada con la memoria y el aprendizaje) se activan cuando una persona está anticipándose a una situación que teme. De esta forma, la persona siente la situación desagradable que teme sin que haya ocurrido.

De tal manera que el sólo pensar en la situación, con todas o parte de sus características (submodalidades visuales, auditivas o kinestésicas), activa los centros cerebrales encargados de manejar las emociones, desata las respuestas bioquímicas con neurotransmisores y reproduce en el cuerpo las reacciones somáticas como si la situación estuviera realmente sucediendo.

En ese mecanismo se basa la campaña de terror al Covid para inducir en la población un trastorno grave del sentido de la realidad y se expresa como miedo, angustia u obsesión irracional.

La otra clave es impedir a los ciudadanos el acceso a información veraz y oportuna sobre el Covid porque se desmontaría toda la campaña de terror y pondría en evidencia la intrincada trama de intereses entre los políticos, el sistema sanitario, las farmacéuticas y los medios de comunicación.

Los políticos, las burocracias médica y escolar, las farmacéuticas, los medios de comunicación y una partida de tertulianos, "expertos" y periodistas del montón han logrado instalar un comportamiento histérico, ansioso, antisocial, discriminatorio, acosador, descortés e insolente en amplias capas de la población. 

Las manifestaciones son amplias: 

Se puede ver a una mayoría de personas usando mascarillas bozal en las calles, en el el campo o conduciendo el coche en solitario. 

Se puede ver a las personas mayores usando la mascarilla bozal en los porches de sus casas mientras toman el sol y a toda hora.

Se ve a los niños con mascarilla bozal en las escuelas, parques y a los padres recriminándolos si se los quitan. 

Miran de reojo, se apartan o cambian de acera si se les acerca alguien que no lleva mascarilla bozal. 

Amedrentan y presionan para que te inocules y amenazan con despidos y toda clase de irregularidades.

Los propios parientes piden certificados covid para asistir a fiestas familiares. 

La gente se pone ansiosa, temerosa, discrimina, aisla, acosa y es mal educada si descubre a algún no vacunado. 

Se ha instalado una distorsión grave del sentido de la realidad que se expresa como miedo, angustia u obsesión irracionales.