16.6.22

La otra pandemia de ansiedad y depresión


Este ensayo recoge las consecuencias del terror Covid.

En lo que se refiere a las "enfermedades mentales", la campaña de guerra psicológica desatada desde finales de 2019 sobre la población mundial con la excusa del Covid ha dado los resultados probablemente esperados por sus planificadores. 

Desde el inicio de la plandemia de terror, el estrés por las amenazas sanitarias, las consecuencias económicas, el deterioro de la salud, la pérdida de seres queridos, apoyo social y las turbaciones emocionales se han incrementado en la población de todos los países en los que se han realizado mediciones con los instrumentos de diagnóstico estándar. 

Un estudio internacional publicado en octubre de 2021 en la revista The Lancet (publicación con solera y muy vinculada a la industria farmacéutica) estima que los casos de depresión mayor y trastorno de ansiedad en el mundo han aumentado un 28% y un 26%, respectivamente, durante la pandemia. Esto significa que en 2020 se produjeron 53 millones de trastornos depresivos y 76 millones de diagnósticos de ansiedad más de los esperables. Los grupos de población más afectados por esta avalancha han sido las mujeres y la gente joven, según los investigadores. El estudio de The Lancet realizó un metaanálisis con datos de prevalencia de depresión y ansiedad en 203 países del mundo durante 2020, cifra el impacto de la pandemia de covid: los diagnósticos de depresión y ansiedad crecen más de un 25% en todo el mundo, aunque no de forma homogénea. 

La ola de terrorismo mediático sobre el Covid creó la "tormenta perfecta" que catalizó el sufrimiento y el descontrol de las personas y desató todo tipo de malestares difícilmente catalogables, diferenciables y cuantificables. 

En el caso de España, la Encuesta de Salud Mental efectuada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en febrero de 2021 arrojó una catarata de síntomas físicos experimentados por la población: cansancio (51,9%), insomnio 41,9%), dolor de cabeza (38,7%), de espalda (37,9%), de articulaciones (33,1%) y palpitaciones (22,7%). Las expresiones emocionales manifestadas con frecuencia fueron: desesperanza con respecto al futuro (24,9%), alta preocupación por muchas cosas sin poder controlarla (24,5%), inquietud (22,1%), agobio y estrés (21,8%), mucha tristeza o depresión (19,8%), soledad (17,2%), mucha ansiedad o miedo (15,7%), irritabilidad, ira, enfado o agresividad (13,8%).

El resultado de toda esta ola de psiquiatrización de la vida cotidiana ha sido un incremento de la prescripción de psicofármacos. Según diferentes estudios, en el 78% de los casos la salud mental se ha visto realmente afectado, con una prevalencia principalmente de trastornos depresivos (15.97%), ansiedad (15,15%), insomnio (23,87%), estrés postraumático (22%) y angustia psicológica (13,29%).

Así, ante la falta de medios de ayuda como terapia semanal o frecuente, la sociedad española ha optado por acudir a diferentes fármacos, sobre todo, los psicolécticos –los que engloban ansiolíticos, hipnóticos y antipsicóticos–.

La falta de asistencia psicológica y la pandemia silenciosa ha provocado que, según datos del Ministerio de Sanidad del gobierno de España, el consumo de psicoléticos represente un crecimiento asombroso del 7% en 2021, respecto a 2020. Contrasta de lejos con la cifra de crecimiento que se puede observar entre diciembre de 2010 y noviembre de 2020, la cual se situó en el 4,81%. Es decir, que en tan solo un año se ha incrementado casi el doble que en una década. 

En este sentido, entre los meses de diciembre de 2020 y noviembre de 2021, la población española consumió hasta 106.140 unidades por día de psicolécticos, lo cual se traduce en el 9,05% del total de fármacos consumidos. Según los mismos datos del Ministerio de Sanidad, Andalucía lidera el podio con 16.946.084 envases facturados por el Sistema Nacional de Salud (SNS), seguida de Cataluña con 12.672.403 y la Comunidad de Madrid (11.808.626). 

A nivel nacional, esta escandalosa cifra aumenta hasta los 90.144.429 envases facturados. Si a Andalucía, Madrid y Cataluña se suma la Comunidad Valenciana (10.010.299), entre las 4 representan el 57% del total en España. Además, el mayor crecimiento interanual corresponde a Andalucía con un 10,67%, desde los 15.312.711 facturados en 2020 hasta los 16.946.084 de 2021. 

Los médicos recetaron 54 millones de cajas de ansiolíticos y 45,1 millones de antidepresivos entre enero y noviembre de 2021, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad de España. Más de 180 millones de cajas entre 2020 y 2021. En cuanto a los psicolépticos- fármacos que deprimen la actividad mental, relajan el estado de alerta y amortiguan el tono emocional- se recetaron 85 millones de envases en ese periodo.


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