10.3.23

CREANDO nuestro sentido de la vida


Uno de los conceptos centrales de la logoterapia es que el sentido de la vida es algo que se crea.

La logoterapia es una corriente de la psicología que fue desarrollada por el psiquiatra austriaco Víctor Frankl. Esta corriente se enfoca en ayudar a las personas a encontrar un sentido en sus vidas, incluso en situaciones de gran sufrimiento y adversidad. 

Según Frankl, el sentido de la vida no es algo que se encuentra o se descubre, sino que es algo que se crea. Es decir, no existe un sentido de la vida universal y objetivo que pueda ser descubierto por todos los seres humanos por igual. Cada persona es responsable de crear su propio sentido de la vida a partir de sus propias experiencias, valores y objetivos.

Para Frankl, el sentido de la vida es una construcción subjetiva que depende de las elecciones y decisiones que una persona hace en su vida. Es por eso que se enfoca en ayudar a las personas a encontrar y desarrollar su propia capacidad de elección y libertad, en lugar de buscar respuestas externas preconcebidas.

La idea de que el sentido de la vida es algo que se crea tiene varias implicaciones importantes. En primer lugar, significa que cada persona es responsable de su propio sentido de la vida. Esto implica que no hay una respuesta universal para la pregunta sobre el sentido de la vida, sino que cada persona debe descubrirlo por sí mismo.

En segundo lugar, significa que el sentido de la vida es algo que está en constante evolución. El sentido de la vida no es algo fijo e inmutable, sino que puede cambiar a lo largo del tiempo a medida que las circunstancias fijas de la vida de una persona cambian. Por lo tanto, la logoterapia se enfoca en ayudar a las personas a adaptarse a los cambios en su vida y encontrar nuevos significados y propósitos a medida que avanzan.

Finalmente, la idea de que el sentido de la vida es algo que se crea significa que cada persona tiene la capacidad de encontrar un sentido en cualquier situación, incluso en las más difíciles y dolorosas. Frankl experimentó esto de primera mano cuando fue prisionero en campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de las horribles condiciones en las que se encontró, Frankl encontró un sentido en su vida al ayudar a otros prisioneros y al imaginar un futuro en el que pudiera compartir sus ideas y conocimientos con el mundo.

En conclusión, Víctor Frankl propone que el sentido de la vida es algo que se crea y que depende de las elecciones y decisiones que una persona hace en su vida. Esta idea implica que cada persona es responsable de su propio sentido de la vida, que el sentido de la vida puede cambiar a lo largo del tiempo y que cada persona tiene la capacidad de encontrar un sentido en cualquier situación.

La vida es un misterio, una búsqueda constante de sentido y propósito. Es un camino lleno de altibajos, de momentos felices y otros no tanto. Pero a pesar de todo, debemos mantenernos firmes y perseverar en nuestra búsqueda. Es importante encontrar algo que nos apasione, algo que nos haga sentir vivos y nos dé un propósito en la vida.

Para algunos, el sentido de la vida se encuentra en la familia, en el amor y en las relaciones. Para otros, se encuentra en el conocimiento y la exploración del mundo que nos rodea. Y para otros, se encuentra en ayudar a los demás y en hacer del mundo un lugar mejor.

En última instancia, el sentido de la vida es algo muy personal y único para cada individuo. Pero lo que es seguro es que debemos valorar cada momento, cada experiencia, cada persona en nuestra vida, porque la vida es un regalo precioso y debemos aprovecharla al máximo.

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