27.12.21

Ritual de renovación de la naturaleza (V)

 


Esta rica mitología arroja luz sobre el simbolismo de las ceremonias rituales que ocurrían aquí en el Altar del Rey (Outeiro de Rei) durante los dos solsticios, en invierno y en verano.

Los dos príncipes del pueblo Coporo presidían desde el altar del rey, las ceremonias de los solsticios. Las dos piedras gigantescas probablemente aluden a los dos príncipes nativos que firmaron la pax romana con Augusto. 

Este era un santuario para llevar a cabo una ceremonia de renovación del ciclo de la naturaleza y de invocación a Cibeles -madre de todos los frutos-. 

Para pedir abundancia en la próxima cosecha, sacralizar el territorio de las Tierras del Miño y su afluente local -el río Ladra- y bendecir y desear buena salud, larga vida y proteger de sus enemigos a los habitantes. Antes de la dominación romana, la ceremonia adoraría seguramente a una de las muchas Madre Tierra o Pachamamas que en el mundo han sido...

Como pudimos apreciar al amanecer, el sol se ayunta con la tierra y la fertiliza. Vence la oscuridad y a partir del solsticio de invierno los días se van haciendo más largos hasta llegar a su clímax en el solsticio de verano. 

La tierra fecundada por el sol entra hoy en un proceso de gestación que hará eclosión en la primavera y se extenderá todo el verano. 

Probablemente la costumbre de formular deseos y plantearse nuevos objetivos para el siguiente año provenga de estos antiquísimos rituales, realizados por los pueblos agrícolas desde el neolítico. 

No hay comentarios: