7.12.11

Redes sociales: poder ciudadano con un click

Por Ramón Maceiras López
Enviar y recibir correos electrónicos, participar en redes sociales y leer noticias en internet son, en ese orden, las principales ocupaciones de los usuarios españoles en internet. Así lo mide la más reciente oleada (octubre-noviembre) del Estudio General de Medios (EGM), hecho público en diciembre de 2011.

La encuesta viene a expresar la consolidación de un cambio contundente en los usos de internet por parte de los internautas españoles y tiene consecuencias importantes para todos, especialmente para la industria de la prensa en papel, para la industria cultural y para la actividad política y social en particular.

Para no abrumar con datos estadísticos, resaltaremos sólo los siguientes: el 87, 8% usa la red para enviar y recibir correos electrónicos; el 53,3% para leer noticias de actualidad; y el 52,4% para participar en redes sociales. El 41,3% hace ya transacciones bancarias por internet; el 36,4% consume vídeos; el 34,4% escucha música; un 18,8% participa en juegos en red; y se incrementa el uso de la red para hacer llamadas telefónicas (9,6%).

La red tiene en España una penetración del 57,6%, lo que equivaldría a casi 23 millones de usuarios, de los cuales un 73,7% usa cualquiera de esos servicios diariamente. Tiende a equilibrarse el uso por sexo, aunque el 54,8% son hombres y el 45,2 son mujeres. El 74,% de los usuarios oscila entre los 20 y los 54 años.  El 83% son de clase media. El 14,2% son de clase alta. Y las clases bajas apenas participan de la red. El 89,5% accede a internet desde su casa; y el 20% confiesa hacerlo desde su trabajo.

La gran novedad del estudio reside en el incremento exponencial del uso de las redes sociales por parte de los internautas españoles. En febrero del 2010, sólo el 27,3% participaba en redes sociales. En octubre del 2011 ya lo hace el 52,4%. Un crecimiento de casi el cien por ciento en un año y medio.

Las redes sociales consumen cada vez más el tiempo que pasan los internautas en la red. Siguen siendo las más populares Facebook y Twitter. Aunque las redes se diversifican cada vez más en función de los intereses de los usuarios. El crecimiento de Twitter es el más espectacular en España. En diciembre de 2009 había 1,5 millones de usuarios únicos. En diciembre de 2010 casi se duplica, hasta los 2,8 millones de usuarios únicos. Las cifras de diciembre de 2011 tienen que arrojar un crecimiento espectacular, a tenor de los acontecimientos llamativos de este año. En diciembre de 2010, Facebook tenía 16, 5 millones de usuarios únicos en España. Es obvio que esa cifra se incrementará en el próximo rating que aparecerá en este diciembre de 2011.

Aunque el uso de la redes sociales es diverso, en los últimos meses se han producido tres acontecimientos que apuntan a un uso cívico y democrático por parte de los internautas españoles. Me refiero al boicot a la telebasura protagonizado por el deleznable programa La Noria, de Tele 5, la respuesta social al indulto presidencial al banquero Alfredo Sáenz y el frenazo al reglamento de la Ley Sinde la semana pasada.

Desde las redes sociales se desarrolló una campaña de repudio a La Noria que generó una deserción en masa de los anunciantes de ese programa y obligó al canal televisivo a moderar, de momento, los contenidos de tan lamentable producto. Desde algunos blogs muy seguidos, desde Facebook  y Twitter se desató una ola de repudio que ha tenido consecuencias serias para los programadores de la parrilla televisiva. El indulto presidencial concedido a un banquero sentenciando en firme por el Tribunal Supremo español desató una ola de rechazo contra el gobierno en funciones de José Luis Rodríguez Zapatero. Y la campaña en Twitter con los hashtag #cuatrotuiteros y #leysindeno frenó los intentos del Consejo de Ministros español de aprobar in extremis un reglamento repudiado ampliamente por toda la comunidad internauta española.

Las redes sociales ya no son sólo un juguete para pasar las horas muertas. Los ciudadanos están empezando a descubrir que desde su ordenador o su teléfono móvil pueden influir decisivamente en el desarrollo de acontecimientos políticos y sociales. La casta política está alarmada y los dueños de los medios de comunicación tradicionales y la anquilosada industria cultural ven peligrar su hegemonía en cuanto a la dictadura de los contenidos. Las redes sociales empiezan a ser un jugador decisivo en la regulación de los usos verticales, arbitrarios y abusivos del poder en cualquiera de sus manifestaciones. Al mismo tiempo, las redes generan sus propios contenidos, adaptados verdaderamente a su gusto. Desde las consultorías de manipulación se generan ya toda clase de estratagemas y teorías burdas para frenar la ola de participación horizontal y cívica que se despliega desde las redes sociales.

Sin embargo, el cambio está en marcha, es imparable y avanza rápidamente.

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