-Períodos en los que nos agobian el estrés, la ansiedad o la depresión.
-Épocas en las que estamos desanimados, apáticos y nos embarga una sensación de incertidumbre…
-Coyunturas en que nos sentimos fastidiados, frustrados, fracasados, sin saber muy bien la razón.
-Etapas en las que atravesamos problemas con nuestra pareja, entorno familiar, laboral o amistoso.
-Ciclos en los que iniciamos nuevas etapas vitales y no queremos cometer los mismos errores del pasado.
-Cuando nos sentimos «perdidos», sin saber qué dirección seguir o qué decisiones tomar.
-Cuando nos sentimos «atascados» en las mismas formas de comportamiento, esas que nos producen infelicidad.
-Para artistas o profesionales que basan su trabajo en la creatividad y que sienten que ya no tienen ideas.
-Personas que necesitan entender determinados sueños.
Para salir airosos de esas situaciones es preciso restablecer el equilibrio emocional, reconciliarse con el inconsciente y tomar medidas que favorezcan el proceso de individuación y la autorrealización.
Es preciso atenuar la angustia psicológica, conseguir una mayor satisfacción en nuestra vida, para mejorar nuestro desempeño laboral y las relaciones familiares y de pareja, para favorecer el auto-conocimiento y para superar las crisis existenciales.
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