14.5.07

Reconozca e integre su sombra (y II)





El conflicto surge debido a que, en principio, ignora el Yo si un impulso de la sombra es positivo o negativo. Este es uno de los problemas más conflictivos del proceso de individuación en esta primera fase del camino de la integración de los arquetipos y de la búsqueda del Sí-Mismo. "El reconocimiento de la sombra predispone a la modestia y hasta al temor a la esencia insondable del ser humano" (10). Con el reconocimiento de la sombra el individuo comienza, consecuentemente, a relacionarse con los demás de otra forma (11):

"Todavía hoy debemos tener sumo cuidado para no proyectar nuestra propia sombra de un modo harto vergonzoso, y estamos como inundados por ilusiones proyectadas. Al representarse a una persona suficientemente valiente como para desprenderse por entero de toda proyección se piensa en un individuo consciente de poseer una sombra considerable. Tal hombre se ha cargado de nuevos problemas y conflictos; se ha convertido en tarea seria para sí mismo, dado que no puede decir ya que son los otros quienes hacen tal o cual cosa, ni que son ellos los culpables, y que hay que combatirlos. Vive en la "casa del autoconocimiento”, de la concentración íntima. Sea cual fuera la cosa que ande mal en el mundo, este hombre sabe que igual ocurre también dentro de él mismo y si aprende solo a "componérselas" con su sombra habrá hecho en verdad algo para el mundo. Habrá logrado entonces dar respuesta a una ínfima parte, al menos, de los enormes problemas que se plantean en el presente, buena parte de los cuales oponen tantas dificultades en razón de hallarse como envenenados por las mutuas proyecciones. ¿Y podrá ver claramente quien no se ve a sí mismo ni aquellas oscuridades que, inconscientemente, está transfiriendo en todas sus acciones?

La cita es larga pero sustancial. Se precisa una decisión moral considerable para confrontarse, reconocerse, admitir e integrar a la sombra con el Yo. El mismo Jung advierte que "vivir consigo mismo requiere una serie de virtudes cristianas que cada uno debe aplicar a la propia persona, o sea, paciencia, amor, fe, esperanza y humildad" (12). La tolerancia es, pues, una virtud que primero debe aplicarse uno consigo mismo y después con los demás.

La sombra es difícil de contemplar directamente, aunque aparece constantemente en nuestra vida cotidiana. La psicoanalista inglesa Molly Tuby describe seis formas de descubrir la sombra personal en la vida cotidiana:

1.- En los sentimientos exagerados respecto de los demás. (“No puedo creer que hiciera tal cosa” “No comprendo cómo puede llevar esa ropa”)

2.- En el feedback negativo de quienes nos sirven de espejo (“Es la tercera vez que llegas tarde sin decírmelo”)

3.- En aquellas relaciones en las que provocamos de continuo el mismo efecto perturbador sobre diferentes personas. (“Sam y yo creemos que no has sido sincero con nosotros”)

4.- En las acciones impulsivas o inadvertidas (“No quería decir eso”)

5.- En aquellas situaciones en las que nos sentimos humillados (“Me avergüenza su modo de tratarme”)

6.- En los enfados desproporcionados por los errores cometidos por los demás (“Nunca hace las cosas a su debido tiempo” “Realmente no controla para nada su peso”)

Nuestro ego se protege de la sombra haciéndola desaparecer cada vez que surgen en nuestra mente las fantasías agresivas, los pensamientos suicidas, la envidia, la cólera, y todas esas emociones y pensamientos negativos que podrían darnos mucha luz sobre los aspectos más oscuros de nuestra personalidad. Nuestra mente los niega y así no nos damos cuenta de que no nos damos cuenta.

La confrontación con nuestro lado oscuro puede ser postergada con cualquier excusa: distracciones, antidepresivos, trabajo extenuante.

Es bueno, entonces, seguir el consejo que dan Connie Zweig y Jeremiah Abrams en su libro La sombra y el lado oscuro de la vida cotidiana:

Encontrar a la sombra nos obliga a ralentizar el paso de nuestra vida, escuchar las evidencias que nos proporciona el cuerpo y concedernos el tiempo necesario para poder estar solos y digerir los crípticos mensajes del mundo subterráneo.
Del Trabajo con la sombra salimos más humildes, más conscientes de nuestros límites. “La sombra sólo resulta peligrosa cuando no le prestamos la debida atención”, aconsejaba Jung.

Y trabajar creativamente con su sombra le descubrirá incluso capacidades ocultas:

1.- Aumentará el autoconocimiento y la aceptación de usted mismo.
2.- Le ayudará a encauzar creativamente las emociones y pensamientos negativos que le asaltan abruptamente en su vida cotidiana.
3.- Lo liberará de la culpa y la vergüenza producidos por sus sentimientos y acciones negativas.
4.- Reconocerá las proyecciones de su sombra personal que construyen su opinión de los demás.
5.- Sanará sus relaciones a través de la percepción sincera de usted mismo.
6.- Mejorará su comunicación con los demás, al dejar de juzgar y aceptar a los otros como son.


Desarrollará su creatividad si se dedica a escribir, pintar, mover su cuerpo, soñar.

El trabajo con la sombra le dirá lo que tiene que redimir y al mismo tiempo lo sacará del sufrimiento.

¡Alégrese! Si usted se toma en serio el trabajo con su sombra podrá vivir vivir según las dos grandes máximas de los antiguos griegos: Conócete a ti mismo y Nada en exceso.

NOTAS:

1.- VON FRANZ, Marie Louise, en el libro de Jung y otros autores, "El Hombre y sus Símbolos", Ed. Aguilar, Madrid, 2ª edición, pág. 168.

2.- Opus cit, pág. 169. Por tanto, como indica Jolande JACOBI ("La Psicología de C.G. Jung", Ed. Espasa y Calpe, Madrid, 1963, págs 168-169): "Uno puede encontrar su sombra sobre todo en las proyecciones erróneas o cuando afloran en nosotros peculiaridades que solemos reprimir y dominar, pero también en una figura exterior concreta. En el primer caso aparece en el material del inconsciente como una figura del sueño que representa, personificadas, una o varias peculiaridades psíquicas del que sueña; en el segundo es una persona del mundo en torno a la cual, por ciertas razones estructurales se centraliza, siendo portadora proyectiva de esa o esas peculiaridades ocultas en el inconsciente.

Es en nosotros mismos, precisamente, donde con mayor frecuencia y con mayor realidad percibimos las cualidades de la sombra, siempre que estemos dispuestos a reconocer que nos pertenecen; así, por ejemplo, cuando nos sobreviene una explosión de rabia; cuando bruscamente comenzamos a maldecir o a conducirnos groseramente; cuando, del todo en contra de nuestra voluntad, actuamos de un modo antisocial; cuando nos comportamos ruinmente, con mezquindad, o aparecemos coléricos, cobardes, frívolos o hipócritas: entonces desplegamos cualidades que en circunstancias ordinarias ocultamos o reprimimos cuidadosamente y cuya existencia nosotros mismos ignoramos".

3.- Opus cit, pág. 169.

4.- FORDHAM, Frieda: "Introducción a la Psicología de Jung", Ed. Morata, Madrid, 1968.
Quizás sea necesario insistir sobre los contenidos y particularidades de la sombra a fin de tener bien claro lo que se intenta expresar con este termino. Para ello recurriremos a diferentes definiciones diversas sobre la sombra:

A) "La sombra es la parte inferior de la personalidad. La suma de todas las disposiciones psiquicas personales y colectivas, que no son vividas a causa de su incompatibilidad con la forma de vida elegida conscientemente y se constituyen en una personalidad parcial relativamente autónoma en el inconsciente con tendencias antagónicas.
La sombra se comporta respecto a la consciencia como compensadora, su influencia, pues, puede ser tanto negativa como positivas La omisión y la supresión de la sombra, así como la identificación del Yo con ella, puede llevar a desdoblamientos peligrosos. Puesto que la sombra está próxima al mundo de los instintos es indispensable tenerla en cuenta constantemente"
( JUNG: "Recuerdos, sueños y pensamientos", Seix Barral, 1981, pág 419)

B) "La figura de la sombra personifica todo lo que el sujeto no reconoce y lo que, sin embargo, una y otra vez le fuerza indirecta o indirectamente, así, por ejemplo, rasgos de carácter de valor inferior y demás tendencias irreconciliables." ( JUNG, ibiden).

C) "Bajo el aspecto individual la sombra es para lo oscuro personal como la personificación de los contenidos de nuestra psique que a través de la vida no hemos admitido hemos arrojado o reprimido y que, en ciertas circunstancias pueden tener también un carácter positivo. Bajo el aspecto colectivo representan la parte oscura de lo colectivo-humano, la disposición estructural que yace en lo íntimo de todo ser humano para lo inferior y lo oscuro". (Jolande JACOBI, opus cit., pág 170).

5.- VON FRANZ, opus cit., pág. 172.

6.- JUNG, C.G.: "Recuerdos, Sueños...", opus cit., pág. 420.

7.- JAGOBI, Jolande, opus cit., pág 172.
La integración de la sombra supone , tal y como nos indicó el simbólogo junguiano Juan GARCIA FONT, en conversación privada, un "no tomarse demasiado en serio", lo que está unido al humor para consigo mismo. Hay que burlarse un poco de uno mismo y de lo que uno considera importante, pero ¡cuidado..! no hay que desvalorarlo: "Podemos estar hablando de cosas muy serias, pero estando al mismo tiempo en una actitud humorístíca. En la medida en que se establece un diálogo con la sombra se establece un primer grado de integración. Lo cual se traduce inmediatamente en el lenguaje. Hay un lenguaje de la sombra: el de la inspiración. Nosotros utilizamos en la comunicación una sintaxis convencional, social; mas sucede entonces que esta ordenación del discurso ahoga la sombra. Y como la sombra es el ser travieso, el ser que goza con el equívoco y que, en un momento, dado rompe la estructura establecida. Así, el poeta, al ser un distorsionador del lenguaje, destroza significados para alcanzar un superior sentido y ésto le permite dialogar con la sombra. Un ejemplo sencillo de este lenguaje de la sombra sería el siguiente: todos hemos oído ese refrán que dice"Tanto va el cantaro a la fuente que al final se rompe" pues bien, la sombra diría algo así: "Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se llena". Este humor que abre ventanas a la inspiracion es una forma de integrar a la sombra. Y de esta manera se vitaliza; el espíritu penetra en la palabra. Por ello, en la medida que la sombra penetra en el discurso y la activa, la carga de energía, y se produce un paso en la integración".

8.- VON FRANZ, opus cit., pág 175.

9.- VON FRANZ, opus cit., pág 177.

10.- JUNG, "Psicología de la Transferencia", Ed. Paidós, Buenos Aires, 4ª edición, 1978, pág 103.

11.- JUNG, "Psicología y Religión", Ed. Paidós, Barcelona, 1981, pág 135.

12.- JUNG, "Psicología de la Transferencia", opus cit., pág 170.

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