8.2.22

Remite el ensayo general del Gobierno Global


Ahora que el corona timo empieza a amainar es hora de hacer balance y recoger las enseñanzas de la plandemia. Hemos comprobado que la Nueva Normalidad que nos quieren imponer los globalistas y plutócratas de Davos es un asco. 

Y ya sabíamos que la Vieja Normalidad tan ansiada por muchos era bastante mejorable

Sobre las miserias de la vieja normalidad se ha edificado la nueva. Hemos comprobado que no hay hueso sano. El sistema judicial abandonó su papel de custodio de los derechos fundamentales y dio el visto bueno a toda clase de medidas dictatoriales. Las fuerzas de seguridad se dedicaron a imponer medidas de fuerza contra los ciudadanos. Los medios de comunicación mercenarios divulgaron toda clase de mentiras y pasaron la factura.

La casta médica y la burocracia sanitaria se cubrieron de gloria y enseñaron su rostro de brazo armado de la industria farmacéutica. Y de paso, pusieron en evidencia las carencias del sistema de salud. La burocracia escolar mostró su miseria pedagógica y humana y se dedicó a torturar niños inocentes imponiendo castigos medievales en las escuelas. Y la casta política y el numeroso funcionariado se dedicaron a ejecutar el plan de Davos y seguir cobrando, mientras una población asustada obedecía normas absurdas sin apenas cuestionarlas. Mientras tanto, la Corona adornaba muy bien las portadas del Hola... Y el clero católico esparcía incienso y miraba al cielo...

Ansiar la vuelta al pasado indica que poco hemos aprendido, sin mencionar que es una ilusión. Los plutócratas de Davos han exhibido su músculo y tienen en el bote a políticos, reyes, jueces, policías, médicos, maestros, periodistas y funcionarios, etc.

La plandemia del Covid  ha sido el ensayo general del Gobierno Global, cuyo programa es la Agenda 2030. Gobierno que nadie ha elegido. Esos plutócratas son los que deciden quiénes son los elegidos para jugar en el tablero de la política electoral. Porque al final da lo mismo que usted vote por Sánchez, por Casado, por Iglesias o Yolanda Díaz, etc. Todos suscriben y cumplen el programa globalitario (global y totalitario) de la Agenda 2030. 

Pronto vendrán nuevos confinamientos y restricciones con la excusa del Cuento Climático o cualquier otro pretexto...

Los que estamos escaldados de revoluciones y salvadores de la humanidad sabemos que la salida está en la desobediencia tranquila y en la formación de pequeños núcleos que se organicen para practicar un estilo de vida diferente, empezando por las familias.

ALGO SE MUEVE

La agresiva campaña mundial de vacunación, el recorte de derechos fundamentales que la acompaña y la merma económica para grandes sectores de la población que han traído los confinamientos, cierres de empresas y la destrucción de tejido económico están impulsando el desarrollo de formas de vida alternativas y paralelas en los países desarrollados.

La evidencia de los efectos secundarios de los fármacos experimentales inoculados a cientos de millones de personas empieza a abrir los ojos de amplios sectores de la población mundial, cegados hasta ahora por el miedo y la campaña de intoxicación mediática que han sufrido a lo largo de años.

El abandono de las escuelas públicas en Estados Unidos, la vuelta a la medicina tradicional, el rechazo a la tiranía médico farmacéutica, el desarrollo de economías colaborativas y de autoconsumo, el ahorro en cryptomonedas y la desobediencia o la evasión de las medidas y protocolos impuestos por la plandemia se extienden por todo el mundo, aunque de manera desigual en  los distintos países y regiones.

Muchos empiezan a buscar trabajos en los que no los obliguen a inocularse, mudarse a lugares más sanos socialmente y con gente que comparta sus valores, encontrar escuelas que no torturen a sus hijos con protocolos absurdos y no los ideologicen con la tontería progresista de moda.

Muchos buscan y encuentran médicos que no estén comprados por las farmacéuticas, pasan más tiempo con sus hijos y cónyuges, sostienen empresas no cómplices de la dictadura sanitaria... Consumen contenidos que comparten sus valores, apagan la televisión y abandonan Facebook, Twiter, y desmontan el corrosivo sistema de control mental y social que ha edificado la dictadura sanitaria... Y eso se está haciendo en pequeña escala en muchas partes del mundo desarrollado.

No es fácil. Se trata simplemente de decidir si somos LIBRES Y QUÉ QUEREMOS HACER CON NUESTRA LIBERTAD. Libres para trabajar sin ser forzados a inyectarnos un fármaco que no queremos en nuestro cuerpo. Libres para opinar sin que nos censuren, persigan o aislen. Libres para que nuestros hijos se instruyan en escuelas que les enseñen cosas útiles y no les impongan protocolos absurdos... Libres para montárnoslo como nos gusta.

Podemos empezar liberando a nuestra familia de la tiranía sanitaria... El resto vendrá después. No tenemos vocación de salvadores ni de redentores...

Somos más de lo que parece. Y la mayoría trabaja en silencio y sin aspavientos.


1 comentario:

Maica dijo...

Gracias. Un análisis de la realidad y de sus soluciones. Todo está por escribir. En unos años podrá comenzar la Historia porque partirá de la conciencia en lugar del engaño o la confusión. Tengo fe en ello porque somos muchos más de los que se cree moviéndonos sin aspavientos. Salud y alegria.