Desde hace meses utilizo #ChatGPT como asistente en mis intervenciones como #mentor. Y lo voy entrenando en el reconocimiento de los diversos malestares de mis clientes y lo invito a que me sugiera formas concretas de intervención. Después de 20 años como #mentor uso mi experiencia como elemento de control ante el chatbot.
Hasta ahora no ha pasado nada del otro mundo. El chatbot sugiere lo que hay ya en el mercado:
Una lista numerada de recomendaciones: trabajar en la relajación, centrarse en el sueño, reducir la cafeína y el alcohol, desafiar los pensamientos negativos y buscar el apoyo de amigos y familiares.
No es el consejo más original, se asemeja a lo que se puede escuchar en la oficina de cualquier terapeuta o leer en línea en un artículo de WebMD sobre la ansiedad, sobre todo porque #ChatGPT extrae sus respuestas de la amplia extensión de Internet.
El mismo ChatGPT advierte que no reemplaza a un psicólogo o consejero. Pero eso no ha impedido que algunas personas utilicen la plataforma como su terapeuta personal. En publicaciones en foros en línea como Reddit, los usuarios han descrito sus experiencias al pedir consejo a ChatGPT sobre problemas personales y eventos difíciles de la vida, como rupturas.
Algunos han informado que su experiencia con el chatbot fue tan buena o mejor que la terapia tradicional.
Como entusiasta de la #inteligenciaartificial considero que los chatbots tienen el mayor potencial en el tratamiento de afecciones más leves y comunes, como la ansiedad y la depresión, cuyo tratamiento estándar implica que un terapeuta escuche y valide a un paciente, además de ofrecer pasos prácticos para abordar sus problemas.
La terapia de IA podría ofrecer un acceso más rápido y económico al apoyo que los servicios de salud mental tradicionales, que sufren escasez de personal, largas listas de espera y altos costos, y permiten a los pacientes eludir los sentimientos de juicio y vergüenza, especialmente en algunas partes del mundo donde la enfermedad mental sigue siendo tabú.
Existe una investigación independiente limitada sobre si la IA podría alguna vez ir más allá de las aplicaciones basadas en reglas actualmente en el mercado para ofrecer de forma autónoma un tratamiento de salud mental que esté a la par de la terapia tradicional.
Para que la IA coincida con un terapeuta humano, debería ser capaz de recrear el fenómeno de la transferencia, donde el paciente proyecta sentimientos en su terapeuta e imita el vínculo entre paciente y terapeuta.
Sabemos que parte de la eficacia y lo que hace que la terapia funcione, alrededor del 40 al 50 por ciento del efecto proviene de la relación que obtienes con tu terapeuta.
Los chatbots actuales son de momento incapaces de este tipo de interacción, y las capacidades de procesamiento del lenguaje natural de ChatGPT, aunque impresionantes, tienen límites
Al final del día, es un programa de computadora fantástico. Eso es todo lo que es...
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