13.8.14

De personas y personajes


Por Ramón Maceiras López
No ha sido casualidad que murieran el mismo día el padre Pajares y Robin Williams...Por lo menos para mi. En este mundo en el que lo aparente impresiona más que lo real, tiene para mi una excepcional importancia la sincronía de los dos hechos.

Pajares era un héroe desconocido. Uno de esos tipos raros que se hace misionero y que se va al culo del mundo a ayudar en lo que pueda a los más necesitados, inspirado en su fe cristiana, sin protagonismo y pasando largamente de la onda anticlerical que se respira en España. Williams era un tipo rico con una excepcional habilidad para el histrionismo, que dejó en las pantallas ejemplos inspiradores para la mediocracia occidental. Williams hacía coaching inspirador, pero no se lo creía, como demuestran las circunstancias de su muerte.

No se lo creía porque al final se colgó y acabó con su sufrimiento. Le faltaba un leit motiv vital. Pajares sí se lo creía y sólo fue un fallo de diagnóstico el que lo llevó a contagiarse de ébola. El cura se cuidaba. Era enfermero de larga experiencia y se hacía las analíticas regularmente.

Willians hace de profesor Keating e inspira a sus alumnos con el Carpe Diem latino. Resulta una ironía que el alumno que se lo cree literalmente se suicida en el nudo final de “La sociedad de los poetas muertos”.

Willians se disfrazaba de institutriz para mantenerse cerca de sus hijos en “La señora Doubtfire”. Wiliams, como siquiatra, empuja al ·”Increíble Will Hunting” a salir de la mediocridad. Haciendo de “Patch Adams” le enseña a la casta médica a relacionarse humanamente con sus pacientes. Después vinieron obras menores y alimenticias. Pero siempre un gran actor. Pero no era él. Esos personajes que interpretaba no eran él. Willians era un hombre débil, hipersensible y con un gran vacío en su vida.

Utilicé diálogos de Williams en mis cursos de oratoria, negociación y PNL, tomados de esas grandes películas.. Ya no los utilizaré más. Eran personajes, máscaras, poses, discursos vanos... El hombre real era un ser humano de su tiempo: perdido, confundido, inestable, necesitado de amor. El error ha sido mio. Creer en el personaje y no conocer a la persona. Es el drama de nuestro tiempo. Sin embargo, me hubiera gustado conocer a Robin Willians, el ser humano. También tiene mucho que enseñarnos. No pudo sobrevivir al drama de la sociedad contemporánea. Él, que aparentemente, lo tenía todo.



Del padre Pajares sabíamos poco. Ahora ya sabemos todo lo que teníamos que saber. Ahora entiendo mejor a Robin Williams y lo honro igual. Y ahora me quito el sombrero ante el padre Pajares. En este caso, la persona y el personaje eran el mismo. Lo que decía el maestro Jung...Un raro caso de superación de la dualidad...Se hizo uno...Era él mismo.

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