26.1.12

Obama, el maestro del storytelling



Por Ramón Maceiras López
El encantador de serpientes lo ha hecho de nuevo. El maestro del storytelling, el orador político más impactante desde Ronald Reagan y John Kennedy, se colocó de nuevo en el primer plano con el discurso sobre el Estado de la Unión del pasado 24 de enero. Barack Obama desarrolló una performance oratoria casi perfecta, unida esta vez a un acompañamiento paralelo en las redes sociales.

Desde Twitter sus frases se difundían al mismo tiempo que eran proferidas. El impacto fue múltiple, multicanal, pues. Y ahora rematará con una gira por cinco estados en los que tiene algún problema con el electorado.

De un plumazo, Obama puso en segundo plano a los aspirantes republicanos. Las mediciones de opinión hechas después del discurso muestran que el electorado americano lo prefiere como presidente por encima de cualquiera de los precandidatos republicanos. Si la situación económica no se tuerce, Obama tiene una buena probabilidad de mantenerse por otro período en la Casa Blanca.

¿Qué tiene Obama que hace la diferencia? Lo sigo profesionalmente desde su espectacular campaña electoral de 2008. Sus dotes como orador de influencia son impresionantes. Su dominio del escenario, su voz de barítono bien entrenada, el uso de los tiempos, el acompañamiento corporal, la variación de tonos, su puesta en escena y el magistral manejo del storytelling, lo han convertido en el mejor orador que existe hoy en la política mundial...Y por supuesto, un equipo de escritores de discursos de primera línea.

El storytelling consiste, para decirlo sumariamente, en una técnica discursiva que cuenta historias para ilustrar ideas abstractas y mover a la acción. La técnica es tan vieja como la Humanidad. Desde las cavernas, alrededor del fuego, los primeros homo sapiens con habla contaban ya las historias más atractivas y garantizaban la transmisión oral de la historia de la tribu. Las historias sufí, los cuentos zen, indios, las leyendas mesoamericanas, los cuentos de Andersen, etc, son la base del storytelling. La técnica se ha perfeccionado hoy como nunca y no es casual que sea en la tierra de Holywood donde se aplique mejor a la oratoria política la técnica del storytelling. Obama reduce a lo fundamental las ideas abstractas y pone ejemplos. En el discurso del pasado 24 de enero contó historias de la segunda guerra mundial, de sus abuelos, habló de trabajadores de carne y hueso que lograron reengancharse con cursos de formación. Y el gran golpe de efecto fue tener allí, a su lado, a la secretaria del multimillonario Warren Buffett para ejemplificar su plan de subirle los impuestos a los más ricos...La regla Buffett.

Las frases son cortas y contundentes, casi diseñadas para que puedan difundirse dentro del límite de los 140 caracteres de un tuit. El lenguaje es digerible para cualquiera. Huye de los términos técnicos y de las frases abstrusas y largas. El ritmo del discurso es variable. Deja que las ideas caigan, espera un tiempo...Sigue con otra...De pronto, acelera. No hay monotonía ni discursos planos. A eso se suma una excelente memoria y uno de esos teleprompter apenas visibles que existen hoy.

Como orador político, Obama es hoy insuperable. Sin embargo, empieza a sufrir ya el desgaste en su credibilidad. Los tres elementos del pack aristotélico van juntos y se retroalimentan entre ellos: ethos, pathos, logos. La argumentación de Obama sigue siendo impecable (logos); la puesta en escena, de primera (pathos); pero empieza a chirriar en la credibilidad (ethos). Ese es el efecto de crear grandes expectativas, ilusionar a las mayorías y después concretar poco. Una cosa es predicar y otra dar trigo.

Obama es un ejemplo de que el arte de la oratoria es cada vez más exigente. Para mantenerse en la Casa Blanca tendrá que renovar su credibilidad. No basta hoy con desarrollar buenas performances oratorias, la credibilidad es hoy un puntal básico de la oratoria de influencia, tanto si usted aspira a la Casa Blanca, como si se dirige a sus empleados, a un grupo de alumnos, o a los vecinos de su barrio.

24.1.12

El difícil arte de gestionar el cambio


Por Ramón Maceiras López
Desde su discurso de investidura en diciembre de 2011, el presidente Rajoy no ha vuelto a desarrollar la idea de que las cosas ya no volverán a ser como eran. La crisis ha puesto punto final a un modelo económico y social que no volverá. Pero como era de esperar, la resistencia al cambio se viene imponiendo. Inercia social, viejas maneras de hacer las cosas, defensa a ultranza de los privilegios obtenidos durante la Transición, intereses creados, se han complotado para que el discurso gubernamental se haya petrificado.

De pronto, la espera se hace larga. Y aún cuando apenas ha pasado un mes desde que el gobierno tomó posesión, la confusión y la inercia se van imponiendo. Se echa de menos ya un liderazgo que impulse el cambio. Con medidas y discurso. Oratoria es lo que necesitamos para impulsar a la sociedad para que actúe y cambiar la expectativa antigua de que el maná caerá del cielo por obra y gracia del gobierno.

El gobierno tiene que responder las preguntas clave: ¿Qué cambiar? ¿Cómo? ¿En que dirección? ¿Qué nuevos conocimientos necesitamos adquirir para que el cambio sea real y eficaz? Estas y muchas otras preguntas están hoy en la mente de cientos de millones de personas en España y todo el mundo. La crisis está poniendo en entredicho la vieja manera de hacer las cosas. Muchos pretenden que las cosas se mantengan tal como están. Son los que se resisten al cambio. Otros tienen miedo y no saben qué hacer. Pero si estudiamos integralmente el problema, nos daremos cuenta de que el cambio está en marcha, es imparable y avanza rápidamente.

Explicar, convencer, motivar, impulsar, son tareas imprescindibles hoy para impulsar el cambio y movilizar a la ciudadanía. Definir objetivos, plantear etapas, fijar cronogramas, abrir las mentes y vencer resistencias son actividades cruciales para salir de la crisis.

¿Se puede gestionar el cambio de manera racional y planificada? Aminorar el caos, trabajar en medio de la incertidumbre son una realidad a la que tenemos que enfrentarnos todos: empresas, organizaciones, personas, la sociedad en general...Desde nuestro punto de vista, hay una serie de principios que pueden orientar la gestión el cambio. Apuntaremos algunos en esta nota.


1.- La gestión del cambio es un arte y una ciencia multidisciplinaria, transversal y totalizadora. Los procesos de cambio tanto en el plano individual, como en las empresas, organizaciones de todo tipo y en la propia sociedad pueden ser gestionados hoy con un razonable nivel de precisión, si se abordan con las herramientas adecuadas y lo ejecutan gestores con la experiencia suficiente.

2.- Los entornos en los que actuamos y actuaremos durante mucho tiempo son entornos de alta incertidumbre...No hay nada seguro... Es preciso trabajar con la dinámica del aprendizaje permanente y la colaboración entre iguales. El mundo es complejo y los reduccionismos no funcionan. Las visiones economicistas, sicologistas, políticas, ecologistas, etc, por sí solas no permiten percibir la dimensión global del problema del cambio y la profundidad de la crisis.  Pero podéis estar seguros de que las cosas no volverán a ser como antes.

3.- La resistencia al cambio es un fenómeno humano, natural y predecible en todo proceso de transformación, sea en una empresa, una organización o una persona individual. Y mucho más en la sociedad compleja. Los comportamientos aprendidos tienden a reproducirse por inercia. En el camino también se encuentran resistencias conscientes y deliberadas. En los procesos de cambio se afectan intereses creados y siempre hay personas o grupos que se resienten. Algunos se adaptan y otros resisten. El abordaje de esas resistencias es crucial. Hay que esperarlas, detectarlas, analizarlas y regularlas mediante una intervención planificada, racional, elegante y precisa...y a veces drástica.

4.- Si cambias tú, cambia el mundo. La reforma de la conciencia comienza en el hombre individual y es un problema que depende también del límite de la capacidad de evolución de la psique individual. Ulteriormente, la eficacia del cambio en términos sociales depende de si una época está madura para una transformación o no.

5.- Si quieres cambiar, tienes que conocerte a ti mismo. Conocerte a ti mismo requiere trabajo de introspección y honestidad. Si quieres cambiar tu entorno, es preciso también que lo conozcas a fondo.

6.- El mapa es el territorio. Revisa tu mapa de creencias, valores y actitudes. Si el mapa que tienes de tu territorio de actuación es precario, tus logros y tu orientación serán precarios. Enriquece el mapa permanentemente.

7.- La percepción de la realidad forma parte de la realidad. Si lo que percibes de ti mismo y de tu entorno es pobre, así serán tus resultados cuando actúes. Ampliar tu percepción es una tarea de todos los días y hay técnicas para ello.

8.- Si ejerces una posición de liderazgo, empieza cambiando tú y facilitarás el proceso de cambio de tus seguidores. Si quieres que cambien ellos por arte de magia, te saldrán canas esperando.

9.- La sociedad es como somos. No la hacen así sólo los demás. También tú. Es muy socorrido desplazar la responsabilidad del actual estado de cosas al vecino, la familia, los políticos, los mercados, etc. Por acción o por omisión también tienes tu parte del pastel.

Estos son sólo algunos de los principios de Gestión del Cambio que hemos ido desarrollando a lo largo de nuestra experiencia vital y profesional...Espero que les sirvan...Habrá más...

20.1.12

Curso de Oratoria en febrero, en Zaragoza


La Asociación Aragonesa de Coaching (Aracoach) y el que suscribe han organizado para el mes de febrero un curso intensivo de Oratoria 2.0. En esas 32 horas, el objetivo es que los participantes obtengan destreza en el arte y la técnica de la oratoria, sepan analizar una audiencia, construir un discurso persuasivo, influyente y adaptado a esa audiencia, utilizar su voz y su cuerpo de manera persuasiva y comiencen a definir su propio estilo como oradores. El Curso está dirigido a todos aquellos que ejercen posiciones de liderazgo que implican el uso de la oratoria de influencia para públicos diversos.

CONTENIDOS

1:- Introducción general a la oratoria. En occidente y en Oriente. La escuela griega y romana. La oratoria inglesa y española. Las tendencias actuales. (Teoría y material de lectura). La Oratoria ZEN de Steve Jobs. Oratoria en tiempos de crisis. La Oratoria 2.0.

2.-Técnicas prácticas. Para la utilización de la voz, el cuerpo y los gestos. Acompasar para liderar. Control de comportamientos inconscientes de adaptación. 

3.-Analizar una audiencia. Adaptar el mensaje a la audiencia. Entrenamiento en los tipos psicológicos junguianos y en los sistemas de representación de la PNL. 

4.-Construcción del discurso. Discurso eficaz: técnica de construcción circular y construcción sinestésica. Influir y persuadir (mitos y realidades). La improvisación y el cambio de registro. Introducción al lenguaje ericksoniano.

5.- Taller de manejo del atril. Qué hacer con las manos y las piernas. Definición de un estilo del orador. 

6.-Motivación y preparación psicológica del orador. Técnicas de relajación, autohipnosis. Control de fobia a hablar en público y miedo escénico con Programación Neuro Lingüística (PNL) y otras técnicas. 

7.- Análisis de las grabaciones en vídeo de los alumnos que se irán haciendo a lo largo del taller.

METODOLOGÍA

Teórica-práctica. Grabaciones en vídeo.

TEMPORALIZACIÓN

Duración del taller: 32 horas
2 fines de semana (sábado y domingo)
Horario: 9.30-14 h / 16-19.30
Fechas: 11-12 Febrero / 25-26 Febrero

FORMADOR

Ramón Maceiras
Trainer en PNL. 
Más de 1500 horas de talleres y 800 alumnos formados en oratoria.
http://ramonmaceiras.blogspot.com/

INVERSIÓN

Socios AraCoach 260€
No socios 290€

PLAZO DE INSCRIPCIÓN

Hasta el 6 de Febrero
¡Plazas limitadas!

MÁS INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES

Asociación Aragonesa de Coaching
Comisión de formación
formacion@aracoach.com

19.1.12

¡Vuelva a bordo, coño!


Por Ramón Maceiras López
La cobarde actitud de Francesco Schettino (en la foto de arriba), capitán del naufragado crucero Costa Concordia, tiene el valor simbólico de ser todo un signo de los tiempos. Pillado el indigno capitán por las grabaciones de la conversación que sostuvo con la Capitanía de Puerto, sacó a relucir otra cara de estos cínicos tiempos: no huyó del barco, se cayó a una lancha salvavidas. En medio del drama, surge otro símbolo: el capitán Gregorio de Falco, quien desde su puesto de mando en la Capitanía de Puerto le ordena a Schettino que asuma su papel, y lo increpa con tono imperativo:

-¡Vuelva a bordo, coño! ¡Es una orden!

Cobardía y egoísmo, mentira e irresponsabilidad aparecen, por una parte, en el comportamiento de Schettino. Sentido del honor, responsabilidad y liderazgo, por la otra, en la actitud de De Falco. Schettino y De Falco expresan dos posibles actitudes frente al desastre colectivo desde posiciones de mando. La primera es la expresión cruda del ¡sálvese quien pueda!, anclada en el rampante narcisismo, individualismo y egoísmo contemporáneos. No hay reglas cuando se trata de la supervivencia individual. Yo soy la persona más importante del mundo, es el gran mantra ¡Qué tiempos aquellos cuando el capitán Achab se hundía con Moby Dick y las novelas de Conrad nos pintaban a aquellos lobos de mar, los últimos en abandonar el barco! La fulana autoestima se pierde en un acto despreciable realizado, paradójicamente, en nombre de la susodicha autoestima del hombre más importante del mundo.

De Falco le recuerda al infame capitán cuál es su deber. Lo siente acobardado y en fuga y, en nombre del honor marinero, le ordena que vuelva a bordo y asuma sus responsabilidades. Schettino no vuelve. La tragedia está servida. Algunos miembros de la tripulación asumen la tarea de coordinación de la evacuación, otros siguen la consigna de su capitán. Las más diversas personas tratan de ayudar en algo. La inmensa mayoría se deja llevar por el pánico... Pudo haber sido peor. Obviamente, la película no tardará en llegar. El naufragio del Costa Concordia tiene todos los ingredientes simbólicos de la crisis. Incluso, uno muy curioso y prometedor, casi délfico: el barco no se hunde...Encalla y pronto será reflotado. Todo muy distinto al caso del Titanic, de cuyo hundimiento se cumplen en abril 100 años.

La tragedia ilustra también la situación italiana. A la pésima y vergozosa reputación del naufragado pornogobierno de Berlusconi -el de las velinas, el bumgabumga y la corrupción- sólo le faltaba adicionar un acto de cobardía de un capitán, que de paso tendrá consecuencias en el negocio de los cruceros por el Mediterráneo. Por suerte para los italianos, no todo está perdido...En medio de la crisis, surgió el capitán Gregorio de Falco (a la izquierda).

¿Cuántas veces, a lo largo de nuestras vidas, hemos actuado como Schettino y cuántas como De Falco? Salvación personal o salvación colectiva ¿Realmente merece la pena sobrevivir llevando en la conciencia el peso de los muertos, heridos y -lo que es más grave- el fardo de la propia indignidad?

La moraleja de la historia es contundente. Al final, Schettino no se salva. Lo espera la cárcel y la deshonra. En el medio de la crisis, lo mejor es siempre afrontar los problemas con responsabilidad, entereza. Mirar la tragedia cara a cara. Tomar el toro por los cuernos. La mayor parte de las veces, el barco tampoco se hunde...

10.1.12

Administrar la presencia pública



Por Ramón Maceiras López
Para un líder, administrar su presencia pública es, al mismo tiempo que una ciencia, un arte. El presidente Mariano Rajoy hace práctico este concepto de lo que nosotros llamamos la Oratoria 2.0 y destroza los viejos paradigmas de la comunicación de crisis y los patrones de la comunicación política anteriores al cambio. Preguntarán ustedes qué ha cambiado. La respuesta es que ha cambiado todo.

Leo y escucho desde hace días comentarios de todo tipo acusando a Rajoy de que se esconde, de que no da la cara. Se cuestiona que sea la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría la que asuma la explicación de las medidas de urgencia tomadas por el gobierno recién estrenado. Sesudos analistas creen que el presidente "no se quiere quemar" y por eso pone en la primera línea de fuego a la bella y eficaz vicepresidenta y a los menos agraciados ministros que lidian con la dramática situación económica. Son los cálculos de los viejos tiempos, por lo que se ve muy añorados por muchos tertulianos a sueldo, periodistas antediluvianos y opositores de oficio y beneficio.

Utilizando un viejo argumento retórico, pregunto: ¿cuál sería el beneficio de que el presidente de gobierno diera las ruedas de prensa informativas del Consejo de Ministros semanal y de que perorara diariamente, usando y abusando de los medios de comunicación? El primero que se me viene a la mente es el presidente Chávez, de Venezuela, que agota a sus ciudadanos con las interminables cadenas de radio y televisión; o el locuaz Fidel Castro de los viejos tiempos, el de los discursos de ocho horas; y el mismísimo presidente Zapatero antes de que la crudeza de sus errores lo recluyera en La Moncloa y se hiciera silente y autista. Si revisan ustedes la agenda pública de los presidentes europeos, no verán ninguna exposición mediática permanente y cansina. Sí, ya sé que en estos tiempos de crisis todos necesitamos que desde el poder se nos endulce el aceite de ricino y que se nos den mensajes esperanzadores, que se nos explique no sé qué cosas que ya sabemos. Pura psicología pop...

La cruda realidad no cambiará por el hecho de que el presidente de gobierno nos dé la tabarra un día sí y otro también. Me parece oportuno apuntar que el liderazgo en tiempos de crisis debe guardarse para las grandes ocasiones. Cuando tenga algo importante que decir. Ya estamos hartos de milongas, psicología optimista pop y ruedas de molino. El cambio está en marcha, es imparable y avanza rápidamente.

Eso sí, el liderazgo de estos tiempos tiene que ser creíble, serio y responsable. Como decíamos en otra nota de este blog, la verdad y la sobriedad son hoy la mejor estrategia de comunicación.

9.1.12

Carmen Chacón y el pack aristotélico



Por Ramón Maceiras López
Después de haber pasado media vida leyendo, analizando y practicando todo lo que merece la pena leer, analizar y poner en práctica sobre el arte de la palabra en occidente -desde Sócrates hasta hoy- , he condensado todo ese saber milenario en lo que yo llamo el “pack aristotélico”. Aunque incursioné también en la retórica oriental -que más que dice, sugiere, y procura que la mente vuele y se “ilumine”-, la experiencia me ha convencido de que este occidente consumista, individualista y materialista es, de momento, refractario a tales sutilezas del espíritu. No obstante, en los tiempos de cambio que vivimos nunca se puede decir “de esta agua no beberé”.

El “pack aristotélico” es contundente por su sencillez, elegancia, profundidad y sentido práctico. Cuando se maneja con destreza, permite sacar conclusiones inmediatas sobre la estrategia, posibilidades, calidad y perspectiva de cualquier orador, sea cual sea la actividad a la que dedique el arte de la palabra. Hoy lo uso con visión transdisciplinaria. La retórica es hoy mucho más que el arte de la palabra.

En su Retórica, Aristóteles recoge las enseñanza de Sócrates, esparcidas magistralmente en los Diálogos, de Platón, y resume todo el problema en tres conceptos: ethos, pathos, logos. En un libro de próxima aparición me explayo largamente sobre el asunto. Sin embargo, en esta nota lo explicaré en términos actuales: credibilidad, puesta en escena y argumentos son hoy el equivalente de ethos, pathos, logos. A esa conclusión he llegado después de más de 1.500 horas como instructor de cursos de oratoria en varios países y luego de haber formado a políticos, empresarios, vendedores, sindicalistas y coachs, en las dos riberas del Atlántico.

Leyendo sobre la señora Carmen Chacón, quien viene de lanzar su candidatura a la secretaría general de PSOE, una deformación profesional me llevó inmediatamente al “pack aristotélico”, primer filtro -aunque no el único- que utilizo para calibrar cualquier tipo de marketing, en este caso, electoral.

Ver, escuchar y sentir -percibir, en fin-, son los otros filtros. Pero de eso hablaremos en otra nota. El ethos trata de quién eres tú, tus características, tu experiencia, experticia y atributos y, sobre todo, trata de cómo te perciben los demás. El pathos nos dirige a los elementos dramáticos que te rodean, tu puesta en escena, tu expresión corporal o no verbal, al uso del espacio y al contexto global. El logos es simplemente y llanamente tu argumentario, tus razones. Los tres elementos son uno. Los tres están relacionados. Son los tres pilares de un mix de marketing, electoral en este caso.

En el caso de la señora Chacón, descubrí rápidamente que ha puesto el acento en el pathos. Ya que en el argumentario -el logos- poco la diferencia del señor Rubalcaba. Los dos se han empeñado después de la debacle electoral del PSOE el 20-N en convencer a tirios y troyanos de que ellos son muy de izquierda y que tenían serias diferencias con el presidente Zapatero en la conducción de la crisis económica. En esa materia el señor Rubalcaba lleva ventaja. Tuvo toda una campaña electoral para intentar -eso sí, inútilmente- distanciarse del pasado gobierno. La señora Chacón nos filtra ahora, por boca de periodistas amigos, que tuvo profundas diferencias con la vicepresidenta económica, la señora Salgado, y nos dice que atosigaba al antiguo inquilino de La Moncloa con escritos en los que expresaba sus posiciones disidentes en política económica.

En cuanto al ethos, la señora Chacón exhibe su condición de mujer, su feminismo y su juventud. Y alude a una vaga, lejana y, probablemente difusa, relación de mentoría (“la niña de Felipe”) por parte del mítico Felipe González, todo un icono para los socialistas españoles. En esto último, sólo intenta igualarse con Rubalcaba, ya que para nadie es un secreto la estrecha relación entre este último con el ex presidente González. Por razones obvias, la señora Chacón no puede llevar la disputa a un cuerpo a cuerpo en el terreno del ethos con Rubalcaba. Y por eso se centra en los aspectos que puede destacar: juventud y atractivo, feminismo y un difuso aire renovador.

En el cálculo previo, la señora Chacón ha analizado muy bien que sus posibilidades en la contienda pasan hoy por centrarse en la puesta en escena, en el pathos. Uso del espacio (Andalucía, lugar de su infancia y hogar de su abuela); identidad española y multicultural (se quita de encima de una tacada el estigma de ser muy catalana, al exhibir sus orígenes andaluces y aragoneses y rompe uno de los argumentos en su contra de Rubalcaba); exhibición de su personalidad emotiva, histriónica, frente a la sobriedad profesoral de Rubalcaba; verbo inflamado, tono exultante, voz quebrada en estudiados momentos emotivos. Es este el único terreno en el que le lleva ventaja a Rubalcaba. Aunque también hay que decir que esa puesta en escena, aunque funciona muy bien en la efervescente Andalucía, puede ser contraproducente en las otras Españas, donde como la señora Chacón dice muy bien, se habla y se siente con “otros acentos”.

Por su parte, el señor Rubalcaba ha escogido dar la batalla en el terreno del ethos. Toda su campaña se basa en su persona, sus atributos, su experiencia, etc. Lo hizo también en la campaña electoral contra Rajoy y perdió. A eso se le llama personalizar la campaña. Ya analizamos esto en otra nota en este blog. Sin embargo, en la batalla interna del PSOE esa estrategia puede ser más efectiva.

Podría tirar más del hilo. Pero considero que esta breve exposición da una idea clara del potencial analítico y práctico que tiene el “pack aristotélico”. En el curso de oratoria que impartiremos en Zaragoza -de la mano de Aracoach- en el próximo mes de febrero, profundizaremos en esta eficaz y sencilla herramienta de trabajo. También comienza el cambio en la teoría y la práctica de los cursos de oratoria en España.



6.1.12

Los cursos de oratoria y la nueva realidad


Si usted se dedica a la política, hoy lo tiene crudo. Las viejas milongas, el optimismo facilón y el mitin excitante poco le dicen ya a unos ciudadanos desconfiados, encallecidos y experimentados en el arte de separar el grano de la paja. Si es usted un vendedor, aléjese de las malas mañas del "honrado Joe, el vendedor de autos usados". Sus clientes huirán de usted como de la peste, por muchos cursos de ventas que haya hecho. Si dirige usted su empresa, ya se habrá dado cuenta de que liderar en tiempos de crisis exige mucha persuasión y conocimientos del alma humana, que es preciso que adquiera en estos tiempos. Si es usted profesional del derecho, el márketing, publicista o profesor, no le tengo que explicar porqué ya no funcionan las viejas fórmulas retóricas.

Porque la nueva realidad ha transformado el arte de la palabra, aunque esos cambios siguen sin permear a los cursos de oratoria que se ofertan por todo el mundo. Los públicos han cambiado. La sociedad ha cambiado. Sin embargo, muchos oradores siguen empeñados en seguir haciendo lo mismo que hacían antes del cambio. Y por supuesto, ya no obtienen los mismos resultados. Hoy por hoy, para influir sobre un público no basta con que usted se vista para la ocasión, exprese sus ideas con fluidez, sea simpático y ajuste su expresión no verbal. Esos son apenas los rudimentos del oficio.

El fenómeno de la oratoria de influencia es hoy mucho más complejo. Las neurociencias han aportado conocimiento nuevo y crucial para entender el proceso de toma de decisiones por parte de las personas, tanto individual como colectivamente. Esa información transforma el arte de la comunicación en todos los campos de la actividad humana Adquirir las herramientas adecuadas forma parte de ese aprendizaje permanente al que estamos sometidos si queremos seguir avanzando en medio de la crisis y no ser aplastados por el vendaval. El conocimiento es transdisciplinario, complejo. Influir hoy es un arte y una técnica integral. Las nuevas herramientas son la integridad, la Perception Management, el pack aristotélico, la Programación Neurolingüística (PNL), la Inteligencia Emocional, el estilo Zen de Steve Jobs y la ética...

Aracoach, la asociación que agrupa a los profesionales del coaching de Aragón, ha decidido asumir el reto de los nuevos enfoques en el arte de la palabra y ha preparado un Curso de Oratoria, el próximo mes de febrero. Comienza el Cambio en la enseñanza de la oratoria en España.

5.1.12

La ley Sinde-Wert es un adefesio


Cuando era feliz e indocumentado -un adolescente con ganas de comerse el mundo- hacía tres cosas con la paga que mi madre me daba religiosamente todas las semanas. Lo primero, pasar por la librería del señor Pepe -en la Caracas de mediados de los setenta y -después de escuchar sus sabios consejos de librero-, comprar un libro, generalmente, una novela de aventuras que alimentaba mi ansia de correr mundo. Después, pasaba por la casa de mi amigo Fiorángelo y seleccionábamos el disco de vinilo de la semana, que había que comprar. En esa época me iba el rock sinfónico y a Fiorángelo el cool jazz. Y, por último, nos enterábamos de la peli porno del viernes por la noche en el cine Bello Campo, y revisábamos la cartelera cinematógrafica para la peli del sábado, esa sí, del momento. Los domingos siempre daban una película "de autor" en la Cinemateca Nacional, sabiamente dirigida por el viejo Izaguirre, el padre de Boris Izaguirre. Normalmente era un coñazo, pero íbamos de chicos cultos y siempre había una sobremesa en la que comentábamos lo que apenas habíamos entendido. Eso sí, las chicas de la pandilla quedaban impresionadas.

Así comenzó mi carrera como pirata y delincuente del copyright. Con los discos de vinilo, hacíamos copias en casette y las distribuíamos ilegalmente entre los adolescentes de mi calle. En el colegio, el tráfico de música ilegal en casette era tan o más grave que el de porros. Sí, ya éramos unos delincuentes púberes. Cada quien compraba un disco de su gusto y lo copiaba en casette para intercambiar las copias con sus abyectos, degenerados, delincuentes y adolescentes amigos. Lo confieso también: nos intercambiábamos los libros. Y, a veces, hacíamos fotocopias. Tuvo que llegar el Betamax para empezar a copiar películas. La actividad delictiva se incrementaba en la medida en que aparecían nuevos medios tecnológicos.

Nuestro Carlitos (copia fiel del Manolito de Mafalda) vio que el tráfico podría dar dividendos y después de hablar con su padre -el portugués dueño de la mueblería de la esquina- consiguió financiamiento y espacio en el almacén de papá para montar una línea de grabadoras de casette y equipos para copiar películas. Carlitos se forraba y nos invitaba a los helados después de salir del cine. Carlitos, por supuesto, sólo iba a las pelis porno de los viernes por la noche. Menudo magnate estaba hecho. A los pocos meses, nos restregaba ya un Mustang del 72, tuneado, rojo fuego y muy hortera. La actividad delictiva de Carlitos se extendió y comenzó a montar timbas de póker en el almacén de papá los viernes en la noche, después de la sesión de pelis porno. Era un emprendedor -nuestro Carlitos- muy pendiente de las tendencias del mercado.

Esta historia aconteció hace más o menos 30 años. Algo novelada, pero cierta en lo esencial ¿Qué ha cambiado? Muchas cosas, pero el meollo es el mismo. Mi hijo adolescente intercambia con sus amigos copias de su música favorita, copias de los libros que le gustan  y las pelis que le fascinan. Son una generación de nativos digitales y se las saben y se las entienden para obtener lo que les gusta en esa maravilla que es internet.

Y ha cambiado otra cosa. Con mi paga de la semana, podía comprar un libro, un disco de vinilo e ir al cine. Y en mi casa no éramos ricos. Ningún adolescente promedio se puede dar ese lujo hoy en España. En mi generación, utilizábamos los recursos tecnológicos de los que disponíamos para multiplicar la experiencia de consumir productos culturales. Cuando una peli te impacta, cuando un libro de emociona, cuando una canción te transforma, lo primero que quieres hacer es compartir esa experiencia con tus colegas. En mi época, todos comprábamos algo y lo copiábamos con el objeto de difundirlo entre nuestros amigos y amigas...nuestra peña, pues. La chavalada de hoy no se puede dar ese lujo...Sí, señores, se trata de la crisis. Cuando papá y mamá están en el paro y apenas llega para los gastos esenciales del hogar, la paga del adolescente de turno se ve reducida hasta lo mínimo. ¿Condenamos a los chavales a la Edad de Piedra por el prurito de defender un modelo de copyright decimonónico?

La ley Sinde-Wert es un adefesio. En el mundo actual, tales despropósitos están condenados al fracaso. Ya circula por internet el manual para eludir semejante disparate. Lo que había que hacer aquí era rediseñar y actualizar el concepto de propiedad intelectual. Adecuar el concepto a los nuevos tiempos. Pero los grandes lobbys de la industria cultural han usado a tope sus influencias y han impuesto algo que no se puede cumplir. Han hecho el peor negocio de su vida. Dentro de poco tiempo las cosas volverán a su cauce y el ministro Wert probablemente ya no esté en el cargo.

Sigo con el tema en mi siguiente nota. Y entonces hablaré del problema de mi concepción sobre el copyright. El ministro Wert ha insultado a varias generaciones, comparándonos con narcotraficantes. Otros han soltado lindezas semejantes...No, señores, estáis equivocados. El problema es vuestro...Nosotros ya sabemos lo que tenemos que hacer.