22.11.07



Un taller enseña
en Ferrol
cómo salir
sano, salvo

y fortalecido
del divorcio

Cómo salir sano, salvo y fortalecido de la experiencia del divorcio, es el nombre de un taller organizado por el Centro Dharma de Ferrol. El taller téorico-práctico se desenvolverá durante 12 horas del fin de semana del 15 y 16 de diciembre de 2007, en las modernas instalaciones de este novedoso centro de terapias alternativas, situado en Porta Nova, en la calle Seselle, Nº 14, 1º.
La primera actividad del taller será una conferencia abierta a todo el público y gratuita el próximo 7 de diciembre a las 19:30 horas en las instalaciones del Centro Dharma. En esa conferencia se presentará el libro Manual de Primeros Auxilios para Divorciados, de Ramón Maceiras.
El programa del taller
Las 12 horas teórico-prácticas que se desarrollarán los próximos 15 y 16 de diciembre tienen los siguientes contenidos:
Módulo 1: La separación y el divorcio: una oportunidad para reorientar tu vida.

Módulo 2: Supervivencia durante la transición hacia una nueva vida. El gran reencuadre. Desarrollo práctico de la técnica del reencuadre vital.
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Módulo3: Los cuatro pasos para salir del laberinto de la separación y el divorcio.
-De la resignación a la aceptación.
-Técnicas de procesamiento del dolor y superación del duelo.
-Formulación de una nueva vida. Definición de objetivos, Pirámide de niveles neurológicos. Proyección al futuro
-Recolocación adecuada de la experiencia de la separación y el divorcio en la línea del tiempo.

Módulo 4. Intercambio de experiencias con otros separados y divorciados. Dinámica de grupos, expresión corporal y psicodrama.
Plazas limitadas.
Precio: 150€ (El precio incluye el Manual de Primeros Auxilios para Divorciados y material didáctico).

21.11.07

Los emprendedores y la fortaleza mental
Una definición universalmente aceptada sobre el proceso de emprender es la definida por la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard: “El proceso de crear o aprovechar una oportunidad y desarrollarla sin limitarse por los recursos con los cuales se cuente actualmente" (Timmons, 1994).

A lo largo de los años el debate se ha centrado en las cualidades que debe poseer el emprendedor. Una percepción muy norteamericana atribuye el mérito al “héroe”, al self made man que acomete la aventura como consecuencia de su personalidad...Una creencia ampliamente difundida, pero tal vez vez incompleta.

Una cantidad de estudios de los años ´50 a ´90 señalaban que cuando alguien se destaca en sus logros, ello se debe a sus rasgos de persistencia y entusiasmo individual. Sin embargo, la misma persona, frecuentemente, resalta también la importancia de la situación o su entorno social. Realmente, solos estamos muy limitados y es un error de atribución, en el lenguaje de cierta psicología, exagerar los méritos o las limitaciones del individuo, lo cual es habitual en nuestra cultura.

El Análisis Transaccional, una escuela de psicología social creada por Eric Berne, habla del “Argumento de Vida”, un plan generado en la infancia bajo las influencias parentales, que reemplaza al concepto mágico de “destino”. Dicho argumento es familiar e incluye los roles y los vínculos de esa edad, los cuales tienden a ser repetidos en edades posteriores con personas similares. Y el emprendedor no es una excepción.

Cuando tuvo buenos modelos y apoyo en su infancia, su “programa mental” sus metaprogramas le facilitarán la creación de una red social emprendedora, interna en su negocio y externa en cuanto a proveedores, inversores y otras fuentes de financiación, clientes actuales y potenciales, asesores, etc. Todo esto es esencial para predecir quiénes triunfarán y quiénes fallarán. Por otra parte, está verificado que cuando la organización es pequeña, el liderazgo del fundador es mucho mayor que cuando posee grandes dimensiones y se profesionaliza.

En cuanto a la duración del negocio, las estadísticas internacionales son desfavorables e inflexibles. A los tres años del inicio de un emprendimiento, sólo perdura un 30% en pie; y a los cinco años, un 20%.

Evolución de los enfoques de las características de emprendedores exitosos:
En la segunda década del Siglo XX el énfasis estaba, como lo mencionamos, en la búsqueda de rasgos de personalidad que predijeran el éxito. McClelland (1961) destacó, entre ellos, la gran necesidad de logro, aunque la asunción de riesgos resultó más moderada que la opinión general al respecto.

Ya en los ´90, Timmons halló consenso en cuanto a 6 características: 1- Compromiso y dedicación; 2- Liderazgo; 3- Búsqueda de las oportunidades; 4-Tolerancia de los riesgos e incertidumbre; 5- Creatividad y flexibilidad; y 6- Motivación para el logro, y superación.

Pero, adicionalmente, Bianchi (1993) añadió variables sociocultures como: 1- Tener padres autoempleados; 2- Haber sido despedido de más de un empleo; 3- Ser inmigrante o hijo de inmigrantes; 4- Experiencia previa en organizaciones medianas o grandes; 5- Ser el hijo o hija mayor; y 6- Poseer título universitario.
Sin embargo, los estudios de los últimos 30 años, con un enfoque más sistémico, indican que todos estos factores son sólo una parte de las razones del éxito emprendedor.

Curiosamente, de los 6 rasgos descriptos por Timmons, sólo el liderazgo se refiere a lo social. El resto corresponde también a individuos que se destacan solos, como algunos deportistas. Y, además del liderazgo, se requieren otras habilidades interpersonales, tales como los contactos con individuos cruciales para el proyecto, la comunicación efectiva, la toma decisiones y la solución de problemas en forma conjunta. También la negociación, la formación y la conducción de equipos de trabajo. Todo ello interactuando con gente. Más de un 60% del tiempo de los directivos se dedica a reuniones y comunicaciones, de modo que es esencial manejarlas eficazmente.

¡Las guerras no son ganadas o perdidas por los generales sino por todo el ejército! El héroe de la empresa innovadora no es el fundador, sino el equipo que forme. En síntesis, tanto los conocimientos y talentos individuales de los emprendedores como los de índole social son complementarios, no excluyentes. Aunque, frecuentemente, el fundador posee algunos de ellos y carece de otros, lo cual pone en peligro la continuidad del negocio. En esos casos, ayuda un socio que complete la gama de recursos requeridos...Muchas veces, la propia pareja. Donde el hombre produce y vende y la mujer administra, por ejemplo.

Personalmente, nos gusta el listado de Maxwell, resumido en la palabra REAL: Relaciones, Equipo, Actitud y Liderazgo. Resume los aspectos individuales, del entorno y de las otras personas necesarias para llevar al éxito cualquier actividad humana.

Seguiremos sobre ello...

15.11.07


Presentado en Madrid el Manual de Primeros Auxilios para Divorciados


El pasado jueves 8 de noviembre, Ramón Maceiras presentó en el Espacio Zentai de Madrid su Manual de Primeros Auxilios para Divorciados.

24.10.07

Charla-presentación
del Manual de Primeros Auxilios
para Divorciados,
de Ramón Maceiras López

¿Estamos preparados para afrontar el divorcio?

Todos los divorcios son más o menos traumáticos. La experiencia enseña que no hay divorcios light. El Manual de Primeros Auxilios para Divorciados explica en cuatro sencillos pasos cómo salir fortalecido del laberinto del divorcio. El autor del libro, Ramón Maceiras, es coach, consultor y formador. Realiza terapia con PNL y ejecuta cursos y entrenamientos para desarrollar la efectividad, el bienestar, las relaciones y la comunicación entre las personas, equipos y empresas.

Día: 8 de noviembre de 2007
Hora: 19:30 horas
Lugar: Zentai
Felipe Campos, 3
28002 Madrid
T. 91 564 88 99

http://www.espaciozentai.com


Metro:

Cruz del Rayo
Avenida de América

Autobuses:
29, 52, 9, 73, C

13.8.07




A la venta
en octubre
Manual de
Primeros
Auxilios

para
Divorciados



Este Manual unifica hábilmente y con profundidad conceptos y experiencias que son comunes a todas las personas: pérdidas, supervivencia, resignación, aceptación, emociones, sufrimiento, dolor, sombra, autoestima, valores, conocimiento. Aplicadas en forma sencilla y descarnada al procesamiento de la traumática experiencia del divorcio.

El autor ha desarrollado una herramienta que puede ser útil para que cualquier persona que atraviese por semenjante crisis se sienta comprendido y acompañado.

Salpicado de historias extraíadas de todas las grandes tradiciones espirituales, el autor propone un método que desarrolla una gran complicidad con el lector, de tal manera que se pueda representar la situación como si la hubiera vivido. Decía Albert Einstein que "si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre". La fuerza de este Manual está en la sencillez y la humanidad desde dónde está escrito.

El propósito de este libro es ser útil y ayudar a los divorciados a encontrar la salida del laberinto. Buen viaje.

12.7.07



Reflexión

Aparcamos el blog por unos días. Un poco cansados andamos. Algo apaleados de más. Volveremos pronto. Les dejo este poema de Amado Nervo (en la foto):...Bien sabes....

Busca dentro de ti la solución a todos los problemas,
hasta de aquellos que creas más exteriores y materiales.
No hables a todos de las cosas bellas y esenciales.
No arrojes margaritas a los cerdos;
desciende al nivel de tu interlocutor
para no humillarle o desorientarle,
sé frívolo con los frívolos...
pero de vez en cuando, como sin querer,
como sin pensarlo, deja caer en su copa,
sobre la espuma de su frivolidad,
el pétalo de rosa del ensueño;
si no reparan en él,
recógelo y vete de su lado sonriente siempre,
es que para ellos no llegó aún la hora,
mas si alguien coge el pétalo,
como a hurtadillas
y lo acaricia y aspira su blando aroma,
hazle enseguida un discreto signo de inteligencia...
llévale después aparte;
muéstrale alguna o algunas de las flores de tu jardín,
háblale de la divinidad invisible que nos rodea...
y dale la palabra del conjuro del
Sésamo Ábrete de la verdadera libertad.

6.7.07

Así es la vida, según Gates



Así es la vida, según Bill Gates

Bill Gates, fundador de Microsoft, dirigió hace un tiempo un discurso a un grupo de estudiantes de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, en el que fue especialmente crudo con el mundo ilusorio que difunden los medios de comunicación norteamericanos. Gates viene a decir, más o menos, que sólo en el diccionario la palabra éxito está antes que la palabra trabajo. Y que aún trabajando mucho, el éxito no es seguro. Aquí van las ideas expuestas por Gates.

Gates le hace frente al modelo educativo uniformizador y facilón que se expande por todo el mundo y que forma jóvenes que viven en mundos ilusorios y que carecen del empuje y los conocimientos prácticos necesarios para desenvolverse en en mudo cada vez más duro. Gates les dice lo siguiente a estos chavales:

1.- La vida no es justa, acostúmbrate a ello.

2.- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.

3.- No ganarás US$ 5.000 mensuales justo después de haber terminado tus estudios y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros.

4.- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.

5.- Dedicarse a hacer hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.

6.- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.

7.- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.

8.- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se repiten cursos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.

9.- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

10.- La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.

11.- Sé amable con los los más aplicados de tu clase. Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

19.6.07

¿Autoestima o narcisismo?




¿Autoestima
o Narcisismo?


El caso es que con estas bases teóricas, más o menos contrastadas, llegamos hoy a la idea de la autoestima como causa y no como consecuencia de los resultados de un determinado comportamiento.

Sin embargo, en el mundo académico, el mundo de la psiquiatría y la psicología, la pedagogía, etc, el debate sigue abierto. La definición del término autoestima es asunto que divide más que une. No obstante, lo que está en la calle es lo que en realidad indica mejor cuál es el concepto que se está imponiendo en la práctica.
Si usted le pregunta a su mujer, su amigo, su vecino, su colega de trabajo, qué es la autoestima, probablemente escuche respuestas como estas: aceptarse, quererse a sí mismo, hacerse respetar, perdonarse, estar bien con uno mismo, estar orgulloso de sí mismo, manera en que nos vemos a nosotros mismos, etc, etc, etc.

El concepto está siendo cargado culturalmente en los ámbitos populares de una determinada manera. Los conceptos son, de alguna forma, como los teléfonos móviles con tarjeta prepagada. Usted los puede cargar con 100 euros o con 50 euros. En un caso durarán más y en el otro menos. Como construcción subjetiva de la mente, un concepto puede cargarse pobremente o puede cargarse con mucha potencia. Trabajar con un concepto cargado pobremente nos dará pobres resultados. Parece no haber duda de que lo que creemos sobre nosotros mismos, sobre el mundo y sobre los demás condiciona nuestra acción sobre el entorno, pero no garantiza resultados. Nuestras creencias crean resultados sólo porque dirigen nuestros actos, porque actuamos de una determinada manera.

Lo mismo sucede con el concepto autoestima y lo que creemos sobre él. La publicidad comercial nos dice que podemos comprar autoestima. Si tengo determinada marca de coche, me visto con la ropa de tal tienda o tal marca, si voy a determinados lugares de moda, si me muevo en determinados círculos sociales, si tengo una figura esbelta según marcan los cánones culturales de belleza, si trabajo en tal empresa, tendré lo que se llama “alta autoestima”. Cargada de esa manera, la autoestima se puede comprar. Si usted dispone del dinero suficiente y considera la autoestima de esa manera, usted rápidamente puede resolver su problema de la autoestima.

Lamentablemente, ésta es la percepción más corriente y más extendida de la autoestima. A la que se añade la perniciosa autoglorificación del ego extendida en lo últimos años por la cultura New Age, cierta psicología hiperindividualista y ciertos gurús mediáticos que le resuelven a usted su problema de autoestima en un cursillo de fin de semana…eso sí, pagando…Mientras más caro sea el cursillo obtendremos más autoestima, ya que como es sabido los cursillos baratos por lo general proveen de baja autoestima.

16.6.07



¿Autoestima
o narcisismo? (I)

Etimológicamente, autoestima viene de estimar. Estimar en el sentido literal de medir, evaluar la dimensión, el peso, la medida, el tamaño, etc. Con el prefijo auto (propio o por uno mismo), la autoestima no es otra cosa más que la evaluación, estimación, que hacemos de nosotros mismos. Viene a ser como el conócete a ti mismo de los griegos y de todas las grandes tradiciones espirituales.

Una alta autoestima implicaría entonces, por definición, una justa evaluación de uno mismo. Alta autoestima no es creer que soy lo que no soy o que puedo lograr cosas que no están a mi alcance todavía. Una alta autoestima responde a la gran pregunta ¿quién soy yo? Tal vez la pregunta más importante del mundo. Una justa estimación de nosotros mismos revela nuestras luces y sombras, nuestras capacidades y carencias, nuestra concepción del mundo, de los otros, de la vida, hacia dónde vamos o queremos ir, nuestra misión, etc.

La autoestima es saber quién soy. Luego decidiré qué hago con ello. Si lo cambio o no. La autoestima es el camino del autoconocimiento, no el camino del autoengaño y la ilusión. Si soy gordito, poco atractivo según el cánon , moreno y bajito, de nada me sirve creerme como Brad Pitt. Eso un es un delirio banal que sólo me produce frustración cada vez que me miro en el espejo.

15.6.07

Naturaleza humana

Naturaleza humana

En estos días en los que se produce la investidura de los alcaldes españoles y se instalan las corporaciones municipales, tal vez sea conveniente releer esta historia sobre la naturaleza humana:

En una pequeña ciudad, un periodista estaba haciendo una encuesta acerca de lo que la gente pensaba del alcalde.
«Es un mentiroso y un tramposo», respondió el empleado de la gasolinera.
«Es un asno pomposo», contestó el maestro de la escuela.
«Jamás en mi vida he votado por él», declaró el farmacéutico.
«Es el político más corrupto que he visto en mi vida», dijo el barbero.

Cuando, finalmente, el periodista se encontró con el alcalde, le preguntó qué sueldo cobraba por su cargo.
«¡Cielos, si yo no recibo sueldo alguno!», le dijo el alcalde.
«Entonces, ¿por qué aceptó el cargo?»
«Por el honor que supone.»

11.6.07

Soñar despierto como terapia



"Chuang Tzu soño que era una mariposa y no sabía al despertar si era Tzu que había soñado que era una mariposa, o una mariposa que ahora soñaba ser Tzu."

Chuang Tzu


¿Qué misterios se nos revelan a través de los sueños? Qué de los secretos que se esconden en los sonidos del silencio interior...Podemos estar deprimidos, sentirnos vacíos o sin rumbo, podemos haber perdido nuestra capacidad de crear y disfrutar de este mundo. Es verdad que hay otros mundos...pero están en este mundo: nosotros.

El Sueño Despierto o Sueño Vigil Dirigido es el nombre de un procedimiento utilizado para revertir distintos tipos de neurosis, alteraciones psicosomáticas y trastornos de sexualidad. Es una terapia breve, próxima a la hipnosis, y busca que las personas expresen contenidos inconscientes con la finalidad de elaborarlos y revertir síntomas o conductas que afectan su vida o la de su entorno.

Fue creado por el francés Robert Desoille, ingeniero de profesión (1890-1966) alrededor de 1940 basándose en los trabajos de un ocultista, Eugen Casalant. (Para Casalant la experiencia vivida durante los sueños despiertos eran la representación de un universo oculto accesible al hombre). Tomando la idea del trabajo mediante la imaginación fue desarrollando el método. Al principio vinculándolo teóricamente con conceptos freudianos, luego con concepciones jungueanas y en su último libro, buscando fundamentos neurofisiológicos de la técnica, lo relacionó con hallazgos de la escuela pavloviana.

7.6.07

La droga del amor


Seguimos reflexionando sobre amor, apego y deseo. Leamos este pasaje de Anthony de Mello, en Autoliberación interior:

El amor es la única necesidad que tiene el ser humano. Amar y ser él mis­mo. La sexualidad no es amor. El amor dice: "No soy yo quien te amo, sino que es el amor el que está aquí, es mi esen­cia, y no puedo menos que amar." Eso surge libremente cuando estás despier­to y se han caído tus programaciones.

Cuando comprendes que eres felici­dad no tienes que hacer nada. Sólo de­jar caer las ilusiones. El apego se fo­menta porque tú te haces la ilusión (porque así te lo han predicado y lo has leído en mucha literatura barata) de que tienes que conseguir la felicidad bus­cándola fuera; y esto hace que desees agarrarte a las personas que crees te producen felicidad, por miedo a perder­las. Pero como esto no es así, en cuan­to te fallan, o crees que te fallan, vie­nen la infelicidad, la desilusión y la an­gustia.

La aprobación, el éxito, la alaban­za, la valoración, son las drogas con las que nos ha hecho drogadictos la sociedad, y al no tenerlas siempre, el sufrimiento es terrible. Lo importan­te es desengancharse, despertando, para ver que todo ha sido una ilusión. La única solución es dejar la droga, pero tendrás los síntomas de la absti­nencia. ¿Cómo vivir sin algo que era para ti tan especial? ¿Cómo pasarte sin el aplauso y la aceptación? Es un proceso de sustracción, de despren­derte de esas mentiras. Arrancar esto es como arrancarte de las garras de la sociedad.
Habías llegado a un estado grave de incapacidad de amar, porque era imposible que vieras a las personas tal como son.

Si quieres volver a amar, tendrás que aprender a ver a las personas y las cosas tal como son. Empezando por ti. Para amar a las personas has de abandonar la necesidad de ellas y de su aprobación. Te basta con tu aceptación. Ver clara­mente la verdad sin engaños. Alimen­tarte con cosas espirituales: compa­ñía alegre, camaradería sin apegos, y practicando tu sensibilidad con mú­sica, buena lectura, naturaleza...

Poco a poco, ese corazón que era un desierto siempre lleno de sed in­saciable, se convertirá en un campo inmenso produciendo flores de amor por todas partes, mientras suena para ti una maravillosa melodía: has en­contrado la vida.
Piensa en uno de los pasajes del Evangelio en que Jesús, después de despedir a la gente, se queda solo. ¡Qué hermoso es ese amor! Sólo el que sabe independizarse de las per­sonas sabrá amarlas como son. Es una independencia emocional, fuera de todo apego y de toda recriminación, lo que hace que el amor sea fuerte y clarividente. La soledad es necesaria para comprenderte fuera de toda pro­gramación. Sólo la luz de la concien­cia es capaz de expulsar todas esas ilusiones y pesadillas en las que es­tamos viviendo y, con ellas, expulsar también los rencores, todas las nece­sidades y los apegos.
¿Cómo empezar? Llamando las co­sas por su nombre. Llamar deseos a los deseos y exigencias a las exigencias, y no disfrazarlas con otros nom­bres. El día en que entres de pleno en tu realidad, el día en que ya no te re­sistas a ver las cosas como son, se te irán deshaciendo tus ceguedades. Puede que aún sigas teniendo deseos y apegos, pero ya no te engañarás.
Aliméntate bien con placeres na­turales: disfrutando de la naturaleza, ejercitando los placeres del tacto, del oído, de la vista, del gusto, del olfa­to. Hay un mundo por descubrir des­de nuestros sentidos atrofiados. Te darás cuenta de que no hace falta otra cosa para ser mucho más feliz de lo que consigues ser ahora. Sentirte li­bre, autónomo, seguro de ti a pesar de reconocerte con todas las limita­ciones, o quizá por ello, porque has aceptado el ser sin límites que eres, pero con todas las formas mediocres en las que te desenvuelves. Sólo co­nectarte con la realidad te hará fuer­te y no necesitarás apoyos ni apegos.

Poder decir a tus amigos: "No pon­gas tu felicidad en mí porque yo pue­do morirme o decepcionarte. Pon tu fe­licidad en la vida y te darás cuenta de que, cuando quedas libre, es cuando eres capaz de amar." El amar es una necesidad, pero no lo es el ser querido, ni el deseo. El vacío que llevamos den­tro hace que tengamos miedo de per­der a las personas que amamos. Pero ese vacío se llena sólo con la realidad. Y cuando estás en la realidad ya no echas de menos nada, ni a nadie. Te verás libre y lleno de felicidad, como las aves.

2.6.07

Hembrismo, sumidero de desdicha


La degeneración
del feminismo


Comentamos hoy el libro El hembrismo: sumidero de la desdicha, escrito por Pablo Mirrell, un seudónimo colectivo que agrupa a los integrantes de la Asociación Granadina de Padres y Madres Separados. Allí se define al hembrismo, como una nueva actitud vital de algunas mujeres que se define a través de varias características poco halagüeñas:


  • a) cinismo sin límites, rasgo primordial de las hembristas, que nunca están dispuestas a reconocer un error;

  • b) resentimiento, característica asociada a la propia conciencia de la mezquindad de los planteamientos hembristas;

  • c) agresividad: las hembristas son polemistas, buscan la confrontación a toda costa y mantienen una actitud de acusación continua;

  • d) falta de escrúpulos y disposición para destruir los cimientos de cualquier relación sin valorar las consecuencias del desastre (por ejemplo, para los hijos), o para apuntarse a la nueva moda de la maternidad en solitario, sin importarles la semiorfandad del hijo;

  • d) despotismo, propio de personas convencidas de que siempre tienen razón mientras que todos los demás están equivocados;

  • e) feminismo a ultranza, plasmado en expresiones como "mi cuerpo es mío", "tengo derecho a realizarme", "el hombre nos oprime", etc.
Por supuesto, el hembrismo no es una actitud exclusivamente femenina, sino que también son frecuentes los varones que adoptan posiciones hembristas radicales y que se pondrán siempre del lado de la mujer, tenga o no razón, porque es la moda o, tal vez, como forma de sublimar su machismo latente: a fin de cuentas, los extremismos siempre acaban por darse la mano.

29.5.07

Sobre el camino con corazón





Así le dice el indio Don Juan a Carlos Castaneda en Las enseñanzas de Don Juan. Enviado por una fiel lectora de este blog. Merece la pena compartirlo.
Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino; si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición.

Para tener esa claridad debes llevar una vida disciplinada. Sólo entonces sabrás que un camino es nada más un camino, y no hay afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo si eso es lo que tu corazón te dice. Pero tu decisión de seguir en el camino o de dejarlo debe estar libre de miedo y de ambición.

Te prevengo. Mira cada camino de cerca y con intención. Pruébalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a ti mismo, y a ti solo, una pregunta. Es una pregunta que sólo se hace un hombre muy viejo. Mi benefactor me habló de ella una vez cuando yo era joven, y mi sangre era demasiado vigorosa para que yo la entendiera, Ahora sí la entiendo. Te diré cuál es: ¿tiene corazón este camino?

Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna par­te. Son caminos que van por el matorral. Puedo decir que en mi propia vida he recorrido caminos largos, largos, pero no estoy en ninguna parte. Ahora tiene sentido la pregunta de mi benefactor, ¿Tiene corazón este camino? Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte; el otro te debilita.

27.5.07

Las taquillas del divorcio


Feministas que apoyan a los hombres

DONNA LAFRAMBOISELas taquillas del divorcio

Pertenece a la plantilla del National Post, uno de los dos grandes diarios nacionales del Canadá y es colaboradora de otros importantes diarios y revistas canadienses. Es autora del libro The Princess at the Window: A New Gender Morality ["La princesa en la ventana: una nueva moralidad de género"] (Penguin, 1996), entre otras publicaciones. Feminista ardiente en otro tiempo, poco a poco fue cambiando de actitud ante el feminismo radical, con el que ha llegado a ser muy crítica, aunque sigue fiel a los postulados de feminismo igualitario. O dicho con sus propias palabras, se considera "feminista disidente" (dissident feminist) frente a las "feministas dirigentes" o "feministas del sistema" (establishment feminists).

En su artículo One-Stop Divorce ShopsLas taquillas del divorcio”, publicado en el National Post el 21 de noviembre de 1998, Donna Laframboise describe cómo los albergues de mujeres maltratadas han adquirido un protagonismo que los convierte en verdaderas ventanillas gratuitas donde adquirir sentencias de divorcio rápidas y absolutamente favorables.

23.5.07

Watzlawick

PAUL WATZLAWICK
Es imposible no comunicar


Célebre teórico de la comunicación, Paul Watzlawick, quien murió semanas atrás reformuló de manera decisiva nuestra forma de ver "la realidad" y las relaciones humanas. Sus investigaciones en Palo Alto estimularon el desarrollo de las terapias breves.

¿Es real la realidad? se preguntaba Paul Watzlawick y escribía: "Creer que la propia visión de la realidad es la realidad misma, es una peligrosa ilusión, pero se hace aún más peligrosa si se la vincula a la misión mesiánica de sentirse en la obligación de explicar y organizar el mundo de acuerdo con ella, sin que importe que el mundo lo quiera o no. La negativa a plegarse a una determinada visión de la realidad (a una ideología, por ejemplo), la 'osadía' de pretender atenerse a la propia visión del mundo y de querer ser feliz a su propia manera, es tachada de think crime, de 'crimen del pensamiento' , en el sentido de Orwell".

Watzlawick se definía a sí mismo como un "constructivista radical" el planteamiento básico del constructivismo es que la realidad no existe como hecho objetivo, sino que es una construcción más dentro de las construcciones mentales que realiza una persona a partir de la interacción permanente con su entorno.

22.5.07

Eres como eres porque...


Eres como eres porque te dices
a ti mismo que eres así

El mundo es así como es sólo porque hablamos con nosotros mismos acerca de que es así como es.

Las cosas son reales sólo cuando uno ha aprendido a estar de acuerdo de que son reales.

El mundo, según don Juan, debía ajustarse a su descripción; es decir, la descripción se reflejaba a sí misma.

Otro punto en su elucidación era que habíamos aprendido a relacionarnos con nuestra descripción del mundo en términos de lo que él llamaba hábitos . Introduje un término que me parecía más totalizador: intencionalidad, la propiedad de la conciencia humana por medio de la cual un objeto se alude o se propone.

Eso es lo malo de las palabras dijo con gran certidumbre . Siempre nos fuerzan a sentirnos iluminados, pero cuando damos la vuelta para encarar al mundo siempre nos fallan y terminamos encarando al mundo como lo hemos hecho siempre, sin iluminación. Por este motivo, a un brujo le precisa actuar más que hablar, y para efectuar eso obtiene una nueva descripción del mundo: una nueva descripción en la cual el hablar no es tan importante y en la cual los actos nuevos tienen nuevas reflexiones.

Convertir en razonable esa cosa magnifica que está allá afuera no te sirve de nada. Aquí, alrededor de nosotros, está la eternidad misma. Esforzarse a reducirla a una tontería manejable es un acto despreciable y definitivamente desastroso.

Cada vez que el diálogo cesa, el mundo se desploma y salen a la superficie facetas extraordinarias de nosotros mismos, como si nuestras palabras las hubieran tenido bajo guardia. Eres como eres porque te dices a ti mismo que eres así.

Carlos Castaneda

18.5.07

¿Quién soy?


Conócete a ti mismo
Nada en exceso
Cuida de ti mismo (IV)

Para el sacerdote jesuita Anthony de Mello (en la foto) la pregunta más importante del mundo, base de todo acto maduro es: ¿yo, quién soy?

De Mello es un puente entre el pensamiento occidental y la tradición espiritual de oriente. Anthony de Mello es un personaje extraordinario que va encontrando su lugar a medida que su obra se divulga y transcurre el tiempo. Nacido en India en 1931, y fallecido en Nueva York en 1987, se formó como sacerdote jesuita en su India natal.

De Mello prosiguió su formación personal interesándose por diversas tradiciones religiosas asiáticas y del Medio Oriente. Entendió enseguida que los cuentos y los pequeños relatos -nacidos en la profunda noche de los tiempos, como una forma de transmisión de enseñanzas-, seguían siendo tan útiles y necesarios hoy en día como lo habían sido siempre. Es por ello que muchos de los libros que escribió De Mello fueron una recopilación y adaptación de estas enseñanzas de origen sufí y zen, relatos del medio oriente, dichos y hechos que aparecen en las leyendas hindúes, y también de las mismas enseñanzas cristianas y judías.

El común denominador entre todos estos cuentos breves -generalmente de una sola página- es su cualidad paradójica. Con ello, De Mello pretendía ofrecer un revulsivo a las personas que sentían un interés por la espiritualidad. Y este es el efecto que producen sus narraciones: una confusión paradójica que apunta a un despertar.

De Mello fue acusado por su propios correligionarios de olvidar el aspecto formal de la religión cristiana para lanzarse a una exploración sin límites que diluía las enseñanzas de unas y otras religiones. Algunos cuentos apuntan a un lugar que va más allá de la doctrina: abren un espacio al misticismo, en el que encuentran su fuente diversas tradiciones espirituales.

Sus libros han sido traducidos a más de 40 idiomas de todo el mundo, y muchas personas -cristianas o agnósticas-, han reconocido que Anthony de Mello tendió un puente espiritual entre oriente y occidente -un puente que tiene circulación en ambos sentidos.

Una de estas paradojas de De Mello se encuentra en su libro El canto del pájaro. Tiene que ver con el cambio personal y el conocimiento de sí mismo:

El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo: «De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: 'Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo'». «A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: 'Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho'».«Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que he sido. Mi única oración es la siguiente: 'Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo'. Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida».Todo el mundo piensa en cambiar a los demás o a la humanidad. Casi nadie piensa en cambiarse a sí mismo.

En uno de sus libros más profundos y a la vez sencillo, Autoliberación interior, De Mello aborda el tema del autoconocimiento fundiendo las tradiciones occidental y oriental:

Para despertarse, el único camino es la observación. El ir observándose. El ir observándose uno a sí mismo, sus re­acciones, sus hábitos y la razón de por qué responde así. Observarse sin críti­cas, sin justificaciones ni sentido de culpabilidad ni miedo a descubrir la verdad. Es conocerse a fondo.

El indagar e investigar quién es Je­sucristo es muy loable, pero ¿para qué sirve? ¿Te puede servir para algo si no te conoces a ti mismo? ¿Te sirve para algo si estás controlado y manipulado sin saberlo?

La pregunta más importante del mundo, base de todo acto maduro, es: ¿Yo, quién soy? Porque, sin conocerte, no puedes conocer ni a Dios. Conocer­te a ti mismo es fundamental. Sin em­bargo, lo curioso del caso es que no hay respuesta para la pregunta ¿quién soy yo?, porque lo que tienes que averiguar es lo que no eres, para llegar al ser que ya eres.

Hay un proverbio chino que dice: "Cuando el ojo no está bloqueado, el resultado es la visión. Cuando la men­te no está bloqueada, el resultado es la sabiduría, y cuando el espíritu no está bloqueado, el resultado es el amor."

El observarte a ti mismo es estar atento a todo lo que acontece dentro y alrededor de ti, como si esto le ocurrie­se a otra persona, sin personalizarlo, sin juicio ni justificaciones ni esfuerzos por cambiar lo que está sucediendo, ni for­mular ninguna crítica ni autocompade­certe. Los esfuerzos que hagas por cam­biar son peores, pues luchas contra unas ideas, y lo que hay que hacer es com­prenderlas, para que ellas se caigan por sí solas una vez que comprendas su fal­ta de realidad. Hay que cuestionar todo esto para ver si se comprende como una verdad y entonces te pondrás a obser­varte.

Si alguien me preguntase quién soy, para darle datos tendría que referirme a cosas registradas en la memoria. Ten­dría que formar una imagen llena de etiquetas, y yo no soy nada de eso. Yo soy. Un ser imprevisible como la vida misma, que no cabe en ninguna ima­gen porque mis formas son cambian­tes, y mi verdadero ser es inaprensible, imposible de referir. Cuando vivimos dormidos, llevamos con nosotros una imagen propia, un yo ideal que nos he­mos fabricado con trozos de recuerdos y otras cosas soñadas por nuestro idealismo. Cuando alguien dice de mí algo que no me gusta, es la imagen lo que se ofende, pues nadie puede herir al que no tiene imagen propia. Yo no soy nunca la imagen que ten­go de mí mismo ni la que tienen los demás de mí. Yo soy, y el ser no cabe en ninguna imagen porque las tras­ciende todas.

Es peligroso vivir de la memoria, del pasado. Sólo el presente está vivo. Es el ahora lo que importa, porque ahora es la vida, ahora todo es posible, ahora es la realidad.

Si no te conoces a ti mismo, no podrás conocer a nadie. Te moverás como un autómata.

16.5.07

Ponte en pie


Conócete a ti mismo
Nada en exceso
Cuida de ti mismo (III)

«Ponte en pie y sé responsa­ble de ti mismo... Cuídate de tu espíritu y acepta la responsa­bilidad sobre ti.» «Sé consciente de ti y conócete a ti mismo... si no te conoces, no puedes conocer ninguna otra cosa», escribía en el siglo XVII el maestro Zen Suzuki Shosan.

“El ser es maestro del ser ¿quién más podría ser el maestro? Con un ser bien dominado, se obtiene un maestro que es difícil de encontrar”, reza el Dhammapada, texto básico atribuido al propio Buda.

Es el Dhammapada, «afirmaciones de principios», una popu­lar recopilación de dichos en el viaje hacia la paz interior ex­traída de los discursos atribuidos a Gautama Buda, que vivió hacia 500 a.C. La leyenda dice que Gautama consiguió su pro­pia paz perfecta, y también que pasó cuarenta y nueve años viajando de un lado a otro enseñando a los demás cómo obte­ner la serenidad yl a libertad interior a través del conocimiento de sí mismos.

El Dhammapada es uno de los clásicos más antiguos y queridos de los inicios del budismo. Del antiguo canon pali, uno de los grandes cuerpos de la literatura budista primigenia, se extrae una antología de las afirmaciones de las enseñanzas de Buda (que es lo que significa el título). El texto original se compone de cuatrocientos veintitrés aforismos agrupados en veintiséis capítulos. El Dhammapada, conocido por su simpli­cidad y su legibilidad, es seguramente la mejor cartilla del bu­dismo básico que pueda encontrarse.

Entonces hace también alrededor de 2500 años, un hombre llamado Gautama Siddartha, a quien nosotros conocemos como Buda, descubrió a través de un estado profundo de concentración que su cuerpo estaba conformado por pequeñísimas partículas que existían sólo durante una trillonésima de segundo antes de desaparecer, y que el flujo constante de este devenir de partículas producía la impresión de solidez para conformar el mundo ilusorio que los orientales denominan maya.

Gautama llamó a estas pequeñas partículas kalapas, desarrolló un modelo del funcionamiento de la mente y enseñó un camino hacia el Nirvana, la liberación final conocida también como estado búdico, estado crístico de conciencia o simplemente iluminación.

Durante el siglo pasado, mediante cálculos e instrumentos tecnológicos de alta precisión, los científicos occidentales han redescubierto lo mismo, que la materia está compuesta de partículas indivisibles que surgen y desaparecen a una velocidad de 10 elevado a la 22 veces por segundo. También han observado que estas partículas entran y salen de los distintos planos dimensionales en un flujo constante de vibraciones conformando así todas las cosas de este mundo ilusorio que los occidentales hemos venido llamando realidad.

Nuestros científicos han denominado a estas pequeñas partículas cuantums, han sentado las bases de la física cuántica y ahora ensayan sus primeros modelos de conciencia basados en ella.

Tal como recomienda la primera inscripción del templo de Delfos, “Conócete a ti mismo”, todo lo que hizo Gautama Siddartha el Buda fue observar con atención y ecuanimidad total la conciencia humana a través de su propia conciencia. Es decir, se observó a sí mismo hasta llegar a conocerse.

A partir de dicha observación desarrolló, entre otras cosas, un modelo de la mente vista como un proceso que se basa en la sucesión ininterrumpida de cuatro funciones principales:

1) consciencia (viññana): la parte receptora de la mente que se limita a registrar la ocurrencia de las cosas.
2) percepción (sañña): la parte evaluadora que juzga el hecho ocurrido, clasificándolo y juzgándolo como positivo o negativo.
3) sensación (vedana): la parte que genera una sensación corporal agradable o desagradable de acuerdo al resultado de la evaluación del hecho.
4) reacción (sankhara): la parte que reacciona con aversión o apego en función de la sensación.

De acuerdo a la observación de Gautama, estas cuatro funciones mentales son todavía más breves que las efímeras kalapas que componen la realidad material, de tal suerte que nunca tenemos conciencia de lo que ocurre cada vez que los sentidos corporales entran en contacto con alguna cosa.

Por ejemplo, si al oído llega el sonido producido por las palabras “¡Eres un inútil!”, inmediatamente la conciencia registra el hecho, la percepción clasifica las palabras como algo negativo y experimentamos una sensación corporal desagradable que nos hace reaccionar produciendo un sankhara de aversión contra lo que estamos escuchando, pues deseamos que se detenga eso que nos desagrada. Por el contrario, si escuchamos un halago que la percepción evalúe como algo positivo, experimentamos una sensación corporal agradable y generamos un sankhara de agrado deseando más de eso que nos ha producido placer.

La memoria de todos los sankaras que ha producido una mente se encuentra acumulada en el cuerpo y en el cerebro a través de las redes neurológicas y esta acumulación va generando reacciones cada vez más marcadas y automáticas, ya que sañña, la percepción, aprovecha el acervo de experiencias pasadas para evaluar y clasificar cualquier fenómeno nuevo.

Las reacciones pasadas se convierten en puntos de referencia con los que tratamos de comprender una experiencia nueva que juzgamos y clasificamos de acuerdo a nuestros sankharas pasados. Así es como las reacciones antiguas de codicia y aversión condicionan nuestra percepción del presente y nos vemos envueltos en un círculo vicioso, en lo que se conoce como la rueda del Samsara. De tal suerte que el karma, la verdadera causa del sufrimiento, es producto de la reacción condicionada de la mente.

Gautama el Buda dijo: “Cualquier sufrimiento que surja, tiene una reacción por causa. Si todas las reacciones cesan, entonces no hay más sufrimiento”. Entre las herramientas que enseñó a sus contemporáneos para detener la reacción y alcanzar la liberación, se encuentra una sencilla y poderosa técnica para desarrollar la capacidad de contemplar las cosas tal como son. Esta técnica se llama Vipassana que significa “visión cabal” y consiste en trabajar erosionando poco a poco las respuestas condicionadas hasta liberar totalmente a la mente. Un camino racional y paciente.

Para practicar Vipassana sólo hay que observar con atención y ecuanimidad las sensaciones en todo el cuerpo. Estas sensaciones se experimentan debido a la infinita variedad de combinaciones de las cualidades básicas de la materia -masa, cohesión, temperatura y movimiento- que presentan las partículas subatómicas llamadas kalapas.

Cuando se adquiere la capacidad de observar cualquier sensación sin reaccionar ante ella, la mente empieza automáticamente a penetrar más allá de la realidad aparente del dolor hasta alcanzar su naturaleza sutil que no consiste más que en vibraciones que surgen y desaparecen a cada instante. Así es como se adquiere la conciencia de que todo tiene un tiempo de duración determinado pasado el cual se termina y surge algo nuevo. A esta única constante que es el cambio, se le llama anicha, impermanencia. Cuando finalmente se experimenta la realidad sutil, la conciencia del anicha permite vivenciar la inutilidad del apego y se alcanza la liberación del sufrimiento.

Entre las consecuencias secundarias de practicar esta técnica de meditación se encuentran la relajación mental y la eliminación de viejos sankharas acumulados.

Al observar objetiva y desapasionadamente cualquier sensación corporal, mientras no haya ninguna reacción, no se crea ningún sankhara nuevo y cualquier sankhara viejo que se experimente en forma de sensación, desaparece. Al momento siguiente otro sankhara del pasado surge en forma de sensación y si no hay reacción, éste también desaparece. De esta forma, mientras se observa con atención todo lo que ocurre manteniendo la ecuanimidad, se permite que las reacciones acumuladas alcancen una tras otra la superficie de la mente manifestándose como sensaciones que van siendo gradualmente erradicadas.

Como consecuencia secundaria de aprender a observar las sensaciones sin reaccionar ante ellas, la mente se reprograma a sí misma permitiéndose actuar con plena conciencia en lugar de reaccionar automáticamente frente a los acontecimientos.

Es por ello que todo el esfuerzo se basa en aprender a no reaccionar, a no producir un nuevo sankhara cuando aparece la sensación y comienza el desagrado o el agrado. Si hay conciencia en ese momento efímero y se detiene la reacción, uno se limita a observar la sensación, ésta no se intensifica hasta transformarse en deseo o aversión y no se convierte en una emoción intensa que termina por dominar a la mente conciente, sino que simplemente desaparece.

Aunque al principio esta conciencia se logra sólo por unos breves instantes, esos momentos son muy poderosos porque ponen en marcha un proceso inverso, el de la purificación. Y así poco a poco, con la práctica, los segundos se convierten en minutos y los minutos en horas hasta que finalmente queda erradicado el viejo hábito de reaccionar y la mente permanece siempre en paz. Ésta es una forma efectiva en que puede detenerse el sufrimiento, según lo comprobó Gautama el Buda.

Sun Tzu


Conócete a ti mismo
Nada en exceso
Cuida de ti mismo (II)


Por las mismas fechas en que los griegos exponían en Delfos la máxima del Conócete a ti mismo, en China el general Sun Tzu (en la imagen) escribía El arte de la guerra. Ahí aparece de nuevo la máxima, aplicada al arte militar:

Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.

Hacerte invencible significa conocerte a ti mismo; aguardar para descubrir la vulnerabilidad del adversario significa conocer a los demás.

La invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario.

Sun Tzu fue un general chino que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo. La colección de ensayos sobre el arte de la guerra atribuida a Sun Tzu es el tratado más antiguo que se conoce sobre el tema. A pesar de su antigüedad los consejos de Sun Tzu siguen manteniendo vigencia.

El Arte de la Guerra es, tal vez, el mejor libro de estrategia de todos los tiempos. Inspiró a Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung y muchas más figuras históricas. Este libro de dos mil quinientos años de antigüedad, es uno de los más importantes textos clásicos chinos, en el que, a pesar del tiempo transcurrido, ninguna de sus máximas ha quedado anticuada, ni hay un solo consejo que hoy no sea útil.

Pero la obra del general Sun Tzu no es únicamente un libro de práctica militar, sino un tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación. No es, por tanto, un libro sobre la guerra; es una obra para comprender las raíces de un conflicto y buscar una solución.

“La mejor victoria es vencer sin combatir”, nos dice Sun Tzu, “y ésa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”.La obra de Sun Tzu llegó por primera vez a Europa en el periodo anterior a la Revolución Francesa, en forma de una breve traducción realizada por el sacerdote jesuita J. J. M. Amiot. En las diversas traducciones que se han hecho desde entonces, se nombra ocasionalmente al autor como Sun Wu o Sun Tzi.

Las ideas de Sun Tzu se extendieron por el resto de Asia hasta llegar a Japón. Los japoneses adoptaron rápidamente estas enseñanzas y, posiblemente, añadieron algunas de su propia cosecha. Hay constancia de que el principal libro japonés sobre el tema, "El libro de los Cinco Anillos", está influido por la filosofía de Sun Tzu, ya que su autor, Miyamoto Mushashi, estudió el tratado de "El Arte de la Guerra" durante su formación como Samurai.

Habitualmente se hace referencia a las culturas orientales como culturas de estrategia y no es pequeña la influencia de Sun Tzu en este desarrollo cultural. Hoy en día, la filosofía del arte de la guerra ha ido más allá de los límites estrictamente militares, aplicándose a los negocios, los deportes, la diplomacia e incluso al desarrollo personal.

Por ejemplo, muchas frases clave de los manuales modernos de gestión de empresas, son prácticamente citas literales de la obra de Sun Tzu (cambiando, por ejemplo, ejército por empresa, o armamento por recursos, sin ir más lejos). Las ideas siguen siendo completamente válidas a pesar de los 25 siglos transcurridos desde que se escribieron.

15.5.07

Delfos

Conócete ti mismo
Nada en exceso
Cuida de ti mismo (I)



Estas tres inscripciones fueron colocadas por los siete sabios en el frontispicio del templo de Delfos. Son clásicas del pensamiento griego. En todos los tiempos muchos pensadores han reflexionado sobre ellas con variados matices siguiendo el ejemplo de Sócrates y Platón.


Aunque el Conócete ti mismo se le atribuye a Tales de Mileto, la máxima se remonta a escritos antiguos de Heraclio, Esquilo, Herodoto y Píndaro. Y surge como una invitación a reconocerse mortal y no dios.

Sócrates lo eleva a un nivel filosófico como un examen moral de uno mismo. Platón lo orienta hacia la verdadera sabiduría en un fantástico sistema de pensamiento. Erasmo dirá que es el inicio del filosofar en cuanto lleva a la conciencia humilde de “saber que no sabe nada” (Opera omnia). Los Padres de la Iglesia lo toman y también lo encuentran en los escritos bíblicos (Cant 1,8. “si tú no te conoces, seguirás el camino del rebaño”; Dt 15,9 “attende tibi” “estáte atento a ti mismo”). San Agustín hace célebre el aforismo diciendo que el fin de la vida es “noverim te, noverim me” “conocerte y conocerme” (Soliloquium III). El hombre se conoce cuando va al fondo de sí mismo y ahí encuentra la imagen de Dios. Por esta senda marcharán muchos medievales en este espíritu humanista de pensar.

En la modernidad resurge con muy diversos tonos e interpretaciones, también en el magisterio de la Iglesia. También aparece en todas las grandes tradiciones espirituales y en otras culturas antiguas: Israel, los Veda y Avesta, Confucio, Lao-Tsé, los Tirthankara, Buda, Homero, Eurípides, Sófocles, Platón y Aristóteles. La búsqueda filosófica no surge de preguntarse ¿quién es Dios? sino ¿quién es el hombre? De lo más cercano a lo más alto y profundo. Nosotros vamos a seguir aquí el camino del hombre.

El templo de Delfos está dedicado al dios Apolo, y ahí se hallaba la inscripción "conócete a ti mismo". Esta advertencia tenía por objeto incitar al hombre a reconocer los límites de su propia naturaleza y a no aspirar a lo que es propio de los dioses. El exceso, la desmesura, la "hybris" es castigada por los dioses como la más grave falta que el hombre pueda cometer.

Apolo es el dios de los sueños y las profecías (el oráculo de Delfos era el más visitado de toda Grecia), el dios de la claridad y la belleza, y, sobre todo, el dios de la estabilidad, de la medida, de la forma, de lo limitado. Nada tiene de extraño que en el templo a él dedicado, se halle esta inscripción que nos invita a evitar los excesos reconociendo nuestros propios límites.

Sócrates, que puede ser considerado como el fundador de la ética, de la ciencia de la moral, se sirvió en sus enseñanzas de la inscripción délfica. El sentido que para él tiene este lema está en relación no sólo con el reconocimiento de nuestros límites, de nuestra ignorancia, sino también con su afirmación de que la virtud reside en el conocimiento.

El dominio de sí mismo, la doma de las pasiones, es uno de los grandes temas socráticos. "¿En qué se diferencia de una bestia el hombre sin dominio de sí e incontinente?", se pregunta Sócrates. Se trata de una idea que aparece por primera vez con él, pues en el mundo homérico los héroes dejan brotar sus pasiones e instintos violentos sin este control. Por el contrario, Sócrates incluso cuando bebía -no por afición sino por costumbre social- mantenía pleno autodominio. Se decía que bebiendo era capaz de tumbar a cualquiera, pero nadie le vio nunca borracho. Todos sus apetitos y pasiones los tenía bajo estricto control.

Aunque siempre vivió en Atenas, nunca aspiró a ningún cargo oficial en la ciudad. Rehusó tomar parte activa en la política. Sin embargo, los problemas a los que dedicó toda su atención fueron los que conciernen al hombre y a la ciudad: la cuestión de la virtud y de la justicia. Su respeto por la ley y su actitud crítica frente a lo que él consideraba injusto, le ocasionaron numerosas enemistades. Cuando se estableció la oligarquía de los Treinta tiranos, éstos, que ambicionaban las propiedades de algunos ricos ciudadanos, ordenaron a Sócrates y a otros cuatro más arrestar al rico León de Salamina, para ejecutarlo. Los otros obedecieron y León fue arrestado y muerto, pero Sócrates se negó a ser partícipe de semejante violencia y, simplemente, se fue a su casa. Nada le pasó gracias a la contrarrevolución que restauró la democracia en Atenas.

Sabido es, además, que gustaba del diálogo y la conversación, pero no sólo por pasar el rato, sino con intención de buscar la verdad, el bien y la justicia. Como un "tábano" picaba a sus conciudadanos para que abrieran los ojos ante la ignorancia, que es fuente de todos los males e injusticias.

La cuestión es que su actitud no gustaba a todos. Ya en democracia, en el año 400-399 a.C., el comerciante Ánito, el poeta Meletos y el orador Lycón presentaron ante el Tribunal de los Quinientos una acusación contra Sócrates en la que le culpaban de impiedad.

El texto de la acusación dice: "Esta acusación está presentada bajo juramento por Meleto, hijo de Meleto, del demo de Pito, contra Sócrates hijo de Sofronisco de Alópece. Sócrates es reo del delito de no reconocer a los dioses que el Estado reconoce y de introducir otras nuevas divinidades. Es también reo del delito de corromper a la juventud. El castigo que se pide es la muerte".

También la postura política de Sócrates, crítica con respecto al régimen democrático, contribuyó a esta acusación, pero como la restaurada democracia había declarado una amnistía, no pudieron presentar cargos políticos contra él. En la segunda votación, Sócrates fue condenado a beber la cicuta por 368 votos frente a 141. Pudo haberse librado de la muerte con ayuda de sus amigos que le facilitaban la fuga, o aceptando una multa o el destierro, pero prefirió quedarse en Atenas y atenerse a la ley. Según la ley ateniense el mismo acusado podía proponer una pena menor y los jueces votaban de nuevo.

Pero Sócrates no estaba dispuesto a considerarse culpable, y su contrapropuesta fue que ya que había contribuido al bien de la ciudad, se le deberían garantizar comida gratis en el Pritaneo, privilegio concedido sólo a los vencedores olímpicos y otros que habían honrado al Estado. Según Platón su contrapropuesta fue una multa de una mina. En cualquier caso, su actitud desdeñosa y altiva ante el tribunal contribuyó a aumentar el número de votos en su contra en esa segunda vuelta.

Su ejecución se retrasó un mes al coincidir con un momento en que las leyes religiosas prohibían matar a nadie. Había que esperar el retorno de la nave que había ido a las fiestas de Delos. Durante este período, Sócrates fue enviado a prisión; allí tienen lugar las conversaciones que Platón narra en el Critón y en el Fedón (el proceso seguido contra él lo recoge en la Apología de Sócrates). Su entereza y serenidad ante la muerte queda reflejada en esos textos y en otras muchas anécdotas a las que eran tan aficionados los antiguos.

Una de ellas cuenta que cuando bajó del tribunal, ante el llanto de la gente, les dijo: "¿Por qué lloráis? ¿No sabéis que desde que nací estaba condenado por la naturaleza a muerte?". También se cuenta que un buen amigo -o su mujer Xantipa- le dijo: "Lo que más me duele es que mueras injustamente". El maestro replicó: "¿Preferirías que me hubiesen condenado a muerte por haberlo merecido?". En el Fedón, después de narrar los últimos instantes de su maestro, Platón nos dice: "Esta fue la muerte de nuestro amigo, hombre del que podemos decir que fue el mejor de cuantos en su tiempo conocimos y además el más prudente y el más justo".

Pero volviendo a la interpretación del precepto, ya hemos señalado que para Sócrates la virtud reside en el conocimiento. Así, por ejemplo, para ser un buen zapatero es necesario, en primer lugar, conocer lo que es un zapato y su función. Por el mismo razonamiento, si nos preguntamos en qué consiste ser un hombre bueno, virtuoso, lo primero necesario es conocer en qué consiste eso de ser hombre. Nuestro primer deber, por lo tanto, es obedecer la orden délfica "conócete a ti mismo", porque, como dice el maestro, "una vez que nos conozcamos, podremos aprender a cuidar de nosotros, pero si no, nunca lo haremos".

Este cuidado de nosotros mismos no se refiere al cuerpo, sino al "alma" (psyché), pues es ésta la que utiliza y controla a aquél, es ella nuestro verdadero yo. Y ya que el alma (entendida sobre todo como "razón") debe ser quien nos dirija y regule, el conocerse a uno mismo implica también tener autocontrol, pues no podemos cuidar de nuestro verdadero yo si estamos sometidos a los deseos y pasiones que proceden de nuestra naturaleza corporal.

Dicho de otra manera, si conocer algo es conocer para qué sirve, el conocimiento de uno mismo parte de un descubrimiento básico: que nuestro yo real es el alma y que su función es gobernar, regir o controlar. Y esta función sólo puede ser bien ejercida si este gobierno esta asentado en la verdad. De aquí también que Sócrates no hable de una pluralidad de virtudes, sino de la unidad de la virtud: la sabiduría. El camino para encontrar esta sabiduría queda asimismo recogido en el precepto délfico: la búsqueda de la verdad es una búsqueda interior (eso sí, en diálogo con los otros), precedida e impulsada por el reconocimiento de la ignorancia.

La denominación de Siete Sabios fue el título dado por la tradición griega a siete antiguos sabios griegos (alrededor del 620550 adC), renombrados por su sabiduría práctica que consistía en una serie de aforismos y dictámenes memorables. Merecieron dicho nombre debido a que sus enseñanzas o frases son una guía de la vida de los hombres. Este conjunto incluye tanto a filósofos como a estadistas o legisladores.
La tradición de los siete sabios se mantuvo a lo largo de los siglos. Por ejemplo, Plutarco compondría un Ágape para siete sabios. Aunque la relación de sabios ha sufrido cambios, la más moderna incluye a los siguientes:
· Cleóbulo de Lindos: se le atribuye la máxima La moderación es lo mejor. Gobernó como tirano de Lindos, en la isla griega de Rodas, c. 600 a.C. También se conoce su aforismo Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario.
· Solón de Atenas: acuñó la máxima Nada en exceso para guiar el comportamiento práctico de los hombres. Solón (640 a.C. - 559 a.C.) adquirió fama como legislador y reformador social en Atenas. Otro aforismo atribuido a él es No tengas prisa en buscar nuevos amigos, pero una vez encontrados no tengas prisa en deshacerte de ellos.
· Quilón de Esparta: autor de la máxima No desees lo imposible. Político del s. VI a.C., intenta mejorar los sistemas para controlar mejor a los más altos funcionarios del estado. Asimismo, se le atribuye la militarización de la vida civil de Esparta y las primeras medidas para la educación castrense de la juventud.
· Bías de Priene: La mayoría de los hombres son malos, indica la máxima atribuida a este político griego que alcanzó gran fama como legislador en el s. VI a.C.
· Tales de Mileto: Filósofo y matemático, destacó gracias a su sabiduría práctica, a su notable capacidad política y a la gran cantidad de conocimientos que poseía. La máxima que se le atribuye, que figuraba en el frontón del templo de Apolo en Delfos, es Conócete a ti mismo.
· Pitaco de Mitilene: fue un estadista griego (c. 650 a.C.) que gobernó en Mitilene (Lesbos), junto con el tirano Mirsilo. Pitaco intentó restringir el poder de la nobleza, y ejerció el poder apoyándose en las clases populares. El aforismo por el que se le conoce es Debes saber escoger la oportunidad.
· Periandro de Corinto: como tirano de Corinto, intentó mantener la estabilidad política interna y propició la prosperidad del país durante el período entre los s. VII-VI a.C. Se ocupó de reglamentar y humanizar el trabajo de los esclavos, protegió a la clase social de los campesinos pobres y obligó a la nobleza a reducir la suntuosidad de sus gastos. También llevó a cabo una sistemática política colonial de conquistas. La larga estabilidad de que gozó Corinto bajo su mandato contribuyó a que fuera incluido en el grupo de los sabios de Grecia. Es autor de la máxima Sé previsor con todas las cosas.
Sócrates se refiere oblicuamente a un cuento de los Siete Sabios que apunta a que la humildad es la madre de la sabiduría (la historia es registrada por Diógenes Laercio). La historia cuenta que unos pescadores de la isla de Cos encontraron entre sus redes el trípode de Helena de Troya, la cual lo echó al agua en su viaje de retorno desde Troya a Esparta.
Los pescadores habían vendido por anticipado el contenido de sus redes a unos viajeros de Mileto, pero al encontrar el trípode se negaron a dárselo a los viajeros de Mileto. De esta forma, estalló una guerra entre Cos y Mileto. Viendo que la guerra no tenía fin, los combatientes acudieron al Oráculo de Delfos, para saber qué hacer con el trípode.
El oráculo mandó que el trípode fuese entregado al hombre más sabio, así que aquel fue entregado a Tales de Mileto. Sin embargo, modestamente rechazó el título y mandó el trípode a Bías de Priene, el cual también rechazó el honor y se lo envió a otro miembro del grupo. Al final, el trípode fue dedicado a Apolo.