30.10.06

Una sociedad depresora




En un informe sobre la depresión en el mundo, la Organización Mundial de la Salud dice lo siguiente:

"Se espera que los trastornos depresivos, en la actualidad responsables de la cuarta causa de muerte y discapacidad a escala mundial, ocupen el segundo lugar, después de las cardiopatías, en 2020".


Y aquí van los datos de la OMS: 121 millones de personas padecen depresión; 37 millones, la enfermedad de Alzheimer; 50 millones, epilepsia, y 24 millones esquizofrenia.
El problema se hace cada vez más grave, mientras los intereses sectoriales, científicos o empresariales, apelan cada uno al reduccionismo (biologicismo, psicologismo, sociologismo, etc.) y no se aborda el problema globalmente.

Únicamente con una visión totalizadora (holística) es posible entender el desequilibrio neuroquímico (indiscutible en las depresiones) y al mismo tiempo la acción conjunta de la herencia, la historia, la vida actual, los conflictos, el contexto social y los estados del cuerpo. Reconocer los aspectos químicos de las depresiones no implica desconocer los psíquicos ni los socioeconómicos. Postular que las depresiones son solamente biológicas es científicamente falso y humanamente peligroso.

En España y en el mundo las depresiones tienen que ver mucho con el desempleo, el divorcio, la pobreza, las dificultades económicas y la crisis en los valores e ideales, etc. Los deprimidos presentan una visión pesimista de sí mismos y del mundo, así como un sentimiento de impotencia y de fracaso. Hay pérdida de la capacidad de experimentar placer (intelectual, estético, alimentario o sexual). La existencia pierde sabor y sentido. Muchos hombres y mujeres deprimidos pasan inadvertidos porque en vez de silencioso abatimiento, muestran el ruido de la violencia, el consumo de drogas o la adicción al trabajo. Síntomas que, con un eufemismo, se califican como "irritabilidad".

Es que la depresión no existe. Existen las depresiones. Con un amplio rango de humores y de expresiones afectivas: agobiados en busca de estímulo, ansiosos en busca de calma, insomnes en busca de sueño. El agobio se expresa en la temporalidad ("no tengo futuro"), en la motivación ("no tengo fuerzas") y en la propia estimación ("no valgo nada").

Se sienten abrumados por cierta desesperanza que les impide contar con la energía necesaria para formular nuevos proyectos y dejar de merodear, nostálgicamente, por las ruinas del pasado. Sin anticipación del futuro, no hay proyecto. La ilusión se doblega ante la nostalgia.El alcoholismo y las adicciones suelen ser la otra cara del vacío depresivo. A la falta de sensaciones del deprimido le responde la búsqueda de sensaciones del drogadicto. La depresión y el abuso de sustancias forman un círculo vicioso, pues son un intento de liberarse de la depresión y el daño que experimentan por ello la acentúa.

Para entender las depresiones y contrarrestarlas son capitales la autoconfianza, la motivación y la conciencia del aquí y el ahora. Son como un delta en el que desembocan la historia personal, las realizaciones, la trama de relaciones significativas, y también los proyectos individuales y colectivos que desde el futuro nutren al presente, y desde el presente crean el futuro
Prevenirse contra la depresión es una de las mejores inversiones que se puede hacer hoy en la sociedad contemporánea. La vacunación debe renovarse periódicamente desde la infancia. Dirección y sentido de la vida, autoconfianza, motivación y conciencia del aquí y el ahora, son mejor receta que los psicofármacos.

20.10.06

Refutación del ego



Nos escribe un amigo, fiel seguidor de este blog, manifestando interés por nuestra opinión sobre el ego. Nos pregunta por la muy extendida tesis de que es bueno mantener aunque sea "un poquito" de ego, ya que si este se reprime durante mucho tiempo....podemos llegar a explotar.

Tal filosofía vulgar ha sido alimentada por una sociedad egótica, narcisista y consumista que pregona y practica desde la escuela la idea de que ser admirados, queridos o aceptados es necesario para mantener eso que llamamos autoestima.

Desde pequeños nos dicen cómo deben comportarse, vestirse, hablar, etc, los triunfadores. Nos hacen presas del halago, al punto de que cuando no somos halagados nuestro infantil ego se desploma y sobreviene la depresión, la amargura o el sufrimiento.

Necesitamos que se nos reconozca algo...cualquier cosa. "Es que no me reconoces lo que yo hago", te dicen o le dicen a sus superiores en el trabajo, o a los amigos o a la pareja.

Por la misma razón, las críticas le repatean el hígado a nuestro ego. Si la falta de halagos nos derrumba, nos descoloca, las críticas nos convierten en basilíscos. El ego se apodera de la emociones, se pone en guardia y ataca al perverso y vil que se atrevió a sugerir que pudimos habernos equivocado.

Vivimos en una permanente compulsión por la presentación y la defensa del ego. La palabra autoestima aparece en boca de todos para justificar las actitudes más egoístas, los comportamientos más irresponsables, las agresiones más brutales. Hemos presenciado situaciones en las que seres humanos cegados por el ego han inflingido graves heridas emocionales a otros en nombre de eso que llaman su autoestima.

A nosotros no nos interesa la autoestima. Preferimos ser libres y concientes de nuestro ser, encontrar nuestra esencia. Hace tiempo que ya no queremos tener razón. Sólo queremos vivir bajo el dictado de las leyes del universo y en armonía con nuestro ser.

Somos independientes de los halagos y de las críticas. Sabemos que tenemos el mismo derecho que los demás a ser felices y abordamos con valentía y alegría los desafíos que nos presenta la vida.

Volveremos sobre esto más adelante. Ofrecemos dos perspectivas adicionales sobre el tema. Una de Carlos Castaneda y la otra del maestro Zen, Pai-Chang.

En El arte de ensoñar, Carlos Castaneda hace esta reflexión:

Don Juan insistía en que el camino del guerrero es el mejor recurso que existe para engrasar las ruedas de la reorgani­zación de la energía, y que de todas las premisas del camino del guerrero, la más efectiva es "perder la importancia personal". Estaba totalmente convencido de que perder la importancia personal es indispensable para todo lo que hacen los brujos; y por esta razón, puso una enorme presión en guiar a sus estu­diantes a cumplir con este requisito. Su opinión era que la importancia personal no es sólo el enemigo acérrimo de los brujos sino también de la humanidad entera.

Don Juan argüía que empleamos la mayor parte de nuestra fuerza en mantener nuestra importancia, y que nuestro des­gaste más pernicioso es la compulsiva presentación y defensa del yo; la preocupación acerca de ser o no admirados, queridos, o aceptados. Él sostenía que si fuera posible perder algo de esa importancia, dos cosas extraordinarias nos ocurrirían. Una, li­beraríamos nuestra energía de tener que fomentar y sustentar la ilusoria idea de nuestra grandeza; y dos, nos proveeríamos de suficiente energía para entrar en la segunda atención y vislumbrar la verídica grandeza del universo.

El maestro Pai-Chang dice esto en Un método para el despertar:


En primer lugar deja a un lado todos los asuntos y preocupaciones; no recuerdes o rememores nada, sea bueno o malo, mundano o trascendental. No te dejes llevar por los pensamientos. No te apegues al cuerpo o a la mente, déjalos en libertad.
Cuando la mente es como un trozo de madera o una piedra, cuando no intentas explicar nada y la mente no se dirige a ningún lugar, es como si la base de la mente se convirtiera en el espacio, en el cual el sol de la sabiduría aparece de modo natural. Es como si las nubes dejaran un claro y apareciera el Sol.
Pon fin a los vínculos que te encadenan, a los sen­timientos de codicia, odio, apego, confusión o pureza, acaba con ellos. Mantente imperturbable ante los de­seos internos y a las influencias externas, sin permitir que la percepción y la cognición sean un obstáculo, sin dejarte confundir por nada, dotado de modo na­tural con todas las virtudes y el inconcebible uso de las capacidades espirituales, esto es ser alguien libre.
Cuando tu mente está más allá de la agitación o la serenidad en presencia de cuanto la rodea, sin con­centrarse ni distraerse, percibiendo cualquier sonido o forma sin apego u obstrucción, a esto se llama ser un caminante.
No caer en la dualidad de lo bueno o lo malo, lo correcto o lo incorrecto, no aferrarse a nada ni recha­zar nada, se llama ser miembro de la gran caravana.
No estar esclavizado por lo bueno o lo malo, la va­cuidad o la existencia, la confusión o la pureza, el esfuerzo o el desinterés, la mundanidad o la trascen­dencia, la virtud o el conocimiento, se llama sabidu­ría iluminada.
Una vez la afirmación y la negación, el deseo y la aversión, la aprobación y la desaprobación y toda la diversidad de opiniones y sentimientos cesan de surgir y no consiguen atarte, serás libre, dondequiera que estés.

21.9.06

Elogio de la curiosidad




He podido comprobar recientemente la veracidad de la frase de Einstein en la que denuncia que
“es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada”.

Disfrutábamos en casa de un videodocumental que narra visualmente las peripecias de Meiling, una chiquilla de Shanghai, mientras descubre, explora, toca, escucha, mira, hace, prueba, el mundo que la rodea. Les pongo el link de Alice in Wonderland al final del post.

Los espectadores eran tres chavales entre 11 y 13 años. Al finalizar el vídeo les pregunté por su parecer sobre lo que acababan de ver. Coincidieron en que el mensaje estaba en que el comportamiento exploratorio es propio de los niños y que es divertido. Uno de ellos se quedó pensativo y soltó luego:

-Mi profesor nos dijo el viernes que la curiosidad es mala.
Por suerte, los mismos chavales refutaron al profesor de marras y utilizaron la película y su experiencia para apuntalar la creencia de que la curiosidad es buena. Sin embargo, me quedé pensando en el grupo mayoritario que escuchó el mensaje sobre la curiosidad maldita.

¿Cuántas mentes curiosas desmotivó ese día el profesor de marras?

Por eso, es bueno insistir en que el principio de todo conocimiento es la curiosidad infantil. La curiosidad es el motor original del saber, es el placer de experimentar lo nuevo. Es descubrir, retirar el velo que cubre lo que nos rodea.

Matar la curiosidad en el niño debería ser un delito. Los educadores que tal cosa hacen están conculcando el derecho del niño a “saber”, a experimentar con sus propios sentidos, a construir su propia imagen del territorio que los rodea. Además, obtener información sobre el medio que nos rodea es la primera condición para la sobrevivencia.

Sin embargo, la tradición judeocristiana ha tachado la curiosidad de cosa mala, como se percibe en el refrán que reza que "la curiosidad mató al gato". En el libro del Génesis se maldice y castiga con el destierro del Paraíso, la curiosidad que llevó a Adán y Eva a probar la fruta del Árbol del Conocimiento. La creencia que señala que “ojos que no ven, corazón que no siente”, también apunta al meollo del asunto y llevó a un filósofo de la talla de Montaigne a decir claramente, por ejemplo, que lo malo no es ser cornudo, sino saberlo o que se sepa.

Admitimos que la curiosidad no está exenta de peligros. Lo que ocurre es que aún admitiendo esas consecuencias ocasionalmente dañinas o dolorosas, sostenemos que éticamente es preferible saber que ignorar y que entre todos los placeres el del conocimiento es tal vez el más gozoso.

Decimos que la curiosidad no sólo hay que protegerla, sino cultivarla. Explorar, experimentar, probar, preguntar, son actos directamente relacionados con el saber profundo, con la experiencia personal e intransferible. Ya lo decía Confucio:

Yo escucho y olvido. Yo veo y recuerdo. Yo hago y comprendo.

Los educadores que matan la curiosidad de los niños están retrasando el avance de la sociedad en la que viven. Están inculcando el germen del conformismo, la ignorancia, el rezago educativo y el conocimieno libresco.

Matar la curiosidad del niño que mañana será adulto es un eficaz mecanismo de control social. De esa manera, conformas hombres-masa que se tragan una patraña tras otra sin hacerse ninguna pregunta a lo largo de toda su vida. No se nos escapa que la base del éxito de ciertos enfoques publicitarios está en la curiosidad anestesiada de los receptores del mensaje.

Frases célebres sobre la curiosidad:

La juventud de un ser no se mide por los años que tiene, sino por la curiosidad que almacena.
Salvador Paniker


Prefiero que mi mente se abra movida por la curiosidad a que se cierre movida por la convicción.
G. Spence

No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso.
Einstein

Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.
Einstein

La curiosidad intelectual es la negación de todos los dogmas y la fuerza motriz del libre examen.
José Ingenieros

Deja que otros si quieren vivan vidas mediocres, pero no tú. Deja que otros discutan sobre tonterías, pero no tú. Deja que otros lloren por daños sin importancia, pero no tú. Deja que otros pongan su futuro en manos de otros, pero no tú.
Jim Rohn
Mantente alejado de las personas que quieran matar tus ambiciones. Las personas mediocres siempre hacen eso, pero los verdaderos triunfadores te harán sentir que tu también puedes conseguirlo.
Mark Twain


Los invito a leer este sesudo y divertido Elogio de la curiosidad y refutación de sus críticos del filósofo Alfonso Fernández Treguerres


17.9.06

Pequeña crónica sentimental sobre la Fallaci



Cuando la danza de la realidad -que diría Jodorowsky- me llevó a la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, dos figuras adoraba en el altar de la profesión: Ernest Hemingway y Oriana Fallaci.

Oriana acaba de caer en el combate de la vida, víctima de un cáncer. Yo era por aquel entonces un chaval idealista a la vieja usanza, con un sentido marcadamente épico y romántico de la vida. De alguna forma lo sigo siendo aún, aunque con el toque pragmático que da la experiencia.

Mientras mis compañeros de generación trataban de colocarse rápidamente en un curro que les suministrara bastimento, el que esto escribe soñaba con imitar al viejo Ernest...Escribir crónicas sobre la I Guerra Mundial como conductor de ambulancias, ser herido en el frente y enviar la crónica respectiva al Star de Kansas City. Ser corresponsal en París del Toronto Star y cubrir la Guerra Civil española. Escribir con ese material Por quien doblan las campanas y La Quinta Columna. Ganar el Pulitzer y luego el Nobel de Literatura. Luego irme a Cuba a pescar agujas y que me dedicaran la Marina Hemingway en La Habana.

La trayectoria profesional y vital de Oriana es aún más admirable. Fue de las primeras mujeres que ejerció como corresponsal de guerra. Estudió medicina y se pagaba la carrera escribiendo crónicas para un periódico florentino, hasta que la descubrio el maestro Indro Montanelli y se la llevó para Il Corriere della Sera


Montanelli, maestro de maestros, la envió a la guerra indo-paquistaní, a Vietnam, a la Guerra de los Seis Días. En 1968 le pegaron tres tiros en la mejicana Masacre de Tlateloloco. Entrevistó a los 30 líderes mundiales más influyentes de su época. Fustigó con su verbo inquisidor a Kissinger, Arafat, Komeini, al Sha de Persia, Willy Brandt, Ali Butho, Indira Gandhi, Golda Meir, etc. Denunció a los asesinos de Passolini y fue a la cárcel por no revelar sus fuentes. Cubrió en 1991 la I Guerra del Golfo y atribuyó su cáncer en 1991 a los gases que respiró tras la nube negra que se produjo después de los incendios de los pozos en Kuwait.

Fue una maestra en el arte de la entrevista periodística. A ella se le puede atribuir aquella frase de Borges en la que decía que cuando quería leer un buen cuento, escribía uno. Oriana terminó entrevistándose a si misma en el 2004 y confiesa: "me desagrada morir porque la vida es bella, incluso cuando es fea."


Dejo para los mediocres de siempre las valoraciones sobre su vida, pensamiento y obra. Ya he leído a algun plumífero de despacho destilando su envidia y su veneno sobre los restos de la Fallaci.


Para nosotros, ha muerto una guerrera (de los últimos periodistas de verdad) y desde aquí expresamos nuestro respeto a la Hermana Loba.

16.9.06

El impacto de la palabra y el fondo del ser























Le escuchamos decir a Masaru Emoto que en Japón existe la creencia generalizada de que el alma mora en el espíritu, el cual está presente en la palabra.

Una creencia semejante anida en la cultura cristiana. Meditando sobre el tema en cuestión, me llegó por causalidad a través de la radio de mi coche la frase occidental equivalente:
lo que hay en el corazón rebosa por la boca.
La tradición Zen lo expresa –como no- con una historia:

Un novicio preguntó a Zu Shou:
-Digamos que un individuo se ilumina pero no consigue expresarse con palabras, ¿con qué puede ser comparado?
-Con un mudo que prueba la miel.
-Digamos que un individuo todavía no ha alcanzado la Iluminación, sin embargo se expresa (al respecto) con palabras floreadas, ¿con qué puede ser comparado?
-Con un papagayo parlanchín.

El maestro budista, Pai Chang (720-814), dejó escrito que

“todas las enseñanzas verbales sirven para curar enfermedades. Al haber diferentes clases de en­fermedades, también hay distintos remedios. De ahí que algunas veces se diga que Buda existe, y otras que no existe. Las palabras verdaderas son aquellas que curan la enfermedad; si el remedio consigue curar, las pala­bras son verdaderas. Si no consigue curar la enferme­dad, las palabras son falsas. Las palabras verdaderas son falsas si crean concep­tos. Las palabras falsas son verdaderas si disuelven la confusión de los seres sensibles. Puesto que la enfer­medad es irreal, sólo existe una medicina irreal para curarla”.

Entiendo de esto –en este momento de mi desarrollo personal- que nuestras palabras no revelan más que lo que anida en el fondo de nuestro ser. Aún cuando tratemos de disfrazar nuestro fondo esencial, como mínimo pareceremos el papagayo parlanchín que mencionaba el maestro Zu Shou.

Hoy vivimos en el mundo del hablar por hablar, de hablar para manipular, por presumir, por llenar el silencio, etc. En el mundo de los habladores políticamente correctos siempre se puede saber –si percibimos con atención- lo que hay en el corazón del que habla. Tal vez sea por eso que los habladores políticamente correctos nos dejan a algunos insatisfechos, inquietos, molestos, etc, o simplemente nos dejan como estábamos. Normalmente no me producen ni frío ni calor.

Medito sobre esto porque Emoto parece haber demostrado en su libro “Los mensajes del agua” que las palabras o pensamientos que emitimos afectan al agua de una forma u otra. Se entiende entonces que las palabras o pensamientos que dejamos caer por ahí afecten de una manera u otra a los seres que nos rodean, quienes son agua en un setenta por ciento (70%).

El tema tiene envergadura e impone una cierta dosis de responsabilidad. Después de saber esto no parece de recibo mantener la ligera costumbre de sacar la lengua a pacer alegremente.

En el Dhammapada se puede leer esto:

Los maestros taoístas huainan dicen: «A los sabios no los controlan los nombres.»
Así como un lago profundo es claro y limpio, así el sabio se hace claro después de escuchar las verdades. Las auténticas personas no tienen ataduras estén donde estén; los que están en paz no hablan por el deseo de placer. Se reconforte o se duela, el sabio no muestra júbilo ni depresión.

6.9.06

Cómo hacemos "realidad" nuestros miedos




Las neurociencias no hacen más que confirmar día tras día los hallazgos que la Programación Neurolingüística hizo durante las investigaciones y desarrollos téoricos y prácticos de la primera generación de la PNL.

Leemos estos días que un grupo de investigadores norteamericanos, de la prestigiosa Universidad de Wisconsin-Madison ha descubierto que

  • “cuando creemos inminente una situación que nos desagrada, nuestro cerebro 'enciende' dos regiones que nos obligan a 'revivir' aquella circunstancia, aunque en realidad no esté sucediendo. El cerebro se anticipa y nuestros miedos se hacen 'realidad'. Ésta es la base de trastornos como el estrés postraumático o la ansiedad social”.
"El trabajo muestra lo poderoso que puede ser temer que algo suceda. Esto puede llegar a generar recuerdos que no deberían existir", explica el autor principal, Jack B. Nitschke, catedrático de psiquiatría y psicología de la Universidad de Wisconsin-Madison.

Los científicos han observado a través de imágenes obtenidas por resonancia magnética funcional que la amígdala (parte del encéfalo encargada de recibir las señales de peligro potencial y que ayudan al organismo a prepararse para protegerse) y el hipocampo (parte relacionada con la memoria y el aprendizaje) se activan cuando una persona está anticipándose a una situación que teme. De esta forma, la persona siente la situación desagradable que teme sin que haya ocurrido.

De tal manera que el sólo pensar en la situación, con todas o parte de sus características (submodalidades), activa los centros cerebrales encargados de manejar las emociones, desata las respuestas bioquímicas con neurotransmisores y reproduce en el cuerpo las reacciones somáticas como si la situación estuviera realmente sucediendo.

Este concepto le sirvió a la PNL para desarrollar todo un conjunto de técnicas muy eficaces y muy rápidas para resolver problemas de ansiedad, por ejemplo. Las técnicas de redecoración, los llamados encuadres como si, la técnica de cambio de estado, y un sin fin más de técnicas de la PNL están basadas desde hace 30 años en este mecanismo confirmado ahora por los investigadores norteamericanos.

Todo esto demuestra también hasta qué punto una buena parte de las enfermedades que azotan al mundo desarrollado (ansiedad y depresión) tienen un fuerte ingrediente de “comedura de coco”.

5.9.06

El aburrimiento




La creciente moda de suicidios colectivos de jóvenes en Japón es otro síntoma más de lo inhumana que es la sociedad moderna en los países desarrollados.

Los jóvenes japoneses se suicidan en masa. En Japón se suicidan 34.000 personal al año. Es la tasa más alta si comparamos país por país. En toda la Unión Europea el número de suicidios alcanza los 58.000 al año.

El caso es que en Japón se suicidan los jóvenes. A lo largo de este año, 91 jóvenes se han quitado la vida en Japón mediante un ritual en el que primero se convocan por internet; luego, se suicidan en grupo; y, por último, dejan mensajes aterradores:


  • “me aburro, no quiero seguir así”
  • “estoy cansado de vivir”
Es frecuente escuchar en España la expresión “me aburro”, en boca de jóvenes de todas las edades. Desde los preadolescentes hasta los adultos jóvenes, el aburrimiento aparece con frecuencia en sus vidas y, lo más preocupante, en su actitud ante la vida.

Los que tenemos hijos preadolescentes hemos escuchado la fatídica expresión con alguna frecuencia. Hace algún tiempo enfocaba el asunto tratando de procurarle al niño algo que lo divirtiera, cayendo preso de la polaridad diversión-aburrimiento. Cuando el niño dice “me aburro”, también está ordenando de alguna forma que papi y mami resuelvan este grave problema. Si se calibra el lenguaje no verbal que acompaña esta expresión se puede obtener mucha información. También es una forma de decir: “me quiero ir”, “esta gente con la que estamos no me interesa”, etc, etc, etc.

He aprendido a no tomarme la expresión en sentido literal. Y ya no procuro buscarle diversión al niño. Intento ahora inculcarle una actitud más útil y más proactiva sobre la vida. El último rollo que le largue al niño se puede resumir en lo siguiente:

  1. Tú decides si te aburres o no.
  2. El ambiente y la gente con la que estás son interesantes si tú decides encontrarles aquello que te puede servir para aprender, divertirte, conocer otras personas, interesarte por ellas.
  3. Puedes decidir también mostrarles algo de ti mismo, conectar con ellos.
  4. Tú decides si la vida te interesa o no. Lo más útil y lo más enriquecedor es decidir que la vida te interesa.
  5. Tú decides si quieres curiosear, si quieres explorar. Lo más divertido es explorar, probar y conocer que hay detrás de las máscaras.
  6. Tú decides si te aburres o no. No depende sólo del entorno, sino de tu actitud hacia el entorno.

    El chaval, de momento, se lo está pensando...

31.8.06

Presentaciones ZEN


La nueva moda en presentaciones es el Estilo ZEN e incluye:


  • simplicidad,
  • elegancia,
  • sugiere más que describe lo obvio,
  • naturalidad,
  • espacios vacíos,
  • estilo y tranquilidad
  • y eliminación de lo no esencial.
Jobs trabaja a tope con el Estilo ZEN. La escena y la pantalla están totalmente vacías mientras él cuenta sus historias. De esta manera, cuando el mensaje escrito aparece tiene mucha más fuerza. Sin embargo, para muchos presentadores, la idea de una pantalla vacía es aterradora.

Por su parte, Gates hace todo lo contrario. Muchos títulos y muchas imágenes llenan la escena. Su persona es un obstáculo para leer ciertas frases. Es el estilo Microsoft. Ha creado escuela en todo el mundo.




De cualquier forma, siempre es bueno reconsiderar lo que hacemos en función de ganar eficacia como comunicadores. No se trata sólo de sumarse a la nueva moda.

28.8.06

¿Ya tiene usted su pinche tirano?



Algo fastidiado por los pinches tiranos que me acosan en Matrix, recurro a Don Juan como bálsamo, revulsivo y buscando el encuadre humorístico del asunto. En El Fuego Interno, Don Juan le explica a Castaneda cómo hay que deshacerse de la importancia personal y el papel que cumplen los pinches tiranos en ese proceso. La idea de que alguien que te molesta, te tortura, te entristece o te agobia puede ser de gran ayuda en el camino del crecimiento personal, es todo un reencuadre de significado. Leamos el diálogo entre Don Juan y Castaneda:.

La importancia personal es nuestro mayor enemigo. Piénsalo, aquello que nos debilita es sentirnos ofendidos por los hechos y malhechos de nuestros semejantes. Nuestra importancia personal requiere que pasemos la mayor parte de nuestras vidas ofendidos por alguien. Los nuevos videntes recomendaban que se debían llevar a cabo todos los esfuerzos posibles para erradicarla de la vida de los guerreros. Yo he seguido esa recomendación al pie de la letra y he tratado de demostrarte por todos los medios posibles que sin importancia personal somos invulnerables.

-La importancia personal no es algo sencillo e ingenuo -explicó-. Por una parte, es el núcleo de todo lo que tiene valor en nosotros, y por otra, el núcleo de toda nuestra podredumbre. Deshacerse de la importancia personal requiere una obra maestra de estrategia. Los videntes de todas las épocas han conferido las más altas alabanzas a quienes lo han logrado.

-Los guerreros hacen inventarios estratégicos -dijo-. Hacen listas de sus actividades y sus intereses. Luego deciden cuáles de ellos pueden cambiarse para, de ese modo, dar un descanso a su gasto de energía.

Don Juan dijo entonces que en los inventarios estratégicos de los guerreros, la importancia personal figura como la actividad que consume la mayor cantidad de energía, y que por eso se esforzaban por erradicarla.

-Una de las primeras preocupaciones del guerrero es liberar esa energía para enfrentarse con ella a lo desconocido -prosiguió don Juan-. La acción de recanalizar esa energía es la impecabilidad.

Dijo que la estrategia más efectiva fue desarrollada por los videntes de la Conquista, los indiscutibles maestros del acecho, y que consiste en seis elementos que tienen influencia recíproca. Cinco de ellos se llaman los atributos del ser guerrero: control, disciplina, refrenamiento, la habilidad de escoger el momento oportuno y el intento. Estos cinco elementos pertenecen al mundo privado del guerrero que lucha por perder su importancia personal. El sexto elemento, que es quizás el más importante de todos, pertenece al mundo exterior y se llama el pinche tirano. Me miró como si en silencio me preguntara si le había entendido o no.

-Estoy realmente perdido -dije-. El otro día dijo usted que la Gorda es la pinche tirana de mi vida. ¿Qué es exactamente un pinche tirano?

-Un pinche tirano es un torturador -contestó-. Alguien que tiene el poder de acabar con los guerreros, o alguien que simplemente les hace la vida imposible.

Los nuevos videntes juzgaron correcto encabezar su clasificación con la fuente primaria de energía, el único y supremo monarca en el universo, y le llamaron simplemente el tirano. Naturalmente, encontraron que los demás déspotas y autoritarios quedaban infinitamente por debajo de la categoría de tirano. Comparados con la fuente de todo, los hombres más temibles son bufones, y por lo tanto, los nuevos videntes los clasificaron como pinches tiranos.

La segunda categoría consiste en algo menor que un pinche tirano. Algo que llamaron los pinches tiranitos; personas que hostigan e infligen injurias, pero sin causar de hecho la muerte de nadie. A la tercera categoría le llamaron los repinches tiranitos o los pinches tiranitos chiquititos, y en ella pusieron a las personas que sólo son exasperantes y molestos a más no poder.

Agregó que la categoría de los pinches tiranitos había sido dividida en cuatro más. Una estaba compuesta por aquellos que atormentan con brutalidad y violencia. Otra, por aquellos que lo hacen creando insoportable aprensión. Otra, por aquellos que oprimen con tristeza. Y la última, por esos que atormentan haciendo enfurecer.

-La Gorda está en una categoría especial -agregó. Es una repinche tiranita suplente. Te hace la vida imposible, por el momento. Hasta te da de bofetadas. Con todo eso te está enseñando a ser imparcial, a ser indiferente.

-¿Cómo puede ser eso posible? -protesté.

-Todavía no has puesto en juego los ingredientes de la estrategia de los nuevos videntes -dijo-. Una vez que lo hagas, sabrás cuán eficaz e ingeniosa es la estratagema de usar a un pinche tirano. Te aseguro que no sólo elimina la importancia personal, sino que también prepara a los guerreros para entender que la impecabilidad es lo único que cuenta en el camino del conocimiento.

Dijo que la estrategia de los nuevos videntes era una maniobra mortal en la cual el pinche tirano es como una cúspide montañosa, y los atributos del ser guerrero son como enredaderas que trepan hasta la cima.

-Cuatro atributos es todo lo que se necesita para tratar con los peores pinches tiranos -continuó-. Claro está, siempre y cuando se haya encontrado a un pinche tirano. Como dije, el pinche tirano es el elemento externo, el que no podemos controlar y el elemento que es quizás el más importante de todos. Mi benefactor siempre decía que el guerrero que se topa con un pinche tirano es un guerrero afortunado. Su filosofía era que si no tienes la suerte de encontrar a uno en tu camino, tienes que salir a buscarlo.

Es solo ahora que lo sabemos. Sabemos que nada puede templar tan bien el espíritu de un guerrero como el tratar con personas imposibles en posiciones de poder. Solo bajo esas circunstancias pueden los guerreros adquirir la sobriedad y la serenidad necesarias para ponerse frente a frente a lo que no se puede conocer.

Le pregunté a Don Juan si, en el presente, en nuestra época, los pinches tiranos podrían derrotar alguna vez a un guerrero.

-Todos los días -contestó-. Las consecuencias no son tan terribles como las del pasado. Hoy en día, por supuesto, los guerreros siempre tienen la oportunidad de retroceder, luego reponerse y después volver. Pero el problema de la derrota moderna es de otro género. El ser derrotado por un repinche tiranito no es mortal sino devastador. En sentido figurado, el grado de mortandad de los guerreros es elevado. Con esto quiero decir que los guerreros que sucumben ante un repinche tirano son arrasados por su propio sentido de fracaso. Para mí eso equivale a una muerte figurada.

-¿Cómo mide usted la derrota?

-Cualquiera que se une al pinche tirano queda derrotado. El enojarse y actuar sin control o disciplina, el no tener refrenamiento es estar derrotado.

-¿Qué pasa cuando los guerreros son derrotados?

-O bien se reagrupan y vuelven a la pelea con más tino, o dejan el camino del guerrero y se alinean de por vida a las filas de los pinches tiranos.


24.8.06

La solución está en el cambio personal




¿Cómo sobrevivirá la especie humana los próximos 100 años? Stephen Hawking lanzó esta pregunta al ciberespacio. De las 25.000 respuestas que obtuvo, se decantó por una optimista


El diario El País recoge los resultados de una consulta sobre la supervivencia de la especie humana en los próximos 100 años.


En un mundo que es un caos social, político y medioambiental, ¿cómo puede la especie humana sobrevivir los próximos 100 años?". Menuda pregunta. Es la que lanzó a principios de julio el astrofísico inglés Stephen Hawking al ciberespacio a través del programa Yahoo! Answers (http://answers.yahoo.com). Más de 25.000 personas contestaron al sabio, quizá porque no todos los días tiene uno la suerte de contar con un interlocutor de tan alta talla intelectual. Antes de acabar el experimento, el físico ha elegido la mejor respuesta.
El honor de ser el más brillante ha recaído en Semi-Mad Scientist (científico casi loco), con una respuesta optimista. El internauta asegura que el caos no es algo nuevo, sino que "ha estado con nosotros desde hace mucho tiempo", y que, a pesar de todo, el ser humano ha logrado sobrevivir. Afirma que somos una especie que siempre se ha adaptado y que seguiremos haciéndolo.

Aunque reconoce que ahora hay peligros nuevos e identifica tres amenazas graves: una guerra nuclear, una catástrofe biológica y el cambio climático. Está convencido de que "los recursos que tenemos ahora probablemente no existirán en 100 años", pero añade que "tampoco existían en el siglo pasado". El científico casi loco sostiene que si Europa sobrevivió a la peste negra del siglo XIV, que se llevó por delante a un tercio de la población, el ser humano logrará superar cualquier catástrofe que pueda ocurrir.

Después, él mismo se interroga sobre su optimismo: "¿Que por qué tengo está fe en la humanidad? Porque debo tenerla. (..) Creo tan firmemente que sobreviviremos como que el sol saldrá mañana". Si no hay fe en la supervivencia, no puede haberla en nada más, concluye. La comunidad de Yahoo! Answers está de acuerdo con la elección de Hawking. A 647 internautas les gustó la respuesta, frente a 172 que la rechazaron.
Para cerrar el tema, el autor de la Breve historia del tiempo envió a los cibernautas un vídeo de cinco minutos contestándose a sí mismo. O intentándolo, porque, como él mismo dice: "La respuesta no la conozco. Por eso os he preguntado". Hawking analiza los peligros a los que se enfrenta el género humano -los mismos que había señalado el científico casi loco- y propone algunas soluciones para evitar la extinción. ¿Cuáles? Básicamente, colonizar planetas y estrellas lejanas para poder huir rápidamente de la Tierra cuando las cosas se pongan feas. ¿Que una guerra nuclear está acabando con el planeta? No hay problema, siempre y cuando pueda uno mudarse a un pisito más allá de Orión.
Las respuestas fueron de todo tipo. Escépticas: "No podrá" (sobrevivir la especie). Religiosas: "¿Qué tal creer en Jesucristo, amigo?"; y singulares: "Lo mejor será irse a vivir a las profundidades del océano". La opción que recomienda Hawking, de buscar alojamiento a lo largo y ancho del espacio, tuvo muchos adeptos. Aunque una internauta se preguntaba: "Si nos mudamos a otro mundo después de haber destruido uno perfectamente bueno, ¿quién dice que no vamos a arruinar también ése?".

Nuestra opinión es esta:

La clave de la transformación del mundo parece radicar, entonces, en la transformación del individuo: sus actitudes, sus íntimas intenciones, su conducta, su relación con el todo y lo particular.

En medio de esta vorágine de mala voluntad que es la vida moderna, es evidente el fracaso de las instituciones políticas y religiosas. La defensa, pues, de este institucionalismo, con sus viejas y estrechas formulas, no va a producir una auténtica reorientación individual, ni menos un mundo unido y de fraternal convivencia. Importa estimular un avivamiento individual, un interés vital por los valores eternos. Allí donde este interés vital esté ausente; allí donde los valores reales del espíritu fallan, es forzoso que se desintegre la civilización.

Después de la última gran matanza mundial (la II Guerra Mundial) se nos prometió un mundo de paz, se anunció que se reduciría la distancia entre ricos y pobres y que las instituciones internacionales que se creaban (la ONU, el FMI, el BM, etc) contribuirían a la justicia económica y social.Para el que lo quiera ver, es obvio que nada de esto se ha cumplido. El orden mundial que padecemos no se puede sostener y cada vez hay menos gente dispuesta a soportarlo en los países del tercer mundo.

La humanidad ha crecido en sólo 100 años de 1500 a más de 6000 millones de habitantes. La pobreza crece, viejas y nuevas enfermedades amenazan con aniquilar naciones enteras; la tierra se erosiona y pierde fertilidad; el clima cambia, el aire el agua potable y los mares están cada vez más contaminados.

Al mismo tiempo, se gasta un millón de millones de dólares anualmente en armas cada vez más sofisticadas y letales y una cifra similar se emplea en publicidad comercial, sembrando ansias consumistas, imposibles de satisfacer, en miles de millones de personas.Nuestra especie por primera vez corre real peligro de extinguirse por las locuras de los propios seres humanos, víctimas de semejante "civilización".

La clave para evitar la catástrofe estriba en una profunda transformación de los individuos: sus actitudes, sus intenciones, su conducta, sus valores y creencias, su relación con el todo y lo particular.

23.8.06

Autorretrato




Me envían desde Argentina este curioso y pintoresco autorretrato. Viene acompañado de una invitación a reflexionar formulando una pregunta: ¿erramos al pensar que lo que hacemos es igual a lo que somos?

¿Tendrá razón el maestro Krishnamurti cuando dice que "la sociedad es como somos"?

La respuesta a esta pregunta es el leiv motiv de nuestra personal y actual etapa vital. La reflexión con la que iniciamos estos Cuadernos en el mes de febrero

La sociedad es tal como somos

"Vuestros internos conflictos tienen expresión en desastres externos. Vuestro problema es el problema del mundo y únicamente vos podéis solucionarlo, no otro; no podéis dejarlo a los otros."

"El político, el economista, el reformador, es, como vos, un oportunista, un astuto urdidor de planes: pero nuestro problema, este humano conflicto y miseria, esta existencia vacía que produce desastres tan angustiosos, requiere algo más que maquinaciones astutas, más que las superficiales reformas del político y el propagandista."

"Requiere un cambio radical de la mente humana y ninguno puede hacer que esta transformación se efectúe, salvo vos mismo. Porque lo que vos sois, eso es vuestro grupo, vuestra sociedad, vuestro líder. Sin vos el mundo no es; en vos está el principio y el fin de todas las cosas. Ningún grupo, ningún líder puede establecer el valor eterno, excepto vos mismo."

"Lo que sois psicológicamente, eso es vuestra sociedad, vuestro estado, vuestra religión; si sois concupiscentes, envidiosos, ignorantes, entonces vuestro ambiente será eso que vos sois."

"Nosotros creamos el mundo en que vivimos. Para que tenga lugar un cambio radical y pacífico, debe haber voluntaria e inteligente transformación interna; este cambio psicológico seguramente no ha de producirse a través de la coacción y si lo fuera, habría entonces tal conflicto interno y confusión, que de nuevo precipitaría a la sociedad al desastre. La regeneración interna debe ser voluntaria, inteligente, no obligada. Debemos buscar primero la Realidad y entonces solamente podrá haber paz y orden en torno nuestro."

Jiddu Krishnamurti

El jugoso negocio de los psicofármacos para niños



Más datos sobre los intríngulis comerciales y políticos que se esconden tras la autorización de psicofármacos en los niños. El boletín de FILIUM, dirigido por Juan Pundik afirma en su edición de julio:

“El Prozac acaba de ser declarado apto para los niños. La FDA, el organismo que regula los medicamentos en Estados Unidos, ha dado esta autorización”

“Los especialistas previenen contra el riesgo de querer ocultar los problemas infantiles con fármacos y predisponer a los niños y adolescentes para el consumo de drogas ilegales. Algunos expertos han manifestado su preocupación sobre la falta de rigor en el diagnóstico de la depresión infantil y los posibles efectos a largo plazo de los reguladores de la serotonina en los cerebros en crecimiento”.


“Para Lilly, el gigante farmacéutico fabricante del Prozac, se trata de una gran victoria que podrá relanzar las ventas del Prozac, estancadas en los últimos años por la tremenda competencia en el mercado de los «inhibidores de la reabsorción de la serotonina»”. “Lilly, generoso contribuyente del Partido Republicano durante las elecciones presidenciales, ha ganado la partida a sus competidores y ha logrado que el Prozac sea el primero de la nueva generación de antidepresivos considerado apto para aliviar la depresión en los niños”.

La Comisión Europea calcula que entre el 50% y el 90% de las medicinas que se receta y administra en la infancia no han sido nunca previamente ensayadas con niños. Los resultados son sobredosis por errores de cálculo, ineficacia del tratamiento y efectos secundarios imprevisibles.

“Las compañías farmacéuticas tienen un claro interés en medicalizar los problemas de la vida, y ahora ya existe un enfermo para cada fármaco”, escribía recientemente en el British Medical Journal (BMJ) su director Richard Smith.


Un estudio publicado en The Journal of the American Medical Association (JAMA) revela un rápido aumento entre niños de 2 a 4 años, a los cuales se les administran antidepresivos, estimulantes y antipsicóticos, cuando presentan dificultades de comportamiento o de aprendizaje.

Algunos de los fármacos más utilizados están expresamente contraindicados en niños menores. La droga más popular para tratar la hiperactividad y la falta de atención es Ritalin, un estimulante cuyo prospecto advierte que no se debe administrar a menores de 6 años y del que nunca se han analizado los efectos secundarios. Sin embargo, lo tomaban un 90% de los preescolares a los que los investigadores de la Universidad de Maryland, autores del estudio, hicieron un seguimiento entre 1991 y 1995. El informe agrega que: "Esta alarmante tendencia de prescribir drogas a niños pequeños puede tener efectos perniciosos para el desarrollo del cerebro”.

En España, aunque la información es escasa y no existen datos, según FILIUM se están realizando experiencias similares, particularmente en relación a niños diagnosticados como hiperquinéticos, hiperactivos o susceptibles de serlo. Un equipo de la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Servicio de Prevención Asistencial y Socio-Sanitaria (PASS) de Mataró, está llevando a cabo un programa para la detección del trastorno en escolares de 4 años, con la hipótesis de que un tratamiento iniciado en esta edad puede evitar muchos problemas a los afectados. 

La prevención incluye la posibilidad de tratamiento farmacológico. A estos niños se les suele drogar con metilfedinato, el principio activo del Ritalin que, en España, se comercializa con la denominación Rubifen, derivado anfetamínico, indicado para niños hiperquinéticos con disfunción cerebral mínima.

El boletín de FILIUM asegura que “la disfunción y la lesión cerebral mínimas son denominaciones acientíficas y carentes de seriedad alguna, creadas por los laboratorios farmacéuticos, para indicar la prescripción de medicación, aún cuando no haya pruebas de disfunción ni de lesión cerebral. El calificativo de mínima se justifica alegando que las pruebas no registran la disfunción o lesión por la falta de sutileza de los aparatos actuales y que aún así la sintomatología del niño justifica el diagnóstico”.

“Esa supuesta sintomatología se obtiene diagnosticando como patológica la normal necesidad del niño de atención, movimiento, juego y habla. Los niños pequeños no pueden ser silenciados y paralizados sino a costa de su desarrollo físico, emocional e intelectual. Aquellos que no estén dispuestos a permitir que los niños desarrollen sus necesidades naturales deberían renunciar a engendrarlos, a criarlos y a ser sus docentes o cuidadores. 

Las drogas psicotrópicas se han convertido en un intento de solucionar problemas de disciplina en colegios, de amordazar a los niños en el hogar, y de sustituir la consulta al terapeuta, que los seguros médicos no cubren”.

Las investigaciones que nutren estos criterios medicamentosos se originan en la concepción electro-mecánico-química del cerebro y en el reduccionismo de nuestros afectos, emociones, sentimientos y comportamientos a procesos de esa naturaleza, que es el que proporciona apoyo teórico a los dispensadores de recetas.

22.8.06

Prozac para niños



Nos hacemos eco de la Campaña de FILIUM, Asociación para la Prevención del Maltrato al Hijo. Tal como ha sido difundido por los medios de comunicación, la Agencia Europea del Medicamento ha emitido un dictamen favorable para medicar con fluoxetina (Prozac) a niños, a partir de los 8 años, en casos de diagnóstico de depresión.

A partir de que la Comisión Europea conceda su autorización formal, la cual se da por descontada, esta medida tendrá plena validez para los médicos y el sistema sanitario español. Como Consecuencia de ello a los niños españoles ya se les podrá administrar Prozac. El clorhidrato o hidrocloruro de fluoxetina que se comercializa en España con las denominaciones de Prozac, Adofen y Reneurón.

En la información, que ofrece el laboratorio, en cada envase de Prozac, advierte acerca de las posibles reacciones adversas que su ingestión pueden producir e incluyen: ansiedad, nerviosismo, insomnio, somnolencia, astenia, temblor, sudoración, anorexia, náuseas, diarrea, mareo, cefalea, sequedad de boca, dispepsia, vómitos, síncope, arritmia cardíaca, anomalías en las pruebas de función hepática, hipo e hipertiroidismo, aumento del tiempo de hemorragia, síndrome cerebral agudo y convulsiones.

En el prospecto de otra marca de fluoxetina denominada ADOFEN se agregan, a las reacciones adversas descritas en el del PROZAC, las siguientes: prurito, urticaria, reacción anafilectoide, vasculitis, síndrome neuroléptico maligno, fotosensibilidad, secreción inadecuada de hormona antidiurética, equimosis, reacciones maníacas, alteraciones del sueño, de la concentración o del pensamiento, problemas miccionales, priapismo, disfunción sexual, alopecia, visión borrosa y midriasis.

El Doctor Prakash S. Masand, un experto de fama mundial, contratado por uno de los laboratorios farmacéuticos más poderosos GlaxoSmithKline elaboró un informe en el que comienza diciendo que: "A pesar del conocimiento, aceptación y disponibilidad cada vez mayores de antidepresivos eficaces, el diagnóstico y el tratamiento de la depresión continúan siendo inadecuados. Las tasas de recurrencia y recidiva pueden ser de hasta un 80%, los fracasos terapéuticos son frecuentes (40% a 60%) y hasta un 20% de los pacientes continúan recibiendo un tratamiento inadecuado."

Más adelante el investigador agrega el dato de que "el coste del tratamiento de la depresión se estima en 43.700 millones de dólares al año tan sólo en Estados Unidos."
Refiriéndose al mecanismo con el que actúan los antidepresivos, el investigador, además de mencionar las reacciones adversas ya descritas advierte que "el bloqueo de recaptación de noradrenalina, serotonina y dopamina produce una toxicidad neurológica que incluye crisis epilépticas."

Desde FILIUM—Asociación para la Prevención del Maltrato al Hijo, hacemos un llamamiento a la población en su conjunto, y a los profesionales que correspondan, para denunciar ante la opinión pública de las graves consecuencias que puede tener esta decisión, para constituir una Plataforma contra la medicalización del niño y la administación de fluoxetinas, paroxetinas y anfetaminas durante la infancia.
Si estás de acuerdo en formar parte de esta plataforma y refrendar la carta que haremos llegar a la Presidencia de la Comisión Europea solicitando que no autorice la administración de fluoxetina en la infancia envíanos un correo comunicándonos tu adhesión que incluya:

Nombres y Apellidos completos, Nº y características de tu documento de identidad, dirección completa y datos curriculares en caso de haberlos.
Juan Pundik Knapheis - D.N.I. 05271446-F
Presidente
FILIUM-Asociación para la Prevención del Maltrato al Hijo
Asociación Civil sin fines de lucro de ámbito nac. nº 23.960 de 1977
Miembro del Comité ONG de Naciones Unidas
Asura, 95 28043 Madrid
Tel. 91 388 63 10 Fax. 91 759 82 81
E-mail: filium@arrakis.es

3.5.06

Preguntar y darse cuenta





"No preguntes tanto"... oyen decir muchos niños en sus casas. "No me interesa escuchar lo que usted no sabe; quiero escuchar lo que usted sabe"... oyen muchos estudiantes en las escuelas. "No me traiga dudas ni problemas; tráigame respuestas y soluciones"... oyen muchos empleados en el trabajo.

Disuadir a la gente de preguntar es cosa muy común en las familias, en la educación y en el trabajo. Esto es muy desafortunado, ya que hacer preguntas importantes es una de las principales maneras que tenemos -desde la niñez- de poner a funcionar nuestras capacidades naturales de organizarnos, para conversar en forma creativa, explorar, indagar y aprender.

Hacer preguntas es indispensable para crear "el futuro que queremos", en lugar de estar obligados a vivir "el futuro que nos toca".

Ocurre que hacer preguntas produce la inquietante sensación de que ya no estemos muy seguros de lo que vemos. Nos percatamos de que lo que vemos es una apariencia. Si se indaga un poco en cualquier situación,nada es lo que parece ser. Una amplia mayoría de personas pasan la vida entre apariencias y con ellas se satisfacen: apariencias de felicidad, apariencias de amor, apariencias de alegría...

Cuando uno despierta, quiere conocer lo que se oculta detrás de las apariencias. Si despertamos y tomamos conciencia de las apariencias, anhelaremos un conocimiento más profundo. Pero... ¿cómo despertarnos? Cuando las apariencias entran en crisis, cuando fallan, se produce una fractura. La realidad se desgarra como un velo. Allí nos detenemos y pensamos. Es cierto que perdemos la protección que nos brindaban nuestras apariencias, pero comenzamos a darnos cuenta... y eso es una dicha.

6.4.06

Ansiedad y depresión: primeras causas de muerte en la UE




Leemos con sorpresa y cierta esperanza el Libro Verde de la Salud Mental en la Unión Europea, publicado por la Comisión Europea en octubre del 2005.

El documento plantea por fin una visión global sobre la salud mental, asociada a la economía, la prosperidad, la solidaridad y la justicia social.

La Comisión Europea estima que la ansiedad y la depresión ocasionan a la UE unos costes que se estiman en el 3 %-4 % del PIB, sobre todo debido a las pérdidas de productividad; los trastornos psíquicos constituyen una de las principales causas de jubilación anticipada y de percepción de pensiones por discapacidad.

Los políticos han puesto el grito en el cielo al contabilizar la gran cantidad de dinero que cuestan en la Unión Europea los trastornos de ansiedad y depresión. Y como esperan que la enfermedad siga creciendo, empiezan a tomar medidas.

La Comisión Europea estima que más del 27 % de los europeos adultos sufren al menos una forma de alteración psíquica en algún año de su vida. En la UE, las formas más comunes son los trastornos de ansiedad y la depresión. Se espera que en 2020 la depresión sea la causa de enfermedad número uno en el mundo desarrollado. Actualmente, unas cincuenta y ocho mil personas se suicidan cada año en la UE, cifra que supera la de muertes anuales por accidentes de tráfico, homicidios o VIH/SIDA.
Los trastornos conductuales en la infancia repercuten en los sistemas sociales y educativos y en los sistemas penales y judiciales.

Lo novedoso de este Libro Verde es que el apartado de políticas considera que aunque la actuación en el ámbito médico es fundamental para hacer frente a los retos planteados, no puede por sí sola abordar y modificar los factores determinantes de orden social. Por lo tanto, y en consonancia con la estrategia de la OMS, es necesario un planteamiento exhaustivo que abarque no sólo el tratamiento y la asistencia a los individuos, sino también las acciones dirigidas al conjunto de la población a fin de promover la salud mental, prevenir las enfermedades mentales y encarar los problemas relacionados con la estigmatización y los derechos humanos.

Un planteamiento de este tipo debe contar con la participación de muchos agentes, en especial los involucrados en las políticas sanitarias y no sanitarias cuyas decisiones repercuten en la salud mental de la población. Las organizaciones de pacientes y la sociedad civil deberían desempeñar un papel destacado en la concepción de soluciones.

La prevención, pues. La formación de los ciudadanos para poder enfrentar por sí mismos, al menos en una primera etapa , las situaciones que les causan estrés, miedo y ansiedad de tal manera que puedan evitar la depresión.

Acceda al Libro Verde de la Salud Mental en la UE

4.4.06

Dos millones de españoles padecen depresión




El 13,85% reside en Galicia

Un informe de una empresa farmaceútica multinacional destaca que cerca de dos millones de españoles padecen depresión. La comunidad autónoma que figura en el primer lugar en número de afectados es Galicia. Según este informe, 277 mil residentes en Galicia están afectados por la depresión, lo que representa el 13,85% del total español. Esa cifra representa a su vez el, 10,3% de la población gallega.

La comunidad gallega sólo es superada en términos absolutos por Andalucía, donde se registraron 319.000 afectados, pero se trata de una comunidad que casi triplica en población a Galicia.
Asimismo, A Coruña es la tercera provincia con un mayor número de personas que sufren depresión en términos absolutos, al registrarse 113.000 afectados. De esta forma, sólo está superada por Barcelona, con 176.000 personas aquejadas por esta afección, y Madrid, con 169.0000 casos.
Por detrás de Galicia, en cuanto a la prevalencia de este trastorno se sitúan Asturias, con un 9,94% de su población afectada; y Extremadura, con una tasa del 7,78%. El estudio, que utiliza datos del Instituto Nacional de Estadística, sitúa en el lado opuesto del ránking al País Vasco (2,48 por ciento de prevalencia), Cantabria (2,83%), La Rioja (2,97%) y Madrid (2,99 por ciento).

La sociedad española es una máquina de producir personas deprimidas, ansiosas e hipertensas. Y los laboratorios farmaceúticos hacen su agosto. Las cifras sanitarias indican que los fármacos más vendidos en España son los medicamentos contra la hipertensión (hipotensores), los broncodilatadores, los antidepresivos y los analgésicos.

22.3.06

De Mello y el cambio personal





Anthony de Mello es un personaje extraordinario que va encontrando su lugar a medida que su obra se divulga y transcurre el tiempo. Nacido en India en 1931, y fallecido en Nueva York en 1987, se formó como sacerdote jesuita en su India natal.

De Mello prosiguió su formación personal interesándose por diversas tradiciones religiosas asiáticas y del Medio Oriente. Entendió enseguida que los cuentos y los pequeños relatos -nacidos en la profunda noche de los tiempos, como una forma de transmisión de enseñanzas-, seguían siendo tan útiles y necesarios hoy en día como lo habían sido siempre. Es por ello que muchos de los libros que escribió De Mello fueron una recopilación y adaptación de estas enseñanzas de origen sufí y zen, relatos del medio oriente, dichos y hechos que aparecen en las leyendas hindúes, y también de las mismas enseñanzas cristianas y judías.

El común denominador entre todos estos cuentos breves -generalmente de una sola página- es su cualidad paradójica. Con ello, De Mello pretendía ofrecer un revulsivo a las personas que sentían un interés por la espiritualidad. Y este es el efecto que producen sus narraciones: una confusión paradójica que apunta a un despertar.

De Mello fue acusado pr su propios correligionarios de olvidar el aspecto formal de la religión cristiana para lanzarse a una exploración sin límites que diluía las enseñanzas de unas y otras religiones. Algunos cuentos apuntan a un lugar que va más allá de la doctrina: abren un espacio al misticismo, en el que encuentran su fuente diversas tradiciones espirituales. Sus libros han sido traducidos a más de 40 idiomas de todo el mundo, y muchas personas -cristianas o agnósticas-, han reconocido que Anthony de Mello tendió un puente espiritual entre oriente y occidente -un puente que tiene circulación en ambos sentidos.

Una de estas paradojas de De Mello se encuentra en su libro El canto del pájaro. Tiene que ver con el cambio personal, tema recurrente en este blog:.

El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo: «De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: 'Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo'». «A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: 'Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho'».
«Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que he sido. Mi única oración es la siguiente: 'Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo'. Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida».
Todo el mundo piensa en cambiar a los demás o a la humanidad. Casi nadie piensa en cambiarse a sí mismo.

El miedo según Don Juan




Carlos Castaneda (en la foto de la izquierda) pone en boca de Don Juan la idea de que el miedo es el primer enemigo de un "hombre de conocimiento". Recogiendo la tradición de los indios yaquis, Don Juan y Castaneda desarrollan el siguiente diálogo en el libro "Las enseñanzas de Don Juan":.

‑Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente; su inten­ción es vaga. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender.

"Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más. Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo. El conoci­miento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla.

"Y así ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡el miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterra­do en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda."


‑¿Qué le pasa al hombre si corre por miedo?
‑Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá. Nunca llega­rá a ser hombre de conocimiento. Llegará a ser un ma­leante, o un cobarde cualquiera, un hombre inofensivo, asus­tado; de cualquier modo, será un hombre vencido. Su primer enemigo habrá puesto fin a sus ansias.


‑¿Y qué puede hacer para superar el miedo?
‑La respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento en que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de si. Su propósito se fortalece. Aprender no es ya una tarea ate­rradora.
"Cuando llega ese momento gozoso, el hombre puede decir sin duda que ha vencido a su primer enemigo na­tural."


‑¿Ocurre de golpe, don Juan, o poco a poco?‑Ocurre poco a poco, y sin embargo el miedo se con­quista rápido y de repente.


‑¿Pero no volverá el hombre a tener miedo si algo nuevo le pasa?
‑No. Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre de él por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces, un hombre conoce sus deseos; sabe cómo satisfacer esos deseos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. El hombre siente que nada está oculto,

"Y así ha encontrado a su segundo enemigo: ¡la clari­dad! Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo, pero también ciega”.

10.2.06

La sociedad es tal como somos





"Vuestros internos conflictos tienen expresión en desastres externos. Vuestro problema es el problema del mundo y únicamente vos podéis solucionarlo, no otro; no podéis dejarlo a los otros. El político, el economista, el reformador, es, como vos, un oportunista, un astuto urdidor de planes: pero nuestro problema, este humano conflicto y miseria, esta existencia vacía que produce desastres tan angustiosos, requiere algo más que maquinaciones astutas, más que las superficiales reformas del político y el propagandista. Requiere un cambio radical de la mente humana y ninguno puede hacer que esta transformación se efectúe, salvo vos mismo. Porque lo que vos sois, eso es vuestro grupo, vuestra sociedad, vuestro líder. Sin vos el mundo no es; en vos está el principio y el fin de todas las cosas. Ningún grupo, ningún líder puede establecer el valor eterno, excepto vos mismo."

"Lo que sois psicológicamente, eso es vuestra sociedad, vuestro estado, vuestra religión; si sois concupiscentes, envidiosos, ignorantes, entonces vuestro ambiente será eso que vos sois. Nosotros creamos el mundo en que vivimos. Para que tenga lugar un cambio radical y pacífico, debe haber voluntaria e inteligente transformación interna; este cambio psicológico seguramente no ha de producirse a través de la coacción y si lo fuera, habría entonces tal conflicto interno y confusión, que de nuevo precipitaría a la sociedad al desastre. La regeneración interna debe ser voluntaria, inteligente, no obligada. Debemos buscar primero la Realidad y entonces solamente podrá haber paz y orden en torno nuestro."

Jiddu Krishnamurti

Jiddu Krishnamurti decía esto hace sesenta años. Lo decía en un ciclo de conferencias que pronunció en Europa, Estados Unidos y la India, en los meses posteriores al fin de la II Guerra Mundial. Lo mismo que otros grandes maestros del pasado, señalaba Krishnamurti cómo ha de libertarse el hombre de todo aquello que limita su vida y la condiciona.

La vigencia de sus palabras es atronadora. Los signos de desintegración de toda nuestra época son ahora tan evidentes como lo fueron en el tiempo en que Krishnamurti pronunciaba estas palabras: por donde quiera en el mundo se producen guerras, violencias, luchas sociales, injusticias...

El poderío y los falsos valores se han entronizado por doquier. En medio de este caos, el hombre de buena voluntad intenta detener el arrollador avance de la bancarrota social y pone sus esperanzas en la fuerza de las instituciones tradicionales o nuevas, pero claramente se advierte que el intento de estas instituciones, ya sean religiosas o políticas, fracasa porque los individuos que forman esas mismas instituciones, llevan consigo a ellas sus limitaciones, los falsos valores y su confusión.

La clave de la transformación del mundo parece radicar, entonces, en la transformación del individuo: sus actitudes, sus íntimas intenciones, su conducta, su relación con el todo y lo particular.
En medio de esta vorágine de mala voluntad que es la vida moderna, es evidente el fracaso de las instituciones políticas y religiosas. La defensa, pues, de este institucionalismo, con sus viejas y estrechas formulas, no va a producir una auténtica reorientación individual, ni menos un mundo unido y de fraternal convivencia. Importa estimular un avivamiento individual, un interés vital por los valores eternos. Allí donde este interés vital esté ausente; allí donde los valores reales del espíritu fallan, es forzoso que se desintegre la civilización.

Después de la última gran matanza mundial (la II Guerra Mundial) se nos prometió un mundo de paz, se anunció que se reduciría la distancia entre ricos y pobres y que las instituciones internacionales que se creaban (la ONU, el FMI, el BM, etc) contribuirían a la justicia económica y social.

Para el que lo quiera ver, es obvio que nada de esto se ha cumplido. El orden mundial que padecemos no se puede sostener y cada vez hay menos gente dispuesta a soportarlo en los países del tercer mundo.

La humanidad ha crecido en sólo 100 años de 1500 a más de 6000 millones de habitantes. La pobreza crece, viejas y nuevas enfermedades amenazan con aniquilar naciones enteras; la tierra se erosiona y pierde fertilidad; el clima cambia, el aire el agua potable y los mares están cada vez más contaminados.

Al mismo tiempo, se gasta un millón de millones de dólares anualmente en armas cada vez más sofisticadas y letales y una cifra similar se emplea en publicidad comercial, sembrando ansias consumistas, imposibles de satisfacer, en miles de millones de personas.

Nuestra especie por primera vez corre real peligro de extinguirse por las locuras de los propios seres humanos, víctimas de semejante "civilización".

La clave para evitar la catástrofe estriba en una profunda transformación de los individuos: sus actitudes, sus intenciones, su conducta, sus valores y creencias, su relación con el todo y lo particular.